Ya era hora. Después de una larga siesta de tres meses y 13 días, en la que pasaron 17 partidos, Teófilo Gutiérrez empezó a despertar. Era un león dormido que venía resultando demasiado manso para las defensas rivales.
Contaba ovejitas, pero solo un gol en todo el semestre. Era totalmente inofensivo. No pateaba al arco y ni siquiera era un buen socio. No le salía una. La llegada de Julio Comesaña en reemplazo de Luis Fernando Suárez hace apenas doce días, pellizcó a todo el grupo y Teo no fue la excepción.
De la mano del entrenador colombo-uruguayo, el equipo mejoró la actitud, la dinámica, la agresividad, la presión, la colectividad y el orden. Hacía falta que se activaran los hombres de ataque, Teófilo y Luis Díaz.
Los dos se enchufaron y fueron vitales, espacialmente Teo, en el triunfo 2-1 ante Deportivo Cali, el jueves pasado en el estadio Palmeseca, en la segunda jornada de los cuadrangulares semifinales de la Liga.
Todavía puede crecer y dar más, aún no está en toda su grandeza, pero ya, por fin, dio claras señales de que se levantó.
“Hacía rato que no jugaba un partido así”, reconoció emocionado y feliz, dedicándole el triunfo a la hinchada que lo convirtió en blanco de duras y constantes críticas, con justa causa, por su bajo desempeño individual en la temporada. “Este triunfo es para toda la afición, se lo merece”, apuntó.
La primera frase de Teo refleja sinceridad. Sus palabras dejan ver que es consciente del nubarrón futbolístico en el que se encontraba.
“Pude anotar, lo necesitaba”, dijo Gutiérrez, autor del gol con el que finalmente los rojblancos se impusieron. El primero lo marcó Luis Narváez, de penalti. Dinenno había igualado parcialmente para los azucareros.
La afición, sus compañeros y el cuerpo técnico celebran la resurrección futbolística de Teo, cuya experiencia y calidad resultaron cruciales en los momentos cumbre del segundo semestre de 2018, en el cual se bordó la octava estrella y se logró el subcampeonato en la Copa Sudamericana.
“Considero que Teo hizo un juego muy continuo, de alto vuelo técnico y con buena disposición para colaborar en tareas defensivas. El rendimiento individual de todos hizo que el colectivo mostrara armonía”, comentó Comesaña en diálogo con EL HERALDO.
Cumpleaños
Teo llegó este viernes a 34 años de edad. La fecha especial lo tomó en concentración con el equipo en Cali. Apenas anoche, después de 9 p.m., arribaron a Barranquilla. Antes de los trabajos de recuperación en el gimnasio del hotel en donde se hospedaban en la Sultana del Valle, sus compañeros le hicieron la tradicional ‘calle de honor’ en la que el cumplimentado recibe unos ‘cariñitos especiales’ (puños, empujones y pataditas).
Luego compartieron un pudín y le cantaron el happy bithday.
Teo compartió en su cuenta en Instagram varias de las felicitaciones que le enviaron artistas como Elder Dayan Díaz y Rolando Ochoa.
Todos esos mensajes de aliento, sumados a los que recibió de su familia y de la afición, seguramente alimentarán mucho más los deseos de reivindicación del jugador. Ya frente al Deportivo Cali recuperó la sutileza y sensibilidad en sus botines, su alegría para jugar, su vocación de tocador, su olfato anotador, su movilidad. Es su despertar.