Pocos conocen y sufren tanto los peligros que esconden las calles de Barranquilla como los taxistas, personas que se ganan el sustento diario ‘tirando timón’ mientras exponen la integridad y hasta la vida al realizar su oficio.
A principios de esta semana en Barranquilla se registró el asesinato de un taxista por oponerse a un atraco, se trata de Luwing Alfredo Echeverría Torres, de 55 años, quien llevaba 23 años manejando taxi, y vivía con su esposa y cinco hijos en Tubará.
Luwing Alfredo es el primer taxista asesinado en ejercicio de su oficio en lo corrido del año en Barranquilla y su Área Metropolitana.
“Se ensañaron con él, le pegaron ocho puñaladas y uno de los delincuentes hasta le robó los zapatos, nos enteramos porque los policías se los encontraron puestos cuando lo capturaron a pocos metros del sitio del crimen”, relató Jorge Guerrero, presidente de Sinchotaxis, el sindicato de taxistas de Barranquilla.
El homicidio de Luwing Alfredo ocurrió entre las 2:00 y las 3:00 de la madrugada de este lunes, en la calle 72 con carrera 22B, barrio Nueva Colombia, una zona que es considerada como “peligrosísima” en el gremio de taxistas.
Sobre el crimen se sabe que Luwing Alfredo recogió la ‘carrera mortal’ en la Zona Cachacal: dos hombres y una mujer lo pararon y le pidieron llevarlos hasta Nueva Colombia. Posiblemente por la oscuridad el taxista no notó el mal aspecto de sus pasajeros.
Jorge Guerrero cree que su compañero tomó el servicio, que a todas luces era sospechoso, porque tal vez le había ido mal esa noche y no había recogido suficiente dinero para cubrir la tarifa.
También es posible que fuera el último viaje de la jornada y haya aceptado porque le quedaba en la vía para irse a descansar a su casa, en Tubará.
El punto es que al llegar a un sitio predeterminado los delincuentes, entre los que se encuentra una adolescente de 16 años, lo atracaron y lo “levantaron a puñaladas” por resistirseles a los delincuentes.
Gracias a un testigo que llamó a las autoridades, la Policía capturó a quien sería uno de los asesinos: Deckerson Junior Erazo Jaguar, de 20 años, quien tiene dos anotaciones judiciales por hurto.
Junto a él detuvieron a una adolescente de 16 años, quien sería su compañera sentimental. La ropa de los capturados estaba machada con sangre y les encontraron las pertenencias del taxista asesinado. Deckerson Junior, incluso, calzaba los tenis de la víctima.
El tercer coautor del homicidio escapó y es buscado por las autoridades. Jorge Guerrero, de Sinchotaxis, aseguró que los homicidas son adictos a las drogas y habrían matado a su colega para conseguir plata y seguir consumiendo.
La ‘emboscada’ y el atraco exprés
La modalidad de atraco que usaron con Luwing Alfredo se conoce en el gremio como la ‘emboscada’. Consiste en llevar a la víctima a un lugar que los atracadores conocen al dedillo y donde la pueden ‘pelar’ con toda calma, y escapar rápidamente por rutas predeterminadas.
En Barranquilla también usan el atraco ‘exprés’, que consiste en que los delincuentes esperan el momento oportuno para ‘encuellar’ al taxista, toman lo de valor que está a la vista, le quitan las pertenecías y antes de salir corriendo lo incapacitan con un fuerte golpe en la cabeza o una puñalada poco profunda, un ‘puntazo’, en el costado.
Guerrero afirma que en un mes recibe entre 20 y 30 reportes de ‘atraco exprés’ a taxistas, y asegura que la mayoría no son denunciados ante las autoridades porque las víctimas consideran que se trata de una “pérdida de tiempo, ya que son robos de menor cuantía y casi nunca capturan a los responsables”, afirma.
