Independiente Medellín se metió en la final de la Liga Águila II apoyado en el poder goleador de su ofensiva, comandada por el delantero argentino Germán Ezequiel Cano. El Poderoso de la montaña dio un golpe de autoridad en semifinales tras dejar en el camino al campeón vigente del fútbol colombiano, Deportes Tolima,y líder del torneo todos contra todos de la presente temporada.
En el estadio Atanasio Girardot habían igualado 2-2, y el domingo pasado en el Manuel Murillo Toro de Ibagué los paisas sacaron la casta y se impusieron 2-0. Medellín es el tercer equipo con más goles en lo que va de la Liga. Contabiliza 36 tantos entre fase regular, cuartos de final y semifinales.
Este escalafón lo lidera Tolima con 38 y le sigue Junior con 37. De esas 36 anotaciones que ha convertido el Poderoso, la mitad son de Cano, quien lidera la tabla de artilleros, seguido por Marco Pérez del Tolima con 17, que está fuera de competencia en las finales.
La dupla ofensiva de Cano es el antioqueño Juan Fernando Caicedo, quien acumula siete tantos en el semestre. Es decir, la pareja goleadora del Medellín lleva 25 goles, de los 36 anotados hasta ahora. Los otros goles se reparten así: Yulián Anchico (1), Larry Angulo (2), Jeancarlos Blanco (1), Andrés Ricaurte (4), Jesús Murillo (1) y Jhojan Valbuena (1).
OCTAVIO ZAMBRANO, DE CANADÁ AL PODEROSO
Medellín tomó un nuevo aire bajo el mando del técnico ecuatoriano Octavio Zambrano, quien asumió el cargo el pasado 15 de junio, en reemplazo del español Ismael Rescalvo, quien llevó al equipo hasta las semifinales de la Liga Águila I, fase en la que cayeron ante Tolima.
Zambrano, de 60 años, dirige desde 1990, cuando debutó con el California Emperors en la Liga de Estados Unidos, en la que se mantuvo hasta el 2002, con varios equipos. Tras cuatro años inactivos se fue dirigir en el 2006 al Tiligul de Moldavia.
Dos años más tarde pasaría al Tatabánya de Hungría. En 2011 fue encargado de la dirección técnica del Deportivo Pereira, club del que se fue en el 2013 para el fútbol del Ecuador con el Nacional hasta el 2015, y luego con el Delfín hasta finales de 2016. De ahí daría el salto a la Selección Canadá, a la que dirigió un año, antes de llegar al Medellín.
RICAURTE, EL APOYO DE LOS DELANTEROS
A lo largo del semestre los antioqueños consolidaron un estilo de juego muy ofensivo, en el que utilizan mucho a los dos laterales, el cartagenero Elvis Perlaza por derecha y el antioqueño Sebastián Macías por izquierda.
El caleño Jesús Murillo (1.76 centímetros) y el barranquillero Hernán Pertuz (1.83) son los dos centrales que se han consolidado en la titular, son muy rápidos aunque con falencias en el juego aéreo defensivo. En la mitad brilla la versatilidad de Andrés Ricaurte, de 27 años.
El volante paisa tiene su propia historia con Junior, luego de que en diciembre del año pasado llegara a Barranquilla a arreglar su vinculación, pero supuestamente no pasó los exámenes médicos y se devolvió a Medellín, equipo que lo contrató y en el que ha sido uno de los pilares para llegar a la final.
En el ataque Cano y Caicedo cargan todo el peso ofensivo del equipo. El argentino se mueve por toda el área y casi siempre recibe con espacio para maniobrar, aunque en otras no y resuelve muy bien, como en el tanto inicial el domingo pasado ante Tolima, acción en la que capturó un balón en el área chica y con un amague eludió al portero guajiro Álvaro Solis y luego remató con zurda fuerte y arriba. Con esa estructura llega el DIM, a pelear por su séptima estrella en el fútbol colombiano.