En la Navidad de hace 40 años, el actor británico Charles Chaplin, considerado el gran genio del cine mudo, murió mientras dormía en su residencia de Suiza, donde había vivido el último cuarto de siglo. Fue un 25 de diciembre que enmudeció a sus seguidores alrededor del mundo, los cuales hoy luego de cuatro décadas lo siguen recordando.
Sus películas, con sus singulares personajes e historias, han superado barreras geográficas, culturales y al gran verdugo del tiempo, gracias a que los mensajes que contenían son ahora tan actuales como lo eran entre los años 20 y 50 del siglo pasado. “Las redes sociales no cesan de multiplicar esos mensajes y gracias a internet el discurso de El gran dictador o las escenas de engranajes de Tiempos modernos son más difundidas que nunca”, comentó la jefa de comunicación de Universo Chaplin, Annick Barbezat-Perrin.
Las estadísticas que lleva el nuevo museo que crearon en su última morada, indican que ese discurso ha sido visto 30 millones de veces en Youtube, cifra inimaginable para una película producida en 1940.
La razón de la alta recordación de la imagen de Sir Charles Spencer, se debe a que sus ideales estaban centrados en un humanismo que pregona la paz y la tolerancia mutua, aspectos que resultan de gran actualidad en un mundo sacudido por la violencia y con políticos que promueven la división.
Para rendirle honores desde el pasado 7 de diciembre se inauguró en presencia de uno de los hijos de Chaplin, Eugéne, una estatua de hielo en la cima del nevado suizo Jungfraujoch (4.158 metros de altura) que representa una escena de la película El niño, en la que Charles y el niño están sentados uno al lado del otro.
Foto: Keystone/Peter Schneider
RECONOCIMIENTO UNIVERSAL
Chaplin quien además de actor cómico, se destacó en sus facetas como guionista, productor, director, músico y editor de cine, convirtiéndose así en símbolo de humorismo y del cine mudo a nivel mundial.
Se dijo muchas veces que Chaplin fue el artista de mayor universalidad de la historia, más que Miguel Ángel o William Shakespeare, porque con su bastón, bigote, bombín y enormes zapatos había podido conmover tanto a los grandes públicos estadounidenses, europeos y sudamericanos como a los espectadores del más remoto lugar del mundo.
Nacido en Londres el 16 de abril de 1889, tuvo padres que actuaban en el music-hall, humilde escenario en el que debutó a los cinco años.
Su personaje Charlot salió a la palestra en 1914, en la película Ganándose el pan, y durante ese año rodó 35 cortometrajes, entre ellos Todo por un paraguas, Charlot en el baile y Charlot y el fuego. Sin embargo, las películas más destacadas de Chaplin fueron La quimera del oro (1925), Luces de la ciudad (1931), Tiempos modernos (1936) y El gran dictador (1940).
Desde mediados de la década de 1910 dirigió la mayoría de sus películas; para 1916 también se encargó de la producción, y desde 1918 compuso la música para sus largometrajes.
Chaplin recibió el premio Óscar Honorífico en 1928 y 1972; fue candidato al premio Nobel de la Paz en 1948; lo nombraron caballero de la Orden del Imperio Británico en 1975 y se colocó una estrella con su nombre en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1970.
En 1952, tras una serie de problemas políticos que lo involucraban con el comunismo y con la realización de actividades antiestadounidenses, debió exiliarse en Vaud (Suiza), donde falleció el 25 de diciembre de 1977.