Las exportaciones con sello ‘made in’ Bomboná le han dejado a Junior 72.520 millones de pesos (aproximadamente) en los últimos once años, 2.500 millones de pesos más de lo que requería Transmetro para garantizar su operación financiera en medio de la crisis generada por la pandemia.
Los directivos no se pueden quejar. Así como sale mucho dinero con contrataciones de nombres rimbombantes como los de Dayro Moreno, Yimmi Chará, Teófilo Gutiérrez, Matías Fernández y Miguel Borja, entre otros, también entra bastante con las participaciones en torneos internacionales y las transferencias que el equipo ha concretado en esta década como la del mismo Chará, a la que le terminará sacándole más del doble de lo invertido (4.5 millones de dólares pagados al Monterrey de México) después de que concluya el proceso jurídico que le tocó emprender en la Fifa para que el Atlético Mineiro cancelara la totalidad de los 6 millones de dólares que firmó con los rojiblancos por el 70% de los derechos federativos y económicos del habilidoso atacante vallecaucano.
El equipo brasileño, que en enero de este año traspasó a Chará a los Timbers de Portland (acaban de quedar campeones de la MLS de EEUU), un negocio en el que Junior tiene un 30% de participación, debe pagar las cuotas que adeuda y muchos intereses por mora. A los Tiburones les tocó corretear a los ‘Galos’, como llaman al club de Belo Horizonte, pero al final resultará una gallinita de huevos de oro. Pero más allá de las transferencias de Chará, Víctor Cantillo, Édinson Toloza, Luis Quiñones, Alexis Pérez y Jorge Arias, con quienes también se ganó más de lo invertido, lo que más tranquilidad, orgullo y satisfacción le debe brindar a la dirigencia es la exportación de sus canteranos, todo ese talento local que se forja con el sello Bomboná, la renovada sede de las divisiones menores rojiblancas ubicada en Malambo.
De allá, de las otrora polvorientas canchas, salieron Teófilo Gutiérrez y Carlos Bacca, quienes comenzaron esta serie de traspasos junioristas al exterior a comienzos de 2010 (Trabzonspor de Turquía) y 2012 (Brujas de Bélgica), respectivamente.
Los dos, después de pasar por el Barranquilla FC, institución hermana de Junior que foguea en la Primera B a los jóvenes valores, han entregado títulos al club rojiblanco, han dejado su estela de calidad en las canchas del mundo y le abrieron las puertas más allá de las fronteras a toda una generación de jugadores que vienen luchando y abriéndose camino en Bomboná, donde ahora se cuenta con mejores instalaciones, un equipo interdisciplinario más completo y mayor organización.
“Esto es un proceso largo que estuvieron direccionando primero Petar Kosanovic, Álex De Alba, Octavio Rivera y Arturo Reyes. Ahora lo estamos liderando el profe Roberto Peñaloza, desde el Barranquilla FC, y mi persona. Hay una articulación entre Junior y el equipo de la B, donde los futbolistas acumulan la experiencia necesaria para llegar mejor preparados competitivamente”, comentó Fernel Díaz, director de las inferiores.
“Ahora hay una mejor inversión y organización de parte del club. Tenemos mejores jugadores, hemos mejorado la selección. Existe una buena relación con las escuelas, hay convenios con clubes de varias partes de la costa, tenemos veedores en el Urabá, en el interior y otras partes del país. Los mejores jugadores están llegando a Junior. Hemos expandido el mercado”, asegura Díaz.
“Gozamos de unas bonitas instalaciones, ya hay cinco canchas reglamentarias y con un hermoso gramado. La fachada mejoró, las oficinas administrativas, los camerinos, la zona médica, la de psicología. La sede cambió su presentación. Se va a construir una sala de preparación físico-atlética y se van a hacer otras adecuaciones. También hay gran talento humano. Todos están capacitados. Hay cantidad y calidad: 14 técnicos, ocho preparadores físicos, tres entrenadores de arqueros, área médica, de psicología, sociología y fisioterapia. Priorizamos que el jugador estudie, queremos que lleguen mejores jugadores y personas, todavía hay un vacío en esa formación. Estamos haciéndoles programas educativos para que tengan una mejor estructura, estamos insistiendo con eso, con el segundo idioma (el inglés), con el manejo de las finanzas y la relación con los medios de comunicación”, agregó.
También se está implementando, según Fernel Díaz, una metodología de entrenamiento que busca unificar un estilo de juego en todas las categorías. “Eso ayuda a que el proceso sea más sólido. Todo está adaptado a nuestras experiencias e idiosincrasia”, apuntó.
