A veces sentimos una especie de hormigueo y dolor en la zona de la muñeca. Al mismo tiempo, tenemos una sensación de debilidad en la mano, como si perdiéramos nuestras ‘pinzas’. Es posible que tengamos el síndrome del túnel carpiano. Para quienes lo padecen y cuando se hace crónico, es muy invalidante, ya que no nos permite hacer uso de la mano.
Además, el dolor puede llegar a ser muy agudo e insoportable. La tendencia, cuando una enfermedad es de carácter anatómico, es tratar el problema con cirugía. El túnel carpiano es un estrecho canal que existe en la muñeca. Por ese túnel atraviesa el llamado “nervio mediano”, que es uno de los responsables de la inervación de parte de la mano.
Hay diversas causas que pueden ocasionar que su diámetro se reduzca y “aprisione” el nervio. De este modo, se hace muy difícil que el nervio funcione bien. La presión sobre el nervio mediano hace que la sensibilidad y el movimiento de parte de la mano se vean afectadas. Por tanto, podemos sufrir desde una simple sensación persistente e imparable de hormigueo, hasta una dolorosa y nerviosa.
Suele darse, casi siempre, en personas de 30 a 60 años, y es más común en los hombres que en las mujeres. Existe la creencia de que hacer el mismo movimiento de la mano y la muñeca una y otra vez provoca la enfermedad del túnel carpiano. Esto no tiene porque ser siempre así, aunque es bueno evitar ciertos movimientos mecánicos y repetitivos.
Algunos síntomas son: torpeza de la mano al agarrar objetos con los dedos o con la palma de la mano; entumecimiento u hormigueo en el pulgar y en los tres dedos (índice, corazón y anular); hormigueo persistente en la palma de la mano.
Agarre débil o dificultad para cargar bolsas; dolor que va desde la muñeca hasta el codo; dolor en manos o muñecas; problemas con la coordinación motora de los dedos.
Como una de las formas de tratar esta enfermedad, se puede inmovilizar la muñeca, con una muñequera con férula. Esta es una especie de hierro o añadido rígido que se pone por la noche por algunas semanas.