Luis Amaranto Perea lo negó en la rueda de prensa posterior al empate 2-2 entre Junior y Envigado, el pasado sábado en el Polideportivo Sur, del municipio antioqueño: “No creo que sea cada vez más común, no estoy de acuerdo”. El técnico rojiblanco no comparte que se diga como ‘palabra sagrada’ que a los Tiburones les marcan goles en el génesis y en el apocalipsis de los partidos, y comenzó así su respuesta ante un interrogante sobre ese aspecto.
Tal vez no se puede afirmar que “siempre ocurre lo mismo”, como predica y sentencian muchos hinchas en redes sociales,
ni tampoco que es frecuente en la agonía de los juegos, pero sí se ha vuelto recurrente en lo que va de la Liga que
le conviertan anotaciones ‘de camerino’. Eso es innegable.
De los cinco tantos que han recibido los rojiblancos en seis jornadas, tres han sido en los primeros cinco minutos: David Fernando Lemos, del Once Caldas, anotó a los 4 minutos en el estadio Palogrande, de Manizales (en la victoria de Junior 2-1); Pablo Sabbag marcó a los 3 minutos, en el estadio Héctor ‘El Zipa’ González, de Zipaquirá (en el triunfo de Equidad 1-0); y Andrés Felipe Córdoba celebró a los 5 minutos, en el Polideportivo Sur, de Envigado, (en el empate 2-2).
Algo ocurre. En el comienzo de los partidos es cuando el equipo más parpadea. Parece ser su lapsus más vulnerable.
“Creo que debemos mejorar en ese aspecto”, aceptó Perea. “Al final hay cosas que entrenas y otras que no se entrenan, la desconcentración... es decir, nosotros armamos un plan de partido, analizamos al rival, los peligros que nos puede generar y, a partir de ahí, damos todo lo que podemos. Voy a mirar para ver qué fue lo que pasó, sobre todo en el primer gol, me parece que el primer gol, incluso el segundo, son goles bastante defendibles. Nosotros trabajamos mucho esas situaciones por banda, cómo debemos tomar las marcas, pero, de repente, nos sigue pasando. Muchas veces, cuando entrenas muchas cosas, son las que más se evidencian, y hay cosas que no entrenas tanto y funcionan bien. Siempre tomamos nota de lo que está pasando para ver, por ahí, cómo mejoramos”, agregó el DT.
Después de una gran reacción en la cancha, Junior remontó el marcador 2-1 con goles de Teófilo Gutiérrez y Germán Mera. Estuvo a pocos minutos de llevarse tres puntos de territorio paisa, pero en el ocaso del juego, en el primer minuto de la adición (90+1), Envigado halló la igualdad definitiva.
“Sabíamos que era un partido muy difícil, nos encontramos con un gol en los primeros minutos, nos costó reaccionar y sacar al equipo adelante para conseguir el resultado, que desafortunadamente se nos escapa en los últimos minutos”, comentó Hómer Martínez.
El defensor y volante, que volvió a jugar el sábado con los rojiblancos después de su paso por el Atlético Bucaramanga, estuvo en la cancha en los últimos 10 minutos, cuando Junior trató infructuosamente de conservar la ventaja que había logrado luego de unos primeros 30 minutos del segundo tiempo con vigor, seguridad, precisión y claridad.
“No es conformismo, la verdad, este es un equipo que a cualquier plaza siempre va a proponer. Creo que sentimos el gran desgaste que hicimos en los primeros minutos. Lastimosamente se nos escapa el triunfo en los últimos minutos. Queda seguir mejorando”, apuntó Martínez.
Los descuidos defensivos en el amanecer de los partidos solo es uno de los datos que ratifican lo que se evidencia en el terreno de juego: el equipo no está entrando enchufado a la cancha. Ofensivamente, ocho de los nueve goles de Junior son en los segundos períodos. Solo uno en el primero. Indudablemente Junior debe entrar más despierto a los partidos porque camarón, langosta, cangrejo, mojarra o ‘Tiburón’ que se duerme… se lo lleva la corriente.