Dayanis De las Salas con su uniforme de Policía.
Dayanis De las Salas con su uniforme de Policía.Cortesía
Historias

Dayanis, una luz que se apaga en la Policía tras caso de abuso

La madre de Dayanis De las Salas, la uniformada que habría sido abusada por dos compañeros el pasado 27 de marzo, dio a conocer detalles sobre lo que ha pasado con el proceso judicial y el estado de salud de su hija.

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De aquella noche que desencadenó una serie de tristes eventos no hay rastro alguno en su memoria, pero sí en su torrente sanguíneo. “Cinco drogas le encontraron en el cuerpo a mi hija”, eso contó al iniciar su relato Albis Saltarín, madre de Dayanis De las Salas, la patrullera de la Policía Nacional, de 21 años y oriunda de Puerto Colombia, que habría sido víctima de abuso sexual por dos de sus compañeros, el pasado 27 de marzo.

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Seis meses han transcurrido ya del caso, pero aún hoy en día la joven uniformada no tiene indicio alguno de lo que sucedió en aquella discoteca en la que se encontraba con “unos amigos”. Solo tiene una especie de ‘flashback’ en la que ve a uno de los dos implicados regresando del baño con una “papita”, la cual le brindó y ella comió.  

La que sí tiene claro en cómo se ha partido en dos la vida de su hija es Albis, quien no se ha despegado del lado de su “pequeña” desde el primer momento que supo la noticia. “Desde el primer instante yo he estado ahí para ella y siempre lo estaré. Toca ser fuerte y vivir un poco de apariencias porque la situación es muy dura, tanto para ella como para toda su familia y como en todo hay señalamientos en las calles, pero por supuesto nosotros sabemos que ella no fue culpable de nada”.

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Aquella pequeña niña que creció en el barrio La Rosita, acostumbrada al olor del agua salada del mar de Puerto que se encuentra literalmente en su terraza, hoy es una persona “diferente”. “Era una persona muy alegre, sonriente, amorosa, apegada a su familia, de salir muy poco, de tener pocos amigos, una niña con las mejores notas, así era permanentemente mi hija, pero ahora todo el tiempo permanece triste, se le van las luces, a veces amanece con que no quiere hablar, se encierra en su cuarto e incluso no duerme y se la pasa llorando”, agregó la mujer.

Llegada a tierra natal

Dayanis llegó a Barranquilla y duró un corto tiempo sin trabajar, luego la Policía le pidió que retomara actividades desde la Metropolitana de Barranquilla. A la semana de iniciar sus labores, nuevamente su salud mental se vino al piso  y “cayó en depresión”. “Acudimos a la primera cita con psiquiatría en la Clínica de la Policía Nacional Regional del Caribe y de allí la remitieron al centro Psiquiátrico Nuevo Ser, en donde duró 32 días aislada”, indicó Saltarín.

De allí salió con 15 días de incapacidad. “Cuando salió del centro psiquiátrico pasaba todo el tiempo caminando la casa, no dormía, temblaba mucho e incluso se le salía la saliva, por lo que tocó hacerle un tratamiento particular para ayudarla a levantar”.

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Al regresar a la valoración, el especialista la envió de nuevo a que retomara el trabajo, pero con ciertas restricciones, entre las que destacaba un horario prudente en el que no tuviese que trasnochar. Así continuó por mes y medio y luego volvió a recaer en el mes de julio, siendo hospitalizada nuevamente 20 días más.

A la patrullera le dieron de alta el pasado 9 de agosto con un mes de permiso. Pero once días después (sábado 20) Dayanis retomó aquella idea que tanto agobia a sus familiares: “querer acabar con su vida”.

“En horas de la noche ella ingirió muchos medicamentos, más de 100, entre antidepresivos y pastillas para dormir. La llevamos a la Clínica de la Costa, desde donde fue remitida hasta la Regional del Caribe y allí nos recomendaron que había que volverla a internarla”, expresó la madre de la joven.

