La investigación por el asesinato de Eduardo Enrique Pinto Viloria, director de Medicina Legal en la Regional Norte, dio ayer un giro de 180 grados al conocerse que el funcionario fue ‘ejecutado’ de un balazo en la parte posterior de la cabeza, práctica llamada también en medios judiciales como ‘tiro de gracia’.
El cadáver del alto funcionario lo encontraron atado de pies y manos, amarrado por la espalda, amordazado; y para amortiguar el ruido del disparo le taparon la testa con una almohada.
Hilber Pinto, tío de la víctima y presidente de la Asamblea de La Guajira, confirmó que a su sobrino lo “arrecostaron” contra la cama, le pusieron la almohada en la cabeza y luego le dispararon.
“Estamos pidiendo que se aclaren los hechos”, solicitó enérgicamente el diputado.
Las dudas
Para fuentes vinculadas a la investigación, la escena del crimen es más propia de una venganza o ajuste de cuentas, que la muerte por un robo, como se planteó inicialmente. Otra de las incongruencias halladas en la hipótesis del hurto, es la versión de que Pinto les habría revelado a los asaltantes que los portátiles que pretendían llevarse al no encontrar dinero, tenían unos chips de localización que los iba a delatar.
Lo normal en un hombre de la inteligencia de un funcionario de sus calidades, hubiese sido permitir que se llevaran los equipos para calmar a los bandidos, y luego tratar de localizarlos con la señal de los chips; y descubrir quiénes eran los atracadores, y quién les había facilitado la información de que en la vivienda había la supuesta cantidad de dinero que buscaban.
En el análisis de la investigación, al grupo interinstitucional traído de Bogotá también les llamó la atención que los delincuentes se ensañaron contra Pinto Viloria, y no agredieron de ninguna forma a la esposa de este, Dayana Hassin, y al conductor que la transportaba cuando la interceptaron en la calle para que regresara a su casa. Ambos les vieron los rostros a los sujetos, pero a estos eso no les importó, y se interesaron fue en eliminar al funcionario
Como se informó ayer, Eduardo Enrique Pinto Viloria fue asesinado en su propia casa del barrio Cevillar por dos delincuentes que ingresaron a la residencia tras asaltar en la calle 47 con carrera 9 a la esposa del funcionario, cuando se dirigía en un carro a la terminal de transporte para viajar luego a Maicao (La Guajira). Los hechos se dieron a las 3:30 de la madrugada.
Los desconocidos fueron en búsqueda de una supuesta alta suma de dinero que Pinto guardaba en la vivienda. Como no hallaron la plata lo habrían matado, de acuerdo con la versión inicial que ahora es objeto de dudas y controversias por parte de los investigadores. La Policía y la Alcaldía de Barranquilla reiteraron ayer la oferta de $40 millones de pesos por información que permita dar con los asesinos y esclarecen este crimen, sin antecedentes en el país contra un director de Medicina Legal, dependencia que conforma la cadena de investigación judicial en el país.
El sepelio de Pinto Viloria está para las 9 de la mañana de hoy en Maicao. A las 7:30 a.m el cuerpo ingresará a Medicina Legal, luego a la iglesia San José, y la inhumación será en el cementerio colombo-árabe de la ciudad fronteriza.