Luis Carlos Ruiz, Guillermo Celis, Vladimir Hernández, Luis Díaz y recientemente César Haydar son las otras semillas sembradas en Bomboná que germinaron y han dado jugosos frutos al club. El caso más llamativo es el de Haydar que fue transferido en 2.8 millones de dólares a pesar de tener solo nueve partidos en Junior (ocho en Liga y uno en Copa). La técnica y carácter que evidenció con la rojiblanca y su destacada participación con una Selección Colombia sub-18 bastaron para que el Red Bull Bragantino le pusiera el ojo y su amplia chequera, respaldada por la compañía austriaca que comercializa la bebida energética que le da nombre a este club brasileño y a otros como el RB Leipzig (semifinalista de la Champions 2020), Red Bull Salzburgo y Nueva York Red Bulls.
“Aquí siempre han existido buenos jugadores, Pacheco, Mackenzie, Valenciano, después vino Arzuaga, Peñaloza, Macnelly, después Teófilo, Bacca, Ruiz y Vladimir, que también dieron títulos. Ahora están Fuentes, Díaz, Moreno, Ditta. El clamor siempre ha sido que les den oportunidades porque se ha demostrado que hay buenos jugadores”, comenta Fernel Díaz.
En medio de este boom, no es nada extraño que en las selecciones Colombia de categorías menores siempre aparezcan varios Tiburoncitos.
“Junior ha cambiado en sus divisiones formativas porque ha mejorado su estructura organizacional, en la captación del talento y en el desarrollo de las habilidades de los jugadores. Ese ha sido el éxito. También la iniciación pronta en el fútbol profesional. Cuando los chicos llegan a Junior ya tienen 50 partidos en la Primera B. Vienen muy fortalecidos”, consideró Héctor Fabio Báez, gerente general del club.
“Igualmente existe más acercamiento con todas las escuelas del entorno y eso ha permitido que el talento no se vaya tanto para otras ciudades”, añadió Báez.
En la familia Char, propietaria de Junior, el más convencido del potencial de las inferiores siempre ha sido el ahora presidente del Congreso, Arturo Char. Desde la creación del Barranquilla FC, en 2005, ha estado cercano al proyecto, pero hoy en día ninguno de los accionistas dudan de la importancia de las menores ante operaciones como la de Luis Díaz, en la que el Porto de Portugal adquirió el 80% de sus derechos deportivos y federativos en 7 millones de euros (el mejor traspaso de la historia del club caribeño).
Y aún existe la posibilidad de recibir el 20% de una futura transacción con el guajiro, cuya cláusula de rescisión de contrato con el conjunto luso asciende a 80 millones de euros.
Otros negocios
* Junior traspasó a Jhon Vásquez al Alianza Petrolera en 500 mil dólares. El atacante ahora está en el Deportivo Cali.
* Braynner De Alba, volante creativo del Barranquilla FC, sin pasar por Junior, fue transferrido a La Equidad en 900 millones de pesos.
* Actualmente hay 14 jugadores que pasaron por el Barranquilla FC en diferentes equipos del fútbol colombiano. Bomboná abastece principalmente a Junior, pero muchos encontraron su oportunidad en otros clubes de primera división.
* Junior también sumó algún dinero con los préstamos de Michael Rangel (América de Cali) y Rafael Pérez (Talleres de Córdoba).
* Jarlan Barrera y Yony González partieron de Junior a Rosario Central y Fluminense de Brasil, respectivamente, al final de 2018, pero no le dejaron nada económicamente al club rojiblanco. Decidieron no renovar contrato y quedaron en libertad para negociar sus derechos deportivos y económicos.
“Vienen jugadores más estructurados y con un mejor nivel”: Álex De Alba
Se nota la emoción al otro lado de la línea. Álex De Alba levanta la voz y se entusiasma al hablar de los jóvenes valores que vienen pidiendo piesta en las divisiones menores de Junior. El entrenador barranquillero es el director del Departamento de Captación de jugadores del club rojiblanco y dice orgulloso y sin titubeos, aunque pidiendo no publicar nombres, que en las reservas hay unos talentos que van a dar de qué hablar en el equipo, en la selección Colombia y a nivel mundial.
“En dos o tres años no vamos a tener donde meter tantos jugadores buenos. Viene una camada de jugadores espectaculares en todo sentido, más integrales”, aseguró De Alba, que también es asistente del ‘Chamo’ Serna en la selección Colombia sub-15.
“Vienen muchos más jugadores, más estructurados y con un mejor nivel”, insistió.
De Alba destaca “el respaldo decidido” de los dirigentes, la labor de Héctor Fabio Báez desde la gerencia, la preparación física liderada por Álex Acosta y César Gaitán y “el orden que existe en todo sentido en Bomboná”.
“Ya se cuenta también con un Departamento Social para hacerle acompañamiento más cercano al jugador y conocer su entorno familiar”, resaltó.