En las entrañas del barrio Las Palmas, nació Juan Carlos Cantillo Henríquez, un hombre que ha dedicado su vida al fútbol. También en ese popular barrio ubicado en el Suroriente de Barranquilla se enamoró de los picós al asistir a icónicos bailes como A Pleno Sol y Lluvia de Locos, donde bailó lo mejor de la salsa, la música africana y verbenera.
En 1994 el volante mixto recibió el llamado de Julio Avelino Comesaña para jugar en el primer equipo del Junior, al lado de destacadas figuras como El Pibe Valderrama, Víctor Pacheco, Cristián Montecinos, entre otros. Durante dos años desplegó su talento en el onceno tiburón y aunque no fue titular indiscutido aportó su grano de arena para la consecución de la cuarta estrella en 1995.
Debido a su juego vistoso, llamó la atención de varios equipos, entre ellos Independiente Medellín, Real Cartagena, Unicosta, Rionegro y Deportivo Itaguí, en los que también hizo muchas gambetas.
De manera paralela a sus éxitos y tropiezos en la cancha, Cantillo o el 10 como lo llaman, alimentó su gusto musical con temas como El horóscopo, Ela Ela y La minina, los cuales son sus favoritos. “En los barrios del sur uno agarra un gusto por el fútbol y la música que se lleva hasta la tumba. He podido combinar estas dos facetas al punto que hace dos años decidí hacer mi turbo El CR-10, con el cual he impactado debido a nuestra variada programación”, explicó Cantillo de 44 años.
Su máquina musical tiene como sede el barrio Villa Del Carmen II, y toma el nombre de las iniciales del apellido del futbolista y de su esposa Yoleidis Rodríguez. “Esto empezó como un hobbie, pero con el tiempo vi que podía ser una fuente de ingresos para la familia y aquí estamos bien organizados para marcar diferencia. Tengo otros dos DJ, Luis y Glen, El Tigre, que me ayudan a poner a bailar a la gente donde quiera que vayamos. No tenemos límites sonamos de norte a sur”, contó a AL DÍA Juan Carlos quien acaba de participar en el primer encuentro competitivo de nuevos turbos.
Al preguntarle sobre cómo es una de sus tandas, no vacila en decir que lo suyo es la salsa y la música africana, por lo que sería así: Tienes que quererme, Es mi vida, El aguao original y El Sube sube. “También programamos vallenatos, merengue y baladas, pero cuando suelto estos discos la pista se llena, el que no los baile es porque es mocho”, sostuvo.
En cuanto a la presentación del turbo se destaca el escudo del Junior y el número 10. Esta máquina musical cuenta con cuatro bajos de 18, cuatro medios de 10 y brillos dirvers de 500 vatios de potencia. “Hay turbos nuevos que venimos trabajando organizadamente y que también pedimos una oportunidad para mostrar nuestro talento desde la tornamesa. Tenemos una programación muy comercial que de ninguna manera incita a la violencia”, expresó Cantillo que también se ha ganado la vida como ‘escobita’ de la Triple A, repartidor de periódicos en El Tiempo y en la planta de Tecnoglass.
DESCUBRIENDO TALENTOS
Actualmente Cantillo sigue ligado al deporte de las multitudes, el año pasado desde el banco técnico llevó a la Selección Atlántico Infantil a la final del Torneo Nacional y hace seis años es formador de jugadores en la Sub 15 del Junior. “Sigo haciendo mis aportes. En una de nuestras veedurías descubrimos al guajiro Luis Díaz que brilló en Junior y ahora en el Porto. La idea es seguir visitando toda la costa para potencializar el talento de muchos jóvenes que están escondidos en algunos municipios o corregimientos”.