La indignación la llevó a estudiar cine
Es Leiqui Uriana, coordinadora de la Octava Muestra de Cine y Video Wayuu.
La wayuu colombo venezolana Leiqui Uriana era en el 2006 una estudiante de enfermería, pero la indignación por una película que denigraba a la mujer wayuu la hizo cambiar de opinión y cambió las inyecciones por las cámaras de video.
Fue un filme venezolano, en el que según la cineasta, no mostraba la realidad, sino que irrespetaba la figura materna, que es tan sagrada en esta etnia.
Hoy, doce años después, Leiqui se ha convertido en la más destacada productora del pueblo wayuu y como tal fue presentada en la Octava Muestra de Cine y Video Wayuu que se desarrolla hasta el nueve de este mes en Uribia, la capital indígena de Colombia y que es organizada por la Red de Comunicaciones del Pueblo Wayuu de la cual hace parte
Durante su carrera ha hecho miles de producciones, desde que comenzó en el canal Vive Tv en Maracaibo, donde aprendió mucho con el francés Xavier Larroque, pero su gran trabajo lo realizó el año pasado en la película de Ciro Guerra y Cristina Gallego, Pájaros de Verano, en la que realizó toda la producción en La Guajira y fue asistente de dirección de los actores wayuu.
“Fue un gran trabajo, de mucho aprendizaje, al lado de grandes talentos y creo que fue una gran escuela”, manifestó.
Afirmó que el filme recogió el objetivo que se trazó cuando quiso estudiar cine, que fue contar sus propias historias, desde el sentir de los wayuu, porque son ellos los que saben qué mostrar y cómo mostrarlo.
Leiqui fue estudiante de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba, donde estuvo tres años y se graduó de dirección de documentales. Desde entonces ha trabajado, no solo para contar las historias de sus paisanos y ancestros, sino para enseñar a jóvenes wayuu para que también puedan hacer este trabajo.
En la Muestra se presentó el preestreno de otra de sus producciones, Magnolia del mar, la cual realizó junto a sus compañeros de la Red Miguel Ramírez y Mileidys Polanco. “Se trata de un trabajo en el que se enaltece a la mujer wayuu como respuesta a la avalancha de noticias negativas en los medios, sobre las muertes de niños por desnutrición. Quisimos mostrar que nuestras mujeres no dejan morir a sus hijos”, explicó. Sus realizadores esperan poder presentarla en el Festival de Cine de Cartagena en su próxima edición, para lo cual están haciendo todas las gestiones necesarias.
GRAN ACOGIDA DE LA MUESTRA
Esta Octava Muestra de Cine y Video Wayuu se instaló al son de la kasha (tambor wayuu) en la Plaza Colombia del municipio de Uribia y durante la primera noche se presentó el corto animado Nawuin, de Tony Márquez, así como los documentales Mar de colores, capítulo Uriana, de Luis Fernando Malagón; Tierra seca, de Iván Wild y Ser un ser, de Leiqui Uriana. Igualmente se realizó frente al mar del vecino municipio de Manaure una jornada de armonización donde los espíritus de los ancestros wayuu se impregnaron en el grupo de comunicadores y realizadores que participan de este evento étnico y cultural.
