Casi todos los jugadores contratados por Junior para este año se rajan. Solo Carmelo Valencia, que al menos ofrece lucha cada vez que entra; Miguel Borja, que es el goleador del equipo; y de pronto Fabián Viáfara, que antes de la pausa por la pandemia tuvo mejores partidos, pasan raspando. Sin embargo, la idea era que los tres aportaran muchísimo más de lo que han dado hasta el momento, especialmente Borja, que en los últimos partidos se ha visto desatinado.
Dany Rosero ha protagonizado demasiadas pifias y no ha hecho olvidar a Rafael Pérez, Jeison Angulo anda tan mal que el entrenador prefirió improvisar a Viáfara de lateral izquierdo, Larry Vásquez ha resultado decepcionante en el medio,
Cristian Higuita se la ha pasado en departamento médico y cuando ha entrado a la cancha, ni frío ni calor; Didier Moreno protagoniza una de cal y dos de arena, corre aquí, corre allá, pero suele fallar; Sherman Cárdenas dejó en evidencia por qué Julio Comesaña lo tenía en la banca a pesar de que todos lo pedíamos.
Su fútbol ha estado demasiado intermitente o apagado. Todavía no ilumina.
2. Todos opacos
Los nuevos no son los únicos que han estado sin brillo.
A excepción de Sebastián Viera y tal vez Freddy Hinestroza, que han sido los jugadores de Junior más regulares, todos los rojiblancos se encuentran en un nivel competitivo bajo o irregular. Hoy sí, mañana no, después quién sabe. No hay continuidad en el rendimiento, son tiros al aire.
Algunos pueden ilusionar y luego decepcionar.
‘Cariaco’ González ha dado claras muestras de mejoría y en los dos últimos partidos se ha destacado.
Ojalá sostenga ese rendimiento. Germán Mera no es el mismo del año pasado, James Sánchez ha desaparecido de la titular, Edwuin Cetré anda intrascendente e improductivo. Marlon Piedrahíta no camina, pero tampoco vuela. Cumple.
Leonardo Pico y Gabriel Fuentes se mueven entre altibajos.
3. Cambio de técnico
La salida repentina de Julio Comesaña después de ganar la Superliga desacomodó al equipo. Aunque se hayan quedado al mando sus asistentes, su partida no deja de generar cambios y traumas en la planificación y manera de trabajo. Comesaña decidió la conformación del plantel a principio de año y a mitad de camino abandonó el barco, que no encuentra puerto seguro por ahora.
4. Idea de juego
No resulta fácil la inserción de nueve jugadores nuevos y menos con un parón de seis meses en medio. Las circunstancias de este año en nada favorecieron la gestión de acomodar las nuevas piezas y consolidar una idea de juego. Mucho menos con un cambio de timonel en medio. El equipo no ha tenido el tiempo de trabajo y la continuidad para afianzarse en ese sentido.
5. Débil ataque
A pesar de que en el plantel existen atacantes con buenas cifras de goles como Miguel Borja, Carmelo Valencia y Michael Rangel, Junior no logra explotarlos con acierto.
Apenas suma 13 goles en 14 partidos. Un equipo llamado a ser protagonista no puede tener un promedio anotador de menos de un gol por juego. Es la cuarta peor delantera de la Liga, solo superada por Bucaramanga (10) y los coleros, Chicó FC (9) y Patriotas (5). Pero más que un tema de finalización es cuestión de creación. No se ha encontrado un volante que desarrolle un trabajo similar al que ejecutaba Víctor Cantillo.
Sherman Cárdenas y Teófilo Gutiérrez, los hombres encargados de conducir los hilos ofensivos de Junior, tampoco han estado lo suficientemente inspirados para garantizar un surtido de pases a los asistentes.
No suman ni una asistencia que haya terminado en gol en lo que va de la competencia.
6. Falta pelota quieta y juego aéreo
El equipo cuenta con grandes exponentes para el
juego aéreo ofensivo como Dany Rosero, Germán Mera, Miguel Borja, Michael Rangel y el mismo Gabriel Fuentes, pero no se ha hallado un buen y seguro cobrador que le saque el jugo a esa virtud.
Se han intentado ejecutar algunas jugadas de ‘laboratorio’ en los últimos partidos y un par ‘explotaron’ perdiendo la pelota de manera ridícula. Los tiros de esquina a veces no superan el primer palo siquiera o resultan un ‘fly’ controlable para el arquero o que se pasa al otro lado hacia el saque de banda.
7. Muchos parpadeos
La defensa no es de las peores del campeonato en cuanto a goles recibidos, pero ha permitido anotaciones en momentos clave del juego que ponen a remar al equipo contra la corriente y representan presión y desespero.
Germán Mera y Dany Rosero se complican saliendo y han sido imprudentes en algunas acciones.
Willer Ditta tiene mejor control del esférico, pero también ha tenido sus descuidos, sobre todo en el fútbol aéreo. Jefferson Gómez se la ha pasado lesionado la mayor parte del tiempo. Cuando tuvo chance de actuar, tampoco impermeabilizó la zaga. Se le notó la falta de distancia y ritmo.
8. Lecturas erradas
Luis Amaranto Perea ha probado
casi todo para tratar de mejorar el equipo. Ha sentado a jugadores estelares en bajo nivel y les ha brindado oportunidad a otros que estaban archivados en la suplencia.
En los últimos partidos no se ha quedado cruzado de brazos y
ha movido sus fichas antes y durante los partidos. Eso no se puede negar. Pero en los primeros juegos que empezó a perder, demoró algunas sustituciones o le resultaron desacertadas.
9. ¿Jóvenes conformes?
Jugadores jóvenes como Luis ‘el Chino’ Sandoval no se esfuerzan lo suficiente para poner a pensar al entrenador y ganarse un cupo en la titular. El joven canterano rojiblanco ha recibido pocos minutos, pero cuando se los dieron pasó completamente inadvertido. Si no tiene tanta acción es que no ha hecho méritos en los entrenamientos. Dio más de qué hablar por fuera de la cancha.
A Fabián Ángel le permitieron actuar como defensa central y no desentonó a pesar de que no es su posición natural.
Una de las cosas que no ha probado Perea todavía es poner a Ángel en el mediocampo. Ojalá que cuando le den el chance se trague la cancha y no afloje.
10. Lesionados
Freddy Hinestroza sufrió una lesión muscular en su mejor momento. Una baja sensible teniendo en cuenta que el otro jugador que puede ocupar su posición, Edwuin Cetré, ha estado desinflado.
El volante Cristian Higuita antes, durante y después de la pausa por la pandemia se ha mantenido incapacitado.
Ni Comesaña ni Perea lo han podido utilizar mucho. La situación es similar con Jefferson Gómez. David Murillo y Daniel Moreno también han estado en departamento médico.