Historias

En la Sabana sucreña ‘florecen’ los girasoles a la par de la yuca y el ñame

Treinta mil semillas germinaron en la zona rural de Sincelejo.

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A un lado de la vía que une la urbanidad de Sincelejo con la zona rural del corregimiento de Chochó germinan miles de flores amarillas que lucen imponentes a la par de los cultivos de yuca, ñame y maíz que abundan en la región.

Son girasoles los que ahora quieren mandar la parada en la agricultura sucreña, factor de la economía predominante en estas sabanas.

Hace mes y medio comenzaron a crecer las 30 mil semillas que sembraron. Estas las trajeron directamente desde Francia como especie de un experimento que ha dado un buen resultado tanto en asuntos de agro como de popularidad, porque son la sensación en los alrededores, tanto así que son muchos los que quieren una fotografía en la hectárea de los cultivos de girasoles.

El artífice de esta plantación es el médico Germán Montero, quien dispuso la finca familiar para la siembra, en la verada Mirabel. Un amigo extranjero lo aconsejó y decidió meterle todo su empeño al proyecto. Aunque ha habido adversidades sigue intentándolo, permitiéndose descubrir cosas nuevas y brindándole la oportunidad a la gente y los empresarios de que también hagan lo mismo.

“El propósito es obtener la semilla para el consumo como aceite, mantequilla o la alimentación de ganado. El girasol tiene propiedades excelentes y lo puse al servicio de la comunidad para que la gente viera algo diferente con naturaleza a bordo”, expresó Montero.

Desafortunadamente la parte meteorológica no les ha favorecido, porque apenas les llovió tres veces durante la germinación, lo que produjo que no diera el tamaño esperado que era alrededor de dos metros con 40 centímetros. Ahora hay unas matas de un metro con 20 centímetros o algunas que llegaron a los dos metros, según comentó el galeno.

“Lo importante de esto es que hay una economía que genera empleos y a la vez es un atractivo para propios y visitantes”, dijo.

Se refiere a las constantes visitas de curiosos que no se quieren perder un rato de esparcimiento entre las plantaciones y a la vez sacarse una bella fotografía con tan amarillo paisaje.

En un fin de semana, por ejemplo, la finca puede tener entre 400 o 500 visitantes de los girasoles.

De ahí que existan muchos desmedidos que hagan mal uso del espacio. Como la joven que arrancó varias flores para tomarse unas fotos o la más osada que se desnudó completamente entre los surcos para posar a la cámara.

Esta falta de cultura ciudadana desvía el propósito para lo que está creado el cultivo, según lo que dijo Montero, teniendo en cuenta que muchas personas dejan algunas matas maltratadas.

Sin embargo, los fines industriales compensan la inversión porque, junto con el atractivo, Germán quiere crear una cultura novedosa en los empresarios sucreños que cuide el medio ambiente y a la vez expanda el comercio. Esta cosecha, según los cálculos, debe estar lista a finales de este mes.

“La idea es motivar al empresario sucreño. Si están comprando las flores para eventos traídas desde otras partes y la tenemos aquí, acá se puede adquirir, entonces eso motiva y genera empleo. Queremos gente y empresarios emprendedores que crean en lo nuestro”, aseguró.

Lo dice confiado porque el girasol tiene muchos fines. Además de los enumerados por él están también la miel que se extrae de la flor, la cual, supuestamente, es más rica que la tradicional de las abejas.

Teniendo en cuenta esto no se hace extraño que los girasoles colonicen una tierra que pareciera solo destinada para la ganadería y los tubérculos. Mientras eso pasa ellos seguirán floreciendo y distinguiéndose entre el verde de la sabana.

Con información de: Ernesto Benavides Sierra.

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