El “sí, acepto” de un cuento de amor, al estilo Disney

“No eres como las demás chicas”, le dijo Liam Hemsworth a Miley Cyrus 10 años atrás mientras protagonizaban la romántica película La última canción, de Nicholas Sparks.

En ese entonces, no se imaginaron que el amor saltaría de la pantalla a la vida real y ambos se convertirían en los protagonistas de su propia historia. Un amor al mejor estilo de Disney que hoy tiene suspirando a los centennials que los vieron crecer juntos.

Al principio eran la pareja ideal: la chica Disney del momento y el galán de cine juvenil que hacía suspirar a una generación.

Fueron vistos juntos en alfombras rojas y en cada foto se respiraba la estabilidad de una relación que iba “viento en popa”. Sin embargo, en agosto de 2010 los jóvenes anunciaron su ruptura (la primera) rompiéndole el corazón a los millones de fanáticos que seguían cada paso de la pareja.

Meses después, la cantante fue vista con el actor Avan Jogia. Al mismo tiempo, enfrentaba las críticas a través de medios de comunicación de la familia Hemsworth, que aseguraban “no tolerar la vida alocada de la chica Disney”.

Lo que parecía el final de una corta historia de amor, fue el inicio de una nueva era. Miley y Liam retomaron su relación en febrero de 2011, esta vez con más solidez, a tal punto que contra viento y marea se comprometieron en junio de 2012.

Ella tenía 20 años y en su afán de dejar atrás la fama de chica Disney y desprenderse del fantasma de Hannah Montana empezó a tener un cambio radical en su apariencia y su vida. Cambio que terminó costándole su historia de amor con Liam.

En junio de 2013, anunciaron su ruptura definitiva y como buenos millennials dejaron de seguirse en las redes sociales.

Sus caminos se bifurcaron. Un día después de anunciar su separación con la cantante, Liam fue visto en Las Vegas con la mexicana Eiza González, y si la noticia cayó como un balde de agua fría a sus seguidores, para Miley fue tan fuerte como una bola de demolición. Así lo dejó ver en su canción Wrecking Ball.

La exchica Disney le dedicó el tema de manera explícita al actor en un concierto cuando pronunció: “Esta canción la escribí luego de que alguien rompiera mi corazón. Mi mejor venganza contigo fue convertirla en éxito, en número uno, para que cada vez que estés divirtiéndote en tu auto escuches mi canción en la radio”. En medio de la interpretación Miley añadió: “Siempre te querré Liam”.

A partir de ese momento Cyrus se transformó completamente. Dejó de ser la tierna chica que interpretó un personaje juvenil para convertirse en una “rebelde sin causa”. Miley no seguía reglas, cada vez vestía con menos ropa y bailaba twerk cada que se subía a un escenario.

En noviembre de 2014 cuando Liam ya había pasado por varías relaciones Miley anunció su noviazgo con Patrick Schwarzenegger (hijo de Arnold Schwarzenegger), un romance que ilusionó a más de uno, pero que no duró mucho tiempo.

Justo cuando la relación de Liam y Miley había quedado atrás por tantas idas y venidas, la pareja decidió darse una tercera oportunidad en 2015. Haciendo alarde del dicho “la tercera es la vencida” decidieron comprometerse al siguiente año.

En esta ocasión la relación se mantuvo hermética, alejada de las cámaras y de los fanáticos. Fueron fotografiados en pocas ocasiones y en 2017 Miley lanzó su single Malibú, una declaración de amor para Liam, demostrando que su relación pasaba por el mejor momento.

“Nunca te hubiera creído si tres años atrás me hubieras dicho que estaría aquí escribiendo esta canción. Pero aquí estoy, junto a ti el cielo es tan azul en Malibú”, entona la estadounidense en la canción.

Hace dos días la pareja volvió a revolucionar las redes sociales. “Diez años después”, escribió Cyrus en su cuenta de Instagram acompañada de una fotografía en la que aparecía vestida de novia en compañía de Liam.

¡Se casaron!, la historia que inició hace una década tuvo un desenlace típico de una película de Disney.

En una boda secreta, cuando nadie lo esperaba, acompañados solamente de familiares y amigos cercanos, la pareja que ha inspirado a toda una generación dio el “sí, acepto”. Un paso más en su montaña rusa de amor.

Por *Michelle Romero.