Evangélicos y otros disfraces
De acuerdo con Sinchotaxis los atracos a taxistas se incrementan en el segundo semestre del año, en especial desde octubre, cuando la ciudadanía entra en modo víspera de fiestas de Navidad y Año Nuevo. Otras fechas críticas son los pre Carnavales y Carnavales.
Otra realidad es que los atracadores no siempre tienen aspecto de malvivientes, como los capturados por el asesinato de Luwing Alfredo.
Al contrario, en muchos casos se trata de personas muy bien presentadas y perfumadas que usan multitud de tretas y estrategias para lograr su objetivo.
Jorge Guerrero cuenta que en el primer semestre del año pasado la ‘moda’ fueron los ‘evangélicos’, una pareja de delincuentes que vestía como acostumbran los seguidores de este credo religioso (incluso el hombre llevaba lo que parecía ser una Biblia), y atracaban a los taxistas quienes se confiaban por el aspecto.
También han ocurrido en Barranquilla casos en que los delincuentes, generalmente un hombre y una mujer, se disfrazan como médicos, enfermeros, o simulan ser padre e hija, y la muchacha lleva uniforme de colegio.
Hay igualmente los que se ponen cabestrillos y yesos falsos o portan una caja de tamaño mediano.
Otra modalidad que utilizan los bandidos es hacerse pasar como estudiantes universitarios y abordar taxis cerca de los centros de estudio.
Asimismo los delincuentes recurren a mujeres de físico llamativo para distraer el taxista, y hacerlo ir hasta un lugar estratégico donde los espera el resto de la banda.
“Tan pronto denunciamos públicamente una de estas modalidades inmediatamente la dejan de usar y la cambian por otra”, contó Jorge Guerrero.
Entre los sitios más críticos para los taxistas en Barranquilla se encuentran los barrios: Nueva Colombia, Carlos Meisel, La Pradera, y los sectores aledaños a la Circunvalar por los lados del llamado tobogán de Campo Alegre, el barrio Las Estrellas y Las Colinas, la Loma del Peligro y 7 de Abril.
También las carrera 32 y 33 por los lados del Puerto de Barranquilla, ciertas zonas del Centro de Barranquilla y sectores de Soledad como La Central, las Villas y las inmediaciones de Granabastos.
Patrullajes y retenes
Controles permanentes y retenes en los sectores críticos es la propuesta de Jorge Guerrero, presidente de Sinchotaxis, para brindarles más seguridad a los conductores y usuarios del servicio.
“En el caso de los retenes lo ideal es que la Policía revise también a los pasajeros, y que haya mujeres policías porque infortunadamente muchas veces los delincuentes usan a las féminas para que porten las armas ya que conocen las normas y saben que un hombre no puede requisar a una dama”, señaló el dirigente sindical.
Los taxistas del ‘sinvergüenza’
La madrugada del viernes 16 de marzo asesinaron a tiros a Luis Enrique Acosta González, de 30 años, y a su amigo y compañero de trabajo Jairo Martínez, de 40, en un atentado, en La Chinita. Las víctimas conducían un taxi Hyundai i10, de placa TZK 914.
El vehículo no pasaba desapercibido ya que en la esquina izquierda del su vidrio posterior tenía una curiosa leyenda: ‘el Sinvergüenza’. Luis y Jairo fueron los primeros taxistas asesinados durante este año en Barranquilla y las autoridades atribuyen el doble crimen a problemas personales.
Taxistas que delinquen
Sinchotaxis no es ajeno a la realidad y por eso reconocen que se han presentando casos de taxista que delinquen. Jorge Guerrero, presidente del sindicato, afirma que una buena medida sería que el Gobierno endureciera los controles para contratar a los conductores de taxi y le otorgara mayor autonomía a las empresas para conseguir personal idóneo.
“Hay dueños de carros que en el afán de poner a producir el carro se lo entregan a personas que no son idóneas, sin pensar que más adelante pueden tener problemas muy graves”, afirmó.