Estamos en nirvana futbolístico con el amado Junior. Justo cuando cumple 93 años la idea maravillosa de Doña Micaela Lavalle, de haber dado el soplo de vida al equipo Tiburón, en el Juniorismo, diseminado por todo el mundo, se vive un estado de vibraciones cósmicas producto de la cadencia, el buen fútbol y los goles del equipo rojiblanco.
Mucho va, por supuesto, de jugar al fútbol y de jugar muy bien al fútbol. Pero, más que jugar bien, de lo que se trata es de ser transmisor de gratas emociones. Pasamos de dar palos de ciego a ver la brillantez de un equipo que ha electrizado el torneo.
No en vano se habla más del Junior que del Santa Fe que también hace buena campaña. La diferencia es el tipo de fútbol que practican uno y otro. Junior muy táctico pero muy de iniciativa individual, de tomar la decisión adecuada y de ganar los duelos ofensivos y defensivos.
El domingo, en medio del partidazo frente a Millonarios, me acordé de usted Don Fuad. Este cambio sustancial en Junior arrancó con el anuncio de los 10 millones de dólares y va por buen camino.Me ha hecho recordar usted a otros tiempos en que lo veíamos partir al sur a buscar a los mejores. Y los traía. Esta vez fue al norte y trajo a Chará.
Al sur y repatrió a Teófilo. Y después, de la mano de Julio, fueron llegando Piedrahita, Arias, Gómez, Murillo, Cantillo, Mier. Lo vimos ahí.Metiendo plata pero también presencia. Reconociendo cosas pero haciendo borrón y cuenta nueva. Volviendo a ser ese dirigente determinante por su claridad.
Su alegría es la alegría del Juniorismo Don Fuad. No en vano en 17 días el equipo amado ha ganado a América, Nacional y Millonarios en liga y eliminado al Deportivo Cali en Suramericana.No es casualidad. Tampoco es un espejismo. Es una realidad que tiene maravillado al país futbolero y del cual usted es gestor.