A sus 42 años, con toda una exitosa carrera artistica, sorpresivamente Iván Zuleta Barros “cayó en manos de las implacables redes sociales”.
Por estos dias viene siendo objeto de burlas, bromas, mamaderas de gallo, memes, especulaciones, y todo lo que se suele dar en estos espacios. El motivo del bullying es la delgadez extrema que hoy tiene al acordeonero pesando 54 kilos, y que ha llevado a muchos a preguntarse ‘¿Y qué tiene Iván, que se ve tan llevao?’.
Zuleta Barros, de la disnatía grande de los Zuletas del Vallenato, atendió amablemente a AL DÍA en su apartamento del tradicional barrio Novalito de Valledupar, y esto respondió sobre su aspecto.
“Mido 1.60 y estaba pesando 84.7 kilos, era prediabético y prehipertenso. Me hice una cirugía gástrica por salud e imagen, porque si quiero lanzar un proyecto debo estar al nivel de lo que el público está adquiriendo musicalmente”.
Reconoce que el proceso posoperatorio ha sido difícil por las implicaciones alimenticias que esto conlleva, y por soportar los comentarios ‘pesados’ de la gente. “No me da rabia, sino tristeza, que en las redes sociales la gente hable de alcoholismo, de adicciones, de enfermedades terminales, cuando uno lo que está es luchando con un proceso, porque a uno le operan el estómago y no la mente, y no es nada fácil querer comer y no poder. A uno le inhabilitan el 70 por ciento del estómago”, explicó Iván. Su familia ha sabido afrontar el tema, e incluso, disfruta ‘las chanzas’ que su hijo de 7 años le hace; lo mismo que su papá, el humorista Fabio Zuleta.
“En las redes sociales uno nota que hay cuentas que escriben comentarios, las vas a ver y no tienen ni una publicación, es decir, hacen un perfil para hacer daño, para crear malos ambientes. Hay comentarios que me los disfruto, pero hay otros que son muy desfasados”, manifestó Zuleta. Lo que médicamente se llama ‘manga gástrica’, se la practicaron en Bogotá. Señala que entes de entrar al quirófano sabía que se enfrentaría a comentarios de la gente, pero también recuerda que esto salvó su vida.
“No me arrepiento de lo que hice, al contrario, el internista me dijo que estaba ‘a una puerta del infierno’, porque el diabético entra y no se devuelve, y yo era prediabético”, reveló.
Ahora con su grupo La Tropa de Iván Zuleta hace giras todos los fines de semana. No ha sufrido descompensación y por el contrario, con su característica jocosidad señala que “toco hasta 20 canciones y quedo igualito”.
A ganar peso
Sin asomo de rabia, Iván entiende a quienes lo critican, y los justifica: “La gente tiene tanto tiempo de verlo a uno gordo, que al estar ahora flaco se impresionan, eso es entendible”.
Para lograr un punto medio entre el pasado y el presente de su talla, Zuleta inició un nuevo tratamiento.
“A la vuelta de tres o cinco meses, voy a recuperar algo de peso”.