El equipo costeño se consagró campeón del Desafío Súper Regiones, reality de resistencia física y convivencia que luego de 15 años, por primera vez entregó un premio por equipo.
Tras participar en más de 80 batallas, soportar días intensos en los que el hambre, el cansancio, y la convivencia parecían ganar la batalla, el barranquillero Jerry Heredia, la samaria Lairen Bernier, el cordobés Elkin Herrera (Reikin) y la vallenata Brynnis López, lucharon juntos y se quedaron con el botín de 261.220 dólares (alrededor de 880 millones de pesos).
Estos guerreros se batieron a muerte ante los representantes de los equipos Llaneros, Pastusos, Tolima Grande, Amazónicos, Antioqueños, Cachacos, Cafeteros, Santandereanos y Vallecaucanos. La competencia fue bastante reñida y se tornó muy complicada para los tiburones debido a que sus únicos aliados fueron los Vallecaucanos y siempre estuvieron expuestos a ser debilitados con algunos súper poderes por parte de los demás rivales.
AL DÍA dialogó con el currambero Jerry Heredia quien con el pasar de las pruebas se convirtió en uno de los referentes del equipo costeño.
“Siento que me entró un fresco con este triunfo, porque uno allá estaba rodeado de unas energías muy pesadas, teníamos a todas las regiones en contra, excepto Valle, que son nuestros grandes amigos. Allá tuvimos que remar siempre en contra y eso nos hizo mucho más fuerte, por eso quiero que la costa celebre este Desafío como si fuera un título del Junior. Ellos nos vieron fuertes y siempre nos atacaron durísimo, nos denigraron como personas y obvio que al ganar sientes un fresco inmenso. Te deja una gran reflexión que es muy bíblica y es que los humillados siempre serán enaltecidos”, dijo el joven de 28 años que es entrenador deportivo y practica calistenia extrema.
El currambero surgido de las entrañas del popular barrio Carrizal, quien laboró en Telecaribe como presentador de cápsulas deportivas, sostuvo que solo su equipo vivió el verdadero desafío. “Siempre que tenían un súper poder lo usaban para atacarnos. Pasamos muchas dificultades, especialmente de comida, a la semifinal ante Tolima llegamos con dos días sin probar un solo bocado, no creíamos que lo lograríamos, pero al iniciar la prueba la adrenalina sube y a uno se le olvida que tiene hambre y solo piensas en ganar”.
“Mi mamá me dijo que no fuera al desafío porque iba a chupar filo y yo soy muy comelón, como ocho veces al día y allá eso era imposible. Al principio comimos dos veces al día, luego una vez, generalmente con atún, y después puras frutas. Duramos 25 días sin dinero, sin tener con qué comer y los únicos que nos ayudaron fueron los Vallecaucanos que se quitaron el pan de la boca para darnos a nosotros, por eso este triunfo también es para el Valle”, agregó el papá de Jareth, de 5 años y Theo de 1.
Sobre la clave para salir vencedores, afirmó que estuvo en la armonía que mantuvieron. “Jamás nos vieron peleando como lo hacían los demás equipos. Fuimos buenos estrategas y creo que el hecho de ser costeños nos dio esa frescura y alegría para sobreponernos ante los momentos más crueles del concurso”.
Finalmente expresó que su paso por la arena de Cap Cana (República Dominicana) le cambió la vida por completo. “El mayor desafío fue conmigo mismo, aprender a conocerme. Ya no soy el mismo Jerry que entró, soy muy diferente, una persona mucho mejor, más competente y capaz”.
Ahora Jerry está enfocado en montar su gimnasio, comprar su apartamento y prepararse intensamente para participar en el reality estadounidense Ninja Warrior.