¿Qué Pasa?

¡EXCLUSIVO! Habla el único capturado y sindicado por el asesinato de Angie Paola

Al Día habló en exclusiva con el principal sindicado de haber asesinado a la pequeña Angie Paola.

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El 9 de febrero de 2013, hace 3 años y 26 días exactos, Yesid Alberto Lafaurie Pérez, un cobradiario residente en el barrio La Central, de Soledad, fue privado de la libertad bajo cargos de ser el autor material del asesinato de la niña baranoera Angie Paola Ortega Palma, de 9 años.

La captura se dio por el testimonio que dio en la Uri de la Fiscalía de Soledad Sandry Patricia González Campo, quien tras una trifulca familiar aseguró que escuchó a su yerno (Yesid Lafaurie), decirle al marido de ella (Juan Carlos Jiménez Torres), cómo él había matado a la menor.

A Lafaurie lo recluyeron en la Cárcel Distrital de El Bosque, pero por las reiteradas amenazas en su contra fue trasladado a la Cárcel Modelo, donde aún permanece sin que las autoridades hayan tomado una decisión de fondo respecto a su situación jurídica.

AL DÍA tuvo acceso a este centro carcelario, y entrevistó de manera exclusiva al único procesado por este crimen atroz. Se hace hincapié en que es el único, pues la otra persona capturada por este caso, Juan Carlos Jiménez, murió calcinado en el incendio que se registró en el interior del penal el 27 de enero de 2014.

Lafaurie Pérez aseguró, tal como lo han dicho sus familiares a lo largo de este proceso, que no tiene nada que ver con la muerte de Angie Paola, que jamás la conoció a ella ni a su familia, que nunca viajó a Baranoa –como han dicho algunos vecinos– y que ese 28 de mayo de 2012, fecha en que desapareció la menor, se la pasó compartiendo en familia. A continuación, la entrevista completa:

¿Cuántas veces viajó usted a Baranoa en su labor como cobradiario?

Nunca he ido a Baranoa. No conozco ese municipio.

Algunos vecinos decían que en algún tiempo usted estuvo prestando dinero en esa localidad del Atlántico.

Eso es falso. Yo nunca he ido a Baranoa. Yo tuve tres cobros: uno en Barranquilla, otro en Soledad y el otro en Sabanalarga. Lo que sí es cierto es que me tocaba tomar la Cordialidad para ir a Sabanalarga. Incluso, en la vía me detuve con mis compañeros de trabajo en varias ocasiones y comíamos chicharrones. Creo que ese sector hace parte de Baranoa. Pero de la carretera principal, jamás desvié para entrar al pueblo. En mis 31 años jamás he conocido Baranoa.

¿Por qué usted resulta capturado junto a Juan Carlos Jiménez por el asesinato de Angie Paola?

A mí me capturaron y yo no sabía por qué, hasta que me llevaron a la Uri de la Fiscalía. Ahí fue donde supe que me estaban deteniendo por la muerte de una niña que ni siquiera conocía. En el momento de la captura me encontraba en mi casa, hablando con mi esposa, Milena González Campo; con mi cuñada, Carolina González Campo; el esposo de mi cuñada, Julio César Linero García. Tenía cargada a mi hija, que tenía días de nacida, y a mi hijo de 4 añitos. Eso fue a las 8:00 de la noche.

¿Qué sabe usted de la muerte de Angie Paola?

Yo fui capturado, ignorante sobre el porqué me capturaban. Yo lo que sabía de ese caso era lo que había visto en los periódicos. Pero no sabía más nada. Yo no participé ni tuve nada que ver con el crimen de esa niña. Jamás me atrevería a hacer algo semejante. Tengo dos hijos, una niña de 3 años y un niño de 7 años que son mis adoraciones. Y no me gustaría nunca que les hicieran algo así ni a ellos ni a ningún niño.

¿Qué hizo usted aquel 28 de mayo de 2012, fecha en que Angie Paola desapareció?

