Kelly Judith Pérez Ruiz se levantó la mañana de este jueves topándose con una trágica escena. Eran cerca de las 5:30 a.m. cuando se percató que su tío, Pablo Pérez Machado, de 55 años, estaba incinerado debajo de su cama.
Los hechos se registraron en una vivienda ubicada en la carrera 27 con calle 37, barrio San Roque, en el suroriente de Barranquilla.
Las primeras hipótesis apuntan a que un corto circuito generó la conflagración en la habitación de la víctima, que está ubicada en el patio de la casa. Sin embargo, su sobrina no cree que se haya tratado de un accidente ni de un suicidio, y presume que pudo haber sido un homicidio.
La duda se genera –afirma Pérez Ruiz– porque pese a que la víctima era un paciente psiquiátrico, que padecía de esquizofrenia, “no era inquieto con las manos y tampoco capaz de atentar contra su vida”.
Además, agrega que “el cuarto se le arregló, todas las instalaciones eléctricas son nuevas, se le compró un abanico nuevo. No entendemos por qué el incidente. No se sabe si fue un corto circuito o si hubo una manipulación de un extraño, ya que yo no lo mantenía encerrado y la puerta de su cuarto era fácil de abrir”.
La mujer indica que, probablemente, el hecho ocurrió en horas de la madrugada, puesto que ella se fue a dormir a eso de las 12:30 a.m. y, a esta hora, su tío aún no se había acostado, ya que los medicamentos que él tomaba le alteraban el sueño y no podía dormir temprano.
Añadió que la Policía le dijo que Pérez Machado pudo haber muerto por asfixia, ya que las quemaduras que presenta no son de alto grado. Sin embargo, todavía no hay un reporte oficial de las autoridades.
En el inmueble vive Pérez Ruiz con su esposo, sus hijos y otro hombre que les ayudaba con el cuidado del fallecido.