Sin embargo, el pasado 6 de septiembre Dayanis nuevamente quiso poner fin a su vida, pero su abuela estuvo allí para detenerla. Luego de que la viera nuevamente el médico este decidió que fuese remitida nuevamente a Nuevo Ser, donde, hasta esta publicación, permanece con derecho a visitas una vez por semana.

Albis Saltarín agregó que “siento que en ese centro psiquiátrico nada salía bien, la mantienen dopada y para mí eso no es la solución. Ella lo que realmente necesita es un tratamiento sicológico, pero este no lo está apoyando la Policía, ya que nunca hay agenda para ninguna cita cuando he intentado pedirlas”.

La mujer siente que si Dayanis no tiene una persona que la oriente “claro que ella va a recaer”. “Mi hija ha intentado acabar con su vida cinco veces, no es justo que ella esté padeciendo todo esto, siento que en el momento que más está calmada es cuando más miedo hay que tenerle, porque ya está preparando algo para atentar contra su vida”.

Proceso judicial

De acuerdo con el relato de la progenitora de la patrullera este proceso avanzó mucho desde el principio; sin embargo, en estos momentos está aguantado a falta de un examen: “la valoración psiquiátrica que se solicitó desde el mes de abril, pero hasta el momento Medicina Legal no la ha realizado y eso que la solicitó la misma fiscal del caso”.

“Absolutamente hay muchas pruebas que inculpan a estas dos personas, sobre todo videos. Realmente no sentimos el apoyo de la Policía, porque desde el momento que ella llegó a Barranquilla prácticamente olvidaron el caso”.

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Para Albis, lo que a De las Salas la tiene en ese estado es saber que le “han mentido tanto, le dicen que estas personas no siguen laborando, cuando nosotros sabemos que no es así, ellos siguen vinculados a la institución. Hay muchas veces que no nos han dado la cara y mucho menos nos contestan los teléfonos”.

“Le pedimos a Medicina Legal que por favor se compadezca de la situación que esta joven está pasando y que acelere la prueba que ella necesita porque lo único que ha pasado es que ella ha decaído mucho y pues gracias a Dios ella no ha logrado su cometido cada vez que lo ha intentado, porque si no este caso quedaría impune”.

Albis confirmó a este medio que la mamá de uno de los implicados estuvo muchos días escribiéndole al Whatsapp a Dayanis, pero nunca accedieron a hablar con ella. Otro de los jóvenes quiso hablar con ella, pero nunca hubo comunicación alguna tampoco.

El pedido a las autoridades no pudo ser otro por parte de Saltarín y su familia: “Clamamos justicia, no queremos que este caso quede así, a mi hija la abusaron y aún no hay capturas”.

Finalmente, la mujer dio a conocer que comenzó realizar una obra en su casa para que su hija pueda volver a sonreír: “Ahora mismo están construyendo un local a un costado de la vivienda, porque la idea es que cuando mi pequeña salga se ponga a vender ropa ahí, yo la ayude y pueda estar pendiente de ella todo el tiempo. Quiero que mi hija vuelva a ser feliz”.

“Mi sueño más grande era ser Policía”

A los ocho días del trágico episodio que vivió Dayanis De las Salas Saltarín en su apartamento en la ciudad de Bogotá publicó en sus redes sociales una fotografía portando su uniforme y con una leyenda que decía “desde muy pequeña mi sueño más grande era ser Policía. Gracias a mis padres logré cumplir ese gran sueño. Nadie sabe lo que viví y sinceramente no deseo que alguien más lo viva”.

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Desde ese 27 de marzo no he podido dormir en lo absoluto, he perdido mi apetito y todo porque dos personas que consideré en su momento amigos abusaron de mí. Yo no tuve la culpa. No entiendo cómo siendo mis compañeros de trabajo pudieron hacer tal cosa. Necesito ayuda. No puedo más con esto”, finalizó la comunicación. 

Este fue el primer y único mensaje que ha pronunciado la joven, de 21 años, ante el público desde que ocurrió el suceso; sin embargo, dio a conocer que esos problemas que manifestó tan solo una semana después, se han agravado considerablemente con el paso del tiempo al punto de seguir recluida en un centro siquiátrico.