Mantenerse hasta los 103 años sobre una tarima al frente de la Sonora Ponceña, agrupación que fundó hace 62 años, es un auténtico récord en el medio musical para
Enrique Lucca Caraballo
, el cual debería quedar registrado en el libro Guinnes Récord.
Pese a los cuatro infartos cardiacos que sufrió, Don Quique, como era conocido en el medio salsero,siempre se mantuvo activo; hasta el domingo pasado cuando fue vencido por el quinto paro respiratorio que acabó con su flamante carrera artística.
Enrique Lucca, guitarrista y vocalista, es considerado el salsero más longevo del mundo.En muchas entrevistas afirmó que su amor por la música lo llevó a pasar de ser un taxista anónimo a un músico de renombre.“Me gustaba pasear a la gente por las playas, pero lo que más he disfrutado en mi vida es dirigir mi propia banda”.
El vocalista neoyorquino Héctor ‘Pichie’ Pérez, que en 1983 recibió el llamado de Don Quique para integrar la Ponceña, en diálogo con AL DÍA dijo ayer que Don Quique era un hombre que inspiraba admiración desde todo punto de vista. “El solo hecho de verlo trepado en tarima a los 103 años, era algo que motivaba a todos los de la banda. Para mí se ganó un Guinnes Récord, por su amor a la salsa. Él trataba de mantener siempre al grupo unido y como anécdota debo confesar que cuando ese señor marcaba el cuatro, todos nos teníamos que estar atentos, porque debíamos entrar afincao”, declaró el intérprete de clásicos como Yambeque y Fuego en el 23.
Pichie Pérez afirma que Don Quique los acompañó en giras muy extensas por Europa, América y Asia, y que jamás lo notó agotado. “Es increíble, pero era el primero en levantarse y de los últimos en caer dormido, por eso siempre lo comparamos con un roble. Quique era nuestra guía musical, y su hijo Papo era quien interpretaba sus ideas”.
LA PONCEÑA TOCÓ EN MEDIO DEL LUTO
En medio del dolor por la pérdida de su fundador, los integrantes de la agrupación liderados por el pianista Papo Lucca, se presentaron la noche del domingo, día de su muerte, en el municipio de Santa Isabel (Puerto Rico). La orquesta comenzó a tocar a las 7:30 p.m. en las fiestas de la fundación de esta localidad, mientras el cuerpo de Don Quique era recibido en la funeraria Jackie Oliver en Ponce.
Un compungido Papo Lucca, junto al resto de los miembros de la orquesta, decidió no cancelar la presentación de esa noche en honor a su padre, dado que el veterano músico le enseñó que la responsabilidad y el deber son una prioridad. “Estamos aquí como él hubiese querido. Sabemos que él está al lado de nosotros”, dijo Papo antes de ubicarse en el banquillo del piano
VELADO EN SU CASA
Don Quique Lucca, que el pasado 19 de septiembre fue internado en el Hospital Damas a causa de la fractura que sufrió en la cadera derecha, fue velado ayer en su residencia de la calle Genuino, en Ponce, tal como se lo pidió a sus familiares.
“Este miércoles se saldrá hacia el Cementerio La Piedad de Ponce para despedirlo. Gracias por su cariño y apoyo en este momento tan difícil y doloroso”, escribió Papo en Facebook. Roberto Angleró, otra gloria boricua, dijo “gran pérdida para la música, se enciende otra estrella en el firmamento”.