Con inversiones en el sector hotelero, en marcas de ropa, vinos y hasta caballos, son algunas de las prácticas más lucrativas bajo las que han reforzado o ampliado sus fortunas algunos futbolistas.
Muchos futbolistas saben que sus carreras como profesionales no son tan extensas. Algunos juegan hasta los 35, 36 o 37 años. En algunos casos pisan los 40 años todavía en actividad, pero con un cambio obvio en la parte física y un bajón en los salarios que devengaron en el momento cumbre de su recorrido deportivo.
En la actualidad el fútbol se convirtió en un negocio muy lucrativo para algunos. Muchos saben aprovecharlo y se han diversificado, al punto que el deporte aparece como la entrada de dinero, el punto de partida para consolidar jugosas fortunas y pasar a la etiqueta de empresarios.
Con inversiones en el sector hotelero, en marcas de ropa, vinos y hasta caballos, son algunas de las prácticas más lucrativas bajo las que han reforzado o ampliado sus fortunas algunos futbolistas. En AL DÍA les mostramos cinco casos:
1. Mathieu Flamini
Cuando tenía 24 años Mathieu Flamini empezó a dividir sus intereses entre el fútbol y los negocios. En 2008 fue transferido del Arsenal de Inglaterra al Milan y gracias a su emprendimiento decidió acceder a una nueva entrada de ingresos aparte de su salario como deportista. Junto al empresario italiano Pasquale Granata creó la empresa GF Biochemicals, que en once años adquirió un valor en el mercado de 30 mil millones de dólares, lo que convirtió a Flamini en el futbolista más rico del mundo.
La empresa produce ácido levulínico, un compuesto químico que según el departamento de energía de Estados Unidos es una de las 12 moléculas claves que podrían ayudar a desarrollar un mundo más ecológico y alejado de la polución y otros factores de contaminación. Incluso, los científicos de la empresa de Flamini trabajan en una fórmula para que ese mismo componente reemplace el petróleo, lo cual además de ayudar al medio ambiente elevaría sus ganancias a niveles increíbles.
Flamini tiene 35 años y milita en el Getafe de la primera división de España. “Voy a seguir jugando al menos dos años más, mi prioridad es el fútbol, pero mi alternativa de vida fueron los negocios y en eso también aspiro a seguir creciendo. La vida del futbolista es corta y tu familia no depende solo de un salario en equipo, sea el que sea”, dice Flamini, quien en el Getafe gana 1.2 millones de dólares por temporada.
2. Cristiano Ronaldo
El delantero portugués Cristiano Ronaldo siempre ha demostrado su faceta de competidor dentro del terreno de juego. Acumula cinco Balones de Oro, cinco títulos de la Liga de Campeones de Europa, cuatro títulos del Mundial de Clubes, una Eurocopa y muchas distinciones individuales, y a sus 34 años dice que no va parar todavía.
Fuera del terreno de juego no es que su forma de ser cambie. En 17 años de carrera construyó un emporio económico que está valorado en 300 millones de euros. Su sola imagen le genera dividendos, solo le basta con jugar y resaltar, ya que es catalogado el segundo ‘producto’ portugués más conocido del mundo, detrás del vino de Oporto, uno de los más apetecidos por los conocedores.
Su marca CR7 está asociada con proyectos hoteleros en asociación con el Grupo Pestana, tiendas, línea de zapatos, ropa interior y de cama, cadena de gimnasios, aplicaciones tecnológicas, videojuegos, un museo, un bar, inversión inmobiliaria y una aerolínea privada de cinco aviones de lujo que alquila a 6 mil euros por hora, es decir, si usted quiere subirse 60 minutos a uno de los aviones del crac de la Juventus, debe pagar alrededor de 20 millones de pesos, que van a parar a las arcas de Cristiano.
Sus asesores financieros también han invertido su patrimonio en grandes multinacionales, entre las que destacan farmacéuticas como Bayer AG y Roche (1,3 millones de euros en cada una), compañías tecnológicas como Apple (un millón de euros), así como el grupo Zurich, Volkswagen, Daimler Benz, Carrefour y Johnson & Johnson.
