Cuatro hombres en dos motocicletas, según las autoridades, fueron los autores del atentado criminal que se registró a las 9:15 de la noche del domingo en la Tienda y Estadero La 8, ubicada en la carrera 8 con calle 52 del barrio El Santuario, sur de Barranquilla.
Dos de estos individuos, luego de descender de los vehículos conducidos por sus cómplices, se arrimaron hasta el negocio donde departían al menos 90 personas, observando por televisión el partido entre Junior e Independiente Medellín, por la segunda fecha del Fútbol Profesional Colombiano.
En cuestión de segundos y, luego de utilizar sus teléfonos celulares, aparentemente con intercambio de mensajes de texto, ambos entraron de manera coordinada entre los clientes y abrieron fuego contra unos jóvenes que se encontraban en una de las mesas del lugar.
Quienes se encontraban en el sitio manifestaron haber escuchado unas 20 detonaciones con las que acabaron con la vida de Ever José Lezama Melgarejo, de 24 años y estudiante de Ingeniería Mecánica; Hanner Andrés Guevara Correa, de 24 años y empleado de una empresa local; Reinaldo Javier Orozco Picalúa, patrullero de la Policía Metropolitana de Barranquilla, de 24 años, y Ronald José Zabala Sarmiento, de 24 años.
Los cuerpos de estos cuatro jóvenes quedaron en el lugar de los hechos.
En su huida, de acuerdo con la versión de los testigos, los criminales hicieron unos disparos de advertencia para evitar que los atraparan y tomaron rutas distintas con los motorizados.
En el mismo tiroteo resultaron heridos María Alejandra Martínez Hidalgo, de 23 años y supuesta pareja de una de las víctimas fatales; Pedro Antonio González Muñoz, de 77 años; Daniel Andrade Palomino, de 65 años; Valentina Zulay Mattos Barraza, de 22 años; Emanuel de Jesús Cabezas Ahumada, de 26 años, y Daniela Andrea Ríos Rueda, de 23 años.
Todas estas personas fueron trasladadas a centros asistenciales y ayer se ventiló que María Martínez Hidalgo era la lesionada que revestía mayor gravedad y que permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Barranquilla, bajo pronóstico reservado.
Habían llegado a las 5:00 p.m.
- De izquierda a derecha: Hanner Andrés Guevara Correa, Reinaldo José Orozco, Ronald José Zabala Sarmiento y Ever José Lizama.
Una fuente policial le reveló a AL DÍA que los jóvenes que resultaron muertos, más otras cinco personas, habían llegado al negocio a eso de 5:00 de la tarde, para ver el juego televisado. Antes del cotejo bebieron licor en la mesa y compartieron en historias de Instagram sobre el encuentro de amigos.
Ever Lezama, el policía Reinaldo Orozco y Ronald Zabala, supuestamente, habían llegado desde el barrio Los Olivos, donde residían junto con sus familias, y en el caso de Hanner Andrés Guevara Correa, arribó desde el barrio San Isidro, pero, según lo que trascendió, su familia reside en la Urbanización El Parque de Soledad.
La autoridad también precisó que el occiso Ronald Zabala fue el que más recibió impactos de bala, seis en total, entre el pecho, cuello y el rostro. Las otras víctimas fueron impactadas en dos ocasiones, cada una, según la fuente.
Testimonio
“La tienda estaba llena y los asesinos se bajaron de dos motos. Se pararon frente a los clientes y ubicaron al de rosado. Fue una ráfaga de balas, pero a quien le dieron primero fue al de rosado”. Este fue el testimonio de una de las personas que estuvo presente cuando se desató el tiroteo en la tienda-estadero.
De esta versión, quien llevaba el suéter de color rosado era Reinaldo José Orozco Picalúa, el patrullero de la Policía Metropolitana de Barranquilla, que estaba de permiso, de acuerdo con lo manifestado ayer por el propio director de la Policía Nacional, el mayor general Henry Sanabria.
Y esa afirmación se afianzó con un registro gráfico, pues un video grabado por una de las personas que estaba en el lugar con las víctimas fatales, quien resultó herido, fue enviado por redes sociales previo a que se cometiera el atentado. En este se aprecia al miembro de la institución con la camiseta de ese color.
Esta misma persona, según las autoridades, ha sido clave, pues su explicación de los hechos ha servido para que los investigadores conozcan más detalles de lo ocurrido.