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Bucaramanga 2, Junior 0: otro ridículo

ayro Moreno y Jefferson Mena anotaron para Bucaramanga.

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Junior va de mal en peor. Después de la vergonzosa derrota 4-0 ante Unión de Santa Fe en la Copa Sudamericana, el equipo siguió haciendo el ridículo en la Liga al perder 2-0 ante Atlético Bucaramanga, en la noche de este martes, en el estadio Alfonso López, de la capital de Santander, en la segunda fecha de los cuadrangulares semifinales, donde se le van reduciendo enormemente las posibilidades reales de clasificar a la final.

Se esperaba que el equipo de Juan Cruz Real se pellizcara y se reivindicara en el torneo local por la decepción en la competencia internacional, pero nada, siguió sumido en la mediocridad, en la falta de acierto para anotar un triste gol y en la ausencia de carácter para reponerse a un marcador adverso.

‘El Tiburón’ nuevamente fue impotente al atacar y cándido para defenderse. Naufragó sin dientes, sin fútbol, sin orden, sin pundonor y sin alma ante un adversario totalmente ganable que se envalentonó cuando anotó el primer gol.

Junior tomó la iniciativa y procuró descorchar el marcador, aunque carecía de precisión, claridad y calidad en el último cuarto de cancha. Omar Albornoz y Yesus Cabrera, con malas recepciones, entregas y decisiones desperdiciaron ataques prometedores.

Aparte, Didier Moreno, Gabriel Fuentes, Daniel Giraldo y Fabián Viáfara cometieron varios errores no forzados y perdieron pelotas que tiraban por la borda la elaboración de jugadas.

Bucaramanga parecía inofensivo y Junior dominaba, a pesar de sus carencias, con el protagonismo constante de Miguel Borja. Con su fuerza y potencia se mostraba y sacaba ventaja, aunque le faltó lo que le sobró después a Dayro Moreno: contundencia.

El artillero cordobés no aprovechó un par de ocasiones que se le presentaron para reflejar en el marcador la superioridad limitada que alcanzaba a imponer Junior.

Dayro, en cambio, en la primera ocasión que tuvo para tirar al arco, infló la red.

Bucaramanga, que había estado deambulando y esperando atrás, aprovechó los espacios en la zona posterior de los rojiblancos, habilitaron a Dayro y el delantero disparó un balazo que no encontró resistencia de Sebastián Viera.

Golazo por lo certero que fue el derechazo de Dayro, a pesar de que no estaba de frente a la portería, pero el balón pasó por el palo que custodiaba el cancerbero uruguayo. Se pudo hacer algo más.

El tanto terminó de enredar a un Junior descolorido y sin vigor. Para colmo de males se lesionó Fredy Hinestroza y Juan Cruz Real envió al campo de juego a la única alternativa que había en el banco para alentar la esperanza de triunfo, Luis ‘Cariaco’ González.

Ya la segunda parte, Junior salió a la cancha con deseos de igualar y remontar, pero se encontró con un contrincante con tuercas más apretadas y ya no llegaba tan fácil. Mucho menos después de que el anfitrión convirtió la segunda diana.

‘El Leopardo’ rugió de nuevo en un cobro de pelota quieta desde la izquierda que Carlos Henao, sin mucha resistencia, cabeceó desde el segundo palo hacia el otro. Cuando la pelota ya había superado a Viera y estaba cruzando la línea de meta, Jefferson Mena la terminó de empujar. El gol se lo dieron a él.

Junior se desinfló completamente con esa anotación. Juan Cruz Real, en un intento desesperado por tratar de impulsar una reacción, mandó al campo de juego a Wálmer Pacheco, Jhon Pajoy y Carmelo Valencia en lugar de Viáfara, Albornoz y Giraldo, quienes no aportaron absolutamente nada.

De poco y nada sirvieron las modificaciones. Bucaramanga se arrinconó para proteger su ventaja y le dio terreno a los rojiblancos, que no supieron qué hacer para descontar siquiera. De la mano de ‘Cariaco’ González, quien fue el que más voluntad y habilidad mostró, Junior se aproximó sin suerte.

Había escaso ingenio de los demás y se terminó apelando a lo mismo que no dio resultados ante Unión: los estériles centros. Carmelo despilfarró uno y ‘Cariaco’ impactó otro de buena forma, pero infortunadamente se estrelló en la nuca de Henao.

Bucaramanga, que por algunos ratos hizo que se cantara “ole” desde las tribunas, mantuvo su ventaja y redondeó su victoria, que para Junior no es más que otro ridículo.