Su última inversión la hizo en enero pasado, cuando abrió una clínica de implantes capilares en Madrid y de la cual es administradora su esposa, la argentina Georgina Rodríguez.
3. Lionel Messi
A pesar de que el delantero argentino Lionel Messi es el futbolista del mejor salario en el mundo con 39 millones de euros por temporada en el Barcelona, esta es una de las entradas que menos dinero le genera. Para tener una medida de esto sus ganancias por ser imagen de cientos de productos le genera 81 millones de euros anuales, eso sin contar los negocios en los cuales ha invertido en sus 19 años de carrera, que ha sido toda en el club Azulgrana.
Según la revista Forbes el patrimonio de Messi llega a los 400 millones de euros. El padre del jugador, Jorge, creo la empresa Leo Messi Management, desde donde diversificó el enorme caudal de dinero que produce su hijo tanto en el deporte como en publicidad.
Poseen la cadena de hoteles MiM que tiene diez hoteles de lujo en algunas de las principales capitales del mundo. El grupo inversionista del argentino se especializó en comprar edificaciones construidas y los han convertido en lugares dotados con lujos cinco estrellas y altas tecnologías, con lo que en poco tiempo se transformaron en competencia directa con los grandes imperios del sector hotelero.
Messi también tiene inversiones con la bodega de vinos Valentín Bianchi, una de las más importantes del mundo y que surte a grandes restaurantes de Europa, Asia y Oceanía. A pesar de esto, los precios son relativamente asequibles y de ahí que tengan tanta demanda y las ganancias para Lionel sean enormes. Por ejemplo, una botella de Leo Malbec Premium tiene un costo de 400 mil pesos colombianos.
4. Gerard Piqué
El defensor de 32 años, pareja sentimental de la cantante barranquillera Shakira, afirma que no le gusta perder el tiempo y a través del estudio decidió explorar inversiones económicas alejado del rectángulo del campo de juego. Recibió clases particulares durante cuatro años de un especialista en mercadeo e inversiones.
De allí partió su aventura empresarial y creó en 2015 una lucrativa empresa de videojuegos llamada Kerad Games, y desde entonces ha participado en la creación de consolas de entretenimiento virtual.
El año pasado compró al Andorra FC que milita en la tercera división del fútbol español. Esta inversión le costó 300 mil euros y según su grupo de asesores, si se maneja de forma adecuada, en cinco años puede quintuplicar este dinero si los resultados deportivos y empresariales se dan de la forma esperada. Se considera un grupo inversor para evitar entrar en discordias con otros socios, así que todo lo maneja a través de sus asesores. De allí partió la polémica cuando cambió el formato de la Copa Davis de Tenis, una de las competiciones más importantes de este deporte.
Por supuesto se dieron ganancias para el futbolista español: Piqué y su grupo Kosmos recibió 2.500 millones de euros por crear la nueva Copa Davis, con un sistema que le favorece a los deportistas, a los canales que transmiten el evento y a las marcas publicitarias, un golpe maestro del español.
5. Sergio Ramos
El capitán del Real Madrid es uno de los jugadores más importantes en la historia del equipo Merengue, y en los 14 años que lleva allí se convirtió también en uno de los futbolistas con más dinero en el mundo. Su salario anual es de 14 millones de euros, pero ahí no paran las ganancias para el zaguero de 33 años.
Ramos es un apasionado de los caballos y durante diez años se especializó en la crianza de estos animales. Posee 70 especímenes de lujo, todos pura sangre y que además de correr en los grandes premios de equitación, son constantemente exhibidos en ferias de este deporte en todo el mundo. Dentro de ese grupo está Yucatán, catalogado en noviembre del año pasado como el mejor caballo del mundo durante el salón internacional que se llevó a cabo en Sevilla.
Además tiene alrededor de 100 caballos en preparación para que compitan a altos niveles y otros 50 sementales, exclusivamente para la reproducción de ejemplares pura sangre.
Tiene alrededor de 15 edificios en Marbella e invirtió en proyectos de lujo en Ibiza, para crear cabañas en islas privadas para millonarios de todo el mundo.