Desde que el hombre en la antigüedad descubrió que las manos no solo las podía utilizar para trabajar, sino para comunicarse, se ingenió la manera de interactuar con otras personas a través del papel escrito, es decir, las cartas, aunque las primeras señales, según la historia de la escritura, quedaron impregnadas en piedras. La escritura surgió de la necesidad que experimentaron las primeras sociedades por contabilizar y administrar sus propiedades.
Las cartas en otrora también eran el medio más utilizado por los seres humanos para saludar a sus seres queridos, hacer negocios y expresar sus sentimientos. Se dice que antes los individuos utilizaban las palomas para enviar los mensajes a su lugar de destino. En la actualidad, por la inmediatez y el auge con el que avanza la tecnología, esta sutil forma de escribir ha pasado casi que al olvido.
Sin embargo, hay quienes aún se aferran a esta parte de la historia para enamorar, contar sus experiencias e incluso para formalizar un trabajo. En Colombia, y tiene sede en Sincelejo, está el operador postal llamado 4-72, que se encarga, todavía, de enviar a cualquier parte del país y del mundo las cartas que se toman a la tarea de escribir a puño y letra los amantes de la caligrafía.
Miguel Gómez, empleado de este operador desde hace 12 años, contó que con la era digital son pocas las personas que llegan a este local para enviar cartas escritas. Quienes rescatan esta tradición son los extranjeros que envían postales a sus seres queridos con un mensaje bonito para mostrarles qué ciudades visitaron, resaltó Gómez.
Los países a los que más envían postales son España, Argentina e Inglaterra, precisó Miguel. Anotó que lo que más envían por este correo son documentos judiciales y paquetería. El apartado postal es otro servicio para una persona que no tiene un domicilio estable o simplemente quiere que allí le llegue toda la correspondencia.
Aunque se mueve muy poco su vigencia persiste, porque las personas desafían la tecnología, en este caso, los correos electrónicos, la mensajería instantánea y los chats con este tipo de herramientas. “Desde que trabajo con la empresa observo cada vez más que estas son escritas y enviadas con menos proporción”, refirió. Un envío de una carta normal o correo sencillo cuesta 3.600 pesos.
LAS CARTAS ACTIVAN
Para la docente de Español, Jimena Avilez, las cartas no están relegadas del todo, sino que las características específicas han cambiado. Con esto se refiere a que en algunas ocasiones el papel si se ha olvidado, porque se utilizan otras estrategias de escritura, ya que los medios masivos de comunicación han dado aportes significativos en ese sentido.
Las cartas siguen siendo importantes dentro de las aulas, pero con un sentido diferente. En cuanto al papel escrito en los salones de clases todavía se incentiva a los estudiantes a escribirle a sus seres queridos, argumentar sobre una situación, redactándole al Presidente y a entes administrativos.
Las habilidades y la utilización como proyección de procesos lingüísticos, según Avilez, ayudan al fortalecimiento ortográfico, gramático y sintáctico, que a su vez permiten fortalecer los niveles de inferencia. La escritura fortalece dimensiones del ser y activa el pensamiento.
“Nos ayuda a relucir en la esfera de la competencia ciudadana. Además se ha evolucionado en el término carta, hoy no solo le podemos llamar papel escrito, sino expresión divulgada”, precisó la experta.
SE AVANZA AL RITMO DE LA TECNOLOGÍA
Cree que las cartas se deben conservar para el seguimiento del control de habilidades comunicativas, ya que aún en los colegios las herramientas tecnológicas como tablets y computadores no están designadas para un solo estudiante.
Entonces desde este punto de vista, ellas ayudan a vigilar el proceso de lectura y escritura. La idea es que no se pierda el objetivo inherente del “pliego” como lo es la coherencia y la cohesión. Aquí el medio no es lo que importa, sino el fin.
En estos momentos hay que ir en marcha también de los intereses y expectativas de los niños. Así las cosas, con el transcurrir de los años las personas no recordarán cuándo fue la última vez que escribieron una carta. Ya ni “Jaimito el cartero aparece en los episodios del Chavo del 8”.