Ese día yo estaba enguayabado, porque a veces me tomaba mis tragos con amigos o en familia los fines de semana. Y el domingo 27 tomé. Luego el lunes 28, con todo el malestar y la pesadez, a las 8 de la mañana acompañé a mi hijo y a mi esposa, que estaba a punto de dar a luz, a una cita de crecimiento y desarrollo que tenía el niño en la EPS. Pasadas las 10 de la mañana ya habíamos vuelto a la casa, y llegó una prima de mi esposa que estaba cumpliendo años. Yo compré dos cervezas, pero ninguna de las dos podía tomar, entonces yo me las tomé solo. Luego me acosté a dormir, y a eso de las 3 de la tarde me levanté. Me puse a bañar una perra pitbull que tenía y lavé una moto que era de mi propiedad. Como a las 5 de la tarde me puse a jugar Play Station en mi cuarto, que era mi hobbie. Como a las 7 de la noche comimos y nos encerramos los tres: mi hijo, mi esposa y yo; y nos acostamos a dormir. Por esos días yo muy poco revisaba los cobros, porque mi esposa estaba embarazada de mi hija, y ella no tenía quien la acompañara. Por eso yo no la dejaba sola. Nosotros vivíamos en ese entonces en el barrio Los Cusules, de Soledad. Tenía tres trabajadores que iban a cobrar y me entregaban cuenta a mí, pero ese día tampoco recibí cuentas porque había pasado enguayabado.

¿Usted alguna vez había estado privado de la libertad por algún delito?

No tengo anotaciones ni antecedentes judiciales. Primera vez que piso una cárcel y estoy pagando por un delito que no he cometido. Mi hoja de vida siempre fue intachable. Primera vez que me paso algo así y, de verdad, que no se lo deseo a nadie.

¿Cómo ha sido su vida desde que fue recluido en la Cárcel Modelo?

Esto ha sido para mí un completo infierno. Primero que todo, uno no es bien visto. Se sufre mucho. Lo irrespetan. Aguantas humillaciones y agresiones físicas y verbales. Uno tiene que sobrevivir como pueda. La gente se ha ido dando cuenta de que yo no tengo nada que ver con ese asesinato. La gente ya muy poco me señala. Ya creen más en mi inocencia. Pero en la Cárcel El Bosque sí intentaron hacerme daño, porque estaba recién llegado y las autoridades me estaban señalando de un crimen atroz. Hasta ahora todo se lo he dejado a mi Dios y gracias a él aún estoy con vida.

¿Cómo vivió ese episodio trágico en la Cárcel Modelo, en el que murieron 17 internos, entre ellos el otro procesado por este caso, Juan Carlos Jiménez Torres, el padrastro de su pareja?

Ese día nos encerraron a todos en los pasillos. Y el pasillo donde estaba yo, está pegado con el pasillo que se prendió. Yo vi paso a paso como ocurrió esa tragedia. Eso fue muy horrible. En lo primero que pensé fue en el señor Juan Carlos. Yo sabía que él estaba ahí. Por eso cuando nos dejaron salir de las celdas, lo fui a buscar y lo saqué hasta la puerta, pero estaba muy mal. Comencé a limpiarlo porque estaba muy sucio, pero me dijo que no siguiera porque le ardía. Nunca pensé que él se fuera a morir de esa manera. Este castigo y este sufrimiento que hemos padecido no se lo deseo a nadie. Nosotros en ningún momento cometimos ese crimen. Y miren todo lo que nos ha tocado sufrir por un falso testimonio.

¿Considera usted que Juan Carlos Jiménez Torres murió de manera injusta y sin tener nada que ver con el asesinato de esa menor?

El señor Juan Carlos era, aunque lo sigue siendo, tan inocente como yo. Haber muerto de esa manera por un falso testimonio es lo más injusto que haya podido pasar ese señor.

¿Se atreve a sostener en cualquier escenario que es inocente?

Claro. Puedo jurar por Dios, por mi madre y por mis hijos que en ningún momento he cometido ese crimen. Soy inocente. Dios conoce mi corazón y sabe que en ningún momento le haría daño a una persona. Mucho menos a un menor de edad.

¿Qué reflexiones ha sacado en estos tres años privados de la libertad?

Daños psicológicos, daños morales, toda clase de perjuicios. Yo no soy ningún asesino. La reflexión que yo hago es que las autoridades en este país son muy negligentes, no investigan y por eso se castigan, en muchas ocasiones, inocentes. Aquí en esta cárcel hay mucha gente pagando por delitos que no cometieron. El Estado exige capturas a como dé lugar, y con esas presiones internas terminan capturando y condenando a personas inocentes.

¿Cree que algún día se sepa la verdad, de quién mató a Angie Paola?

Con el favor de Dios, se va a saber. Que sepa la gente que yo soy inocente y que el asesinato de esa niña no quede en la impunidad. Que encuentren al verdadero culpable y pague por lo que hizo. Porque yo estoy pagando por un delito que otro cometió.

¿Qué opinión le merece que las autoridades, e incluso la misma familia, haya sospechado de un pariente de Angie Paola, como una de las personas que posiblemente tenga que ver en la desaparición y posterior asesinato de esta menor?

Ustedes saben muy bien que la mayoría de los que cometen abusos sexuales por lo general son familiares o personas allegadas. Nosotros como padres de familia enseñamos a nuestros hijos a no acercarse a desconocidos, y por eso no creo que esa niña se haya ido con alguien que no conociera. Algo que quiero aclarar, porque mucha gente me lo pregunta, es que yo no tengo ningún parentesco con la familia de la niña, no soy amigo, no los conozco y jamás he ido a Baranoa.

¿Le gustaría enviarle algún mensaje a la familia de Angie Paola?

Quiero que se pongan la mano en el corazón y se den cuenta que yo tengo familia. Yo era el motor de ellos, porque trabajaba para ayudar a mi madre y para sacar adelante a mi esposa y a mis hijos. Quiero que sean honestos, que en todo momento digan la verdad, porque como dijo Jesús: ‘conoceréis la verdad y la verdad os hará libres’. Si saben algo de quién hizo eso que digan, para que no quede en la impunidad. Ese es el mensaje que les envío respetuosamente.

¿Qué mensaje les envías a las autoridades para que le den celeridad a este proceso y se tome una decisión de fondo, sin importar quién sea el culpable?

El llamado que les hago a las autoridades es que investiguen con la seriedad y la experiencia que tienen. Yo sé que muchas veces la justicia tarda, pero finalmente llega.

¿Guarda algún resentimiento en contra de su suegra Sandry González Campo, la mujer que aseguró haberlo escuchado cuando usted confesaba que había matado a la niña Angie Paola?

A pesar de que he sufrido y he aguantado muchas humillaciones en estos tres años, no tengo ningún resentimiento en contra de ella. Dios dice que la venganza es de él. Que nosotros nos encarguemos de hacer el bien. Solo deseo que ella diga la verdad, y la gran verdad es que yo soy completamente inocente.

Finalmente, ‘la pregunta del millón’ ¿por qué cree usted que Sandry Patricia González Sánchez, su suegra, le hizo un señalamiento tan grave como fue responsabilizarlo de la muerte de Angie Paola, un crimen brutal que todo el mundo repudiaba?

Todavía trato de encontrarle una explicación a esto y no la hallo. No entiendo por qué esa señora se atrevió a decir algo así, a perjudicarme de esta manera. No sé si fue por dinero, o si es que tiene problemas psiquiátricos, esto deberá resolverlo la justicia y ojalá que se pronto porque no aguanto más esta situación de estar pagando cárcel por algo de lo que soy completamente inocente. Lo que sí sé es que esta señora me calumnió y algún día tendrá que saberse la verdad.

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