Shakira, perdona que use esta frase tan barranquillera en un medio de comunicación masivo, como parte de un texto que desea ser decente y profundo:¡tienes huevo!
Ojalá pudiera decir lo obvio. Esto es, que tienes ovarios, como lo atestigua que has concebido y parido dos hijos. Pero, no. Tienes huevo, en nuestro sentido más coloquial.
Y te lo digo con todo el respeto, como vecina de esta tierra en la que ya no habitas. Y te lo digo también como madre de un hijo que tiene tu misma edad, una persona que te siente cercana y te ha admirado y estudiado.
Pero tienes huevo, te faltaron esos ovarios tan bien puestos cuando desafiaste a todo el mundo y te lanzaste con tremendos Pies Descalzos a conquistar la juventud de esa época –no tan lejana– con una fuerza femenina arrolladora.
Eres bellísima, eres famosa, tienes dinero de sobra, tienes un esposo y unos niños bellos. Has hecho un trabajo sobresaliente en la música pop a nivel global. Eres tan poderosa como Afrodita, Artemis, Gea y Parvati. Todas las diosas te podrían envidiar.
Entonces, ¿qué carajos haces en un video-canción con Maluma?
Confieso que ya sabía de esa canción, pero no la había escuchado sino hasta el momento de escribir esta columna.
En esa maravillosa letra que necesitó de cinco escritores para acercarse al Olimpo del cancionero reguetonero en busca de la aprobación masiva de las adoradoras del chico a quien tú ofreces un featuring, hay una línea que a lo mejor te parece apropiada para una mujer contemporánea: No soy de ti ni de nadie.
¿O de pronto crees que esta otra frase: con mi cuerpo eres un egoísta dice algo que reivindique el cuerpo de las mujeres que, ya sabemos, sufren de toda clase de atropellos en Colombia y en demasiados otros países?
Unir tu figura a la de ese man no te da nada. Te quita. Sus enamoradas no se van a creer el cuento. No te igualas a él, eres solo el backdrop en la canción, ese cuerpo que todas quieren tener para que él las toque, el oído que se abre cuando él les diga que son unas chantajistas.
Eres el reemplazo, una stand in, no eres tú, Shakira, la protagonista de tu propia historia. “La retórica es tu arma más letal”.Te escuchan millones, Shakira, ¡usa tu instrumento para lo que es!