El 30 de noviembre de 1981 ocurrió uno de los hechos violentos más impactantes en la ciudad de Barranquilla en aquel entonces: el hijo menor de una familia pudiente, que residía en el acomