Falsa médica que inyectó penicilina a paciente alérgico y lo mató
El caso de negligencia se presentó en enero de 2015, en la clínica Porvenir del municipio atlanticense, según fallo del Juzgado Segundo Penal del Circuito de Soledad, que le dio siete años y cinco meses de prisión.
El 4 de enero de 2015, Ray Fontalvo Miguel Gálvez llegó a la Clínica Porvenir, en Soledad, para ser atendido por un fuerte dolor que presentaba en la pierna derecha por un abceso que le había salido y por una fiebre que lo aquejaba.
El hombre, entonces de 25 años, llegó a la urgencia del centro asistencial hacia las 11:15 de la mañana, acompañado de su esposa, María Cogoyo Romo.
Tras una larga espera, finalmente Ray Fontalvo fue atendido por la médica en turno, Yeudith Karina Martínez Mejía. Antes de que le fuera suministrado algún medicamento, su esposa le advirtió a la doctora que su pareja era alérgico a la penicilina.
Sin embargo –y como consta en la denuncia penal que instauró en la Fiscalía– Martínez le respondió que los médicos eran ellos y que para eso habían estudiado. Por ello ordenó que se le aplicara un gramo de oxacilina por vía intravenosa, que es un antibiótico. También le fue inyectado clindamicina de 600 miligramos, otro antibiótico.
No transcurrieron dos minutos –según dijo la esposa– cuando el medicamento empezó a hacer reacción en la humanidad de Fontalvo Gálvez: convulsionó y presentó dificultad para respirar. En su denuncia, la mujer asegura que corrió y le quitó el catéter a su esposo, al tiempo que gritaba pidiendo ayuda, a lo que un auxiliar llegó y le puso adrenalina al paciente, pero este no respondió.
Fontalvo Gálvez fue remitido al Hospial de la Universidad del Norte, donde les informaron a los familiares que había llegado sin signos vitales.
No era médica
Una vez se presentó el deceso de Ray Miguel Fontalvo Gálvez, y tras la denuncia de los familiares por un “mal procedimiento médico”, el 10 de marzo del mismo año, Yeudith Karina Martínez Mejía rindió un interrogatorio ante un funcionario de Policía Judicial del CTI de la Fiscalía.
En la diligencia, Martínez Mejía manifestó que había realizado su carrera de medicina en la Fundación Universitaria San Martín, sede Caribe. Dijo que ingresó en 2004 y, supuestamente, salió a hacer el internado en 2011, tiempo en el que estuvo seis meses en el Hospital Cari de Barranquilla y otros seis meses en el Hospital Local de Malambo, según indicó.
La supuesta médica señaló que posteriormente, en 2012, realizó el año rural en el Hospital Local de Cicuco (Bolívar) y que una vez terminó sus estudios, la universidad no le dio el diploma porque les debía unos 20 millones de pesos.
Ante esa adversidad, Martínez Mejía aceptó que falsificó el diploma de una compañera suya para poder empezar a trabajar, fue así como ingresó al hospital de Sitio Nuevo (Magdalena), donde laboró como médica durante tres meses, en 2014; y luego entró a trabajar en la Clínica Porvenir, de Soledad “con la misma documentación”.
Una vez obtuvieron el reporte de notas parciales de los estudios realizados por Yeudith Karina Martínez Mejía, investigadores judiciales evidenciaron que la mujer solo había cursado seis semestres de medicina en la universidad San Martín y no la carrera completa, como lo informó en el interrogatorio que rindió.
La pena impuesta
El 19 de agosto de 2015, Martínez Mejía fue presentada en audiencia ante el Juzgado Primero Penal Municipal de Soledad. En la diligencia judicial un fiscal le imputó los delitos de homicidio, en concurso con documento falso, cargos que no aceptó. El togado no impuso medida de aseguramiento en contra de la procesada, “principalmente porque la Fiscalía no la solicitó”, y ordenó su libertad inmediata.
En agosto de 2017, la falsa médica llegó a un preacuerdo con la Fiscalía, en el que aceptó los cargos imputados, a cambio de que se le reconociera el atenuante de ira e intenso dolor. El 19 de octubre de 2017, el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Soledad la halló responsable de la comisión de los delitos de homicidio simple y uso de documento falso, al tiempo que le impuso una pena de 90 meses de prisión (7 años y 5 meses).
En la misma decisión, el juez ordenó se librara orden de captura en contra de Yeudith Karina Martínez Mejía, quien hasta el día de hoy se encuentra huyendo.
Así mismo, el togado compulsó copias penales y disciplinarias con destino a la Fiscalía y a las Secretarías de Salud correspondientes para que “investiguen las faltas en las que pudieron incurrir los representantes legales de la Clínica Porvenir, Hospital Cari de Barranquilla, Hospital Local de Malambo y Hospital de Cicuco (Bolívar), entidades que contrataron a Yeudith Karina Martínez Mejía para que ejerciera la medicina en sus instalaciones, con un diploma y un acta de grado falsos, sin que hubiera terminado el programa académico de medicina”.
El pasado 11 de enero, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla resolvió la apelación que interpuso la abogada de la condenada y confirmó “íntegramente la sentencia recurrida”.
“Asaltada en su buena fe”
A raíz de la investigación que ordenó el Juzgado a los diferentes centros asistenciales en los que trabajó Yeudith Karina Martínez Mejía, AL DÍA contactó a César Augusto Castillo Caballero, apoderado judicial de la Clínica Porvenir Ltda., para que diera su versión sobre los hechos denunciados ante la Fiscalía.
El abogado informó que la hoja de vida que presentó en septiembre de 2014 Martínez Mejía “fue sujeta a una verificación de títulos, a una serie de exámenes cronológicos y prácticos, al igual que a una serie de preguntas y de pruebas que se hacen previas a su contratación”.
Señaló que verificaron la experiencia que acreditaba la mujer, en los hospitales y clínicas en los que dijo había trabajado, pero no así la verificación del título de medicina que presentó de la universidad San Martín, porque para esa época el plantel educativo se encontraba en paro por una serie de protestas.
“La verificación la pudimos hacer mediante correo electrónico que enviamos a la universidad, a fin de que ella pudiera ser contratada, pero nunca nos fue contestada porque la institución cerró sus puertas al público”, explicó el abogado.
Según Castillo, a principios de diciembre de 2014 existió una emergencia amarilla en la clínica Porvenir, razón por la cual y por la necesidad del servicio, les “tocó quedarse con Yeudith Martínez”, quien laboró con ellos solo un mes, tiempo en el que sucedió el hecho.
“La clínica fue asaltada en su buena fe, fue engañada así como fue engañado en su momento el Cari y las otras instituciones por parte de Yeudith Martínez. Apenas nos enteramos de lo que había hecho, la denunciamos ante la Fiscalía”, dijo el abogado.
AL DÍAse comunicó con el gerente del Hospital Local de Malambo, quien indicó que se encontraba verificando la información, de igual manera se comunicó con la Secretaría de Salud departamental de Bolívar y no se obtuvo respuesta, como tampoco por parte del Hospital Cari.