El objetivo se logró. Pudo ser sin el drama de los penaltis, pero en últimas, Junior cumplió la misión y avanzó este miércoles a los cuartos de final de la Copa Colombia al derrotar 4-3 al Envigado, en definición por tiros desde el punto penal, después de igualar 3-3 en los 90 minutos de juego.
De la mano y los pies de Sebastián Viera, el único titular riguroso que usó de entrada Luis Amaranto Pera en este compromiso, los Tiburones sellaron su clasificación en esta eliminatoria a partido único, en el Parque Estadio Sur, del municipio antioqueño.
En un cobro de tiro libre, Viera propició el gol del empate de Jeison Angulo cuando los rojiblancos perdían 2-1. Además, en la resolución desde los doce pasos se lució atajando un cobro a Neyder Moreno y acertando el que concretó la victoria.
El partido comenzó favorable para Junior, que utilizó una nómina de emergentes en la que reaparecieron muchos jugadores que se encontraban relegados o en departamento médico como Angulo, Jefferson Gómez y Larry Vásquez.
El cronómetro marcaba apenas dos minutos cuando
el joven cancerbero Felipe Parra salió a cortar un centro con el puño e impactó la cabeza de Michael Rangel en vez del balón. El árbitro Yadir Acuña sancionó penalti y el propio Rangel se paró en el punto blanco para ejecutar y marcar con algo de suspenso. La pelota rozó el guante izquierdo del portero antes de llegar al fondo de la red.
A pesar de tener el viento a favor,
los rojiblancos no fueron capaces de sostener la ventaja
y cinco minutos después se esfumó la dicha. Los naranjas le sacaron el jugo a los descuidos de la zaga juniorista y con un doble cabezazo en el área tras un pelotazo, convirtieron el empate.
Sebastián Noreña cabeceó la bola que Viera alcanzó a rechazar. El guardameta y algunos de sus compañeros reclamaron que el esférico no traspasó la raya de gol,
pero el juez de línea y el réferi principal avalaron la acción. La repetición de la transmisión de Win Sports realmente no aclaró la jugada.
No había VAR.
Junior, sin la constancia, intensidad y lucidez para imponerse a su rival, tenía el balón y trataba de conquistar la diana que lo pusiera arriba en el marcador, pero solo inquietaba un poco con Daniel Moreno, quien desbordaba por derecha cuando encaraba, aunque después mandaba un centro pasado, y
con algún destello de Sherman Cárdenas, que ensayó un par de precisos pases largos que no hallaron buenos receptores. Jeison Angulo y Carmelo Valencia dejaron escapar los dos prometedores envíos del volante santandereano.
El equipo antioqueño cedía el dominio de la pelota
y el terreno para emprender contraataques. Atacaba cuando veía la posibilidad. Se mantenía ordenado. Tenía clara su idea.
En la agonía del período inicial, cuando había más bostezos que emociones, Yeison Guzmán, el canterano envigadeño que viene pidiendo pista, demostró que tiene un cañón en el pie, disparó y despejó las telarañas del ángulo superior izquierdo de Viera.
El primer tiempo acabó con la ventaja local. Envigado, que se vio obligado a cambiar a su arquero titular por lesión, siguió controlando el juego y generando opciones. Tuvo dos claras oportunidades para festejar, pero Viera, que empezaba a convertirse en figura del juego, ahogó el grito de gol.
Cuando mejor jugaba el anfitrión, Junior encontró la igualdad en el minuto 61 en un cobro de pelota quieta de Viera que rebotó en el palo y le cayó a Jeison Angulo. El lateral le dio el sopló a la bola que quedó servida de frente al arco.
La anotación alentó el ánimo de los rojiblancos y sus posibilidades. Edwin Cetré, que había ingresado en lugar de Rangel, le marcó una diagonal a Sherman, quien entendió y le metió un gran pase al vacío. Cetré habilitó a Carmelo Valencia que recibió como un pívot y cedió atrás a Larry Vásquez que remató con más ubicación que potencia para superar las blandas manos de Jorge Soto, el segundo cuidapalos naranja.
Era el minuto 71.
A partir de ahí, Junior se recogió y empezó a tratar de meter el resultado en el congelador. Pudo anotar el cuarto en un contragolpe en el que Daniel Moreno falló al habilitar a Cetré.
Envigado cayó en el desespero y ya no estaba tan claro, pero nunca dejó de insistir ante un Junior que le faltó mayor frialdad e inteligencia para mantener el peligro lejos. El tiempo se extinguía, pero no la esperanza naranja. Santiago Muñoz aprovechó un rebote y que Viera estaba tapado para conseguir un empate agónico.
No se pudo en los 90 minutos, pero sí en los tiros desde el punto penal, donde Viera volvió a emerger como figura.