Los antiguos manicomios de la costa dejaron muchas historias escalofriantes e infernales surgidas desde los calabozos para los enfermos siquiátricos, quedaron como fantasmas en los datos clínicos de estos hospitales.
Pero existen muchos relatos que logran salir a la luz que hoy se conocen, pero generan terror y pánico al enterarse de los demonios que poseían estos enfermos y los hechos turbulentos que generaron.
Una historia que desconocen algunos, pero que hoy nos dan testimonios varios de sus protagonistas es la de Eladia, la loca del manicomio de mujeres del Hospital de Barranquilla. Se trata de una mujer que fue injustamente diagnosticada como enferma mental en complicidad de sus padres, para mantenerla alejada de un amor prohibido.
El hospital de Barranquilla contó con un manicomio de mujeres en la década de los 50, cuando este centro médico era dirigido por una orden de monjas a cargo de Sor Hortensia de María, esta madre superiora fallecería y su espectro sería conocido en las leyendas fantasmales del hospital como ‘La Monja’.
Ella recibía a las mujeres con demencia, la mayoría llegaban procedentes del interior del país, para mantenerlas encerradas y alejadas ya que muchas significaban una vergüenza para las familias tradicionales de ese tiempo. “Allí llegaban, las monjitas las recibían y eran enviadas a los calabozos del hospital donde sufrían por los tratamientos a los que eran sometidas, yo era una niña cuando eso”, cuenta Fabiola Sánchez, una anciana de 87 años que presenció la manera en que las enfermas mentales eran torturadas con chorros de agua fría y amarres con cuerdas hasta el cuello.
Zunilda Ortiz, de 69 años, hija de una antigua vendedora de fritos en las afueras del hospital, cuenta que en medio de la demencia que se vivía en ese lugar, sobresalió la historia de una joven llamada Eladia, quien llegó a escaparse, manteniendo a muchos a la expectativa, hasta que se conoció su fatídico final.
“Ella era santandereana que no estaba loca, decían que fue forzada por su padre a ser monja, pero había sido expulsada del convento al quedar embarazada de un joven samario con el cual mantenía un fuerte romance. Después de alumbrar fue separada de su hijo y enviada al manicomio para así mantenerla alejada de su amado”.
“Ella lloraba mucho y con la madre Hortensia nos percatamos que era una persona mentalmente sana, andaba escribiendo siempre cartas para su amor que en secreto le hacíamos llegar, hasta que él no aguantó la separación y raptó a su hijo de la casa de los padres de Eladia”, agregó Ortiz.
Finalmente esta mujer escapó y fue a encontrarse con su hijo y su amado, pero murieron luego de una extraña explosión en un cuarto ubicado en el Paseo Bolívar donde se almacenaba pólvora. Dicen que fue una muerte muy extraña y que el bebé quedó adherido a la piel de su madre.
“Desde entonces cuentan que esta familia se aparece fantasmalmente en ciertas noches sentados en la plaza del Paseo Bolívar donde se les escuchar hablar y reír junto a su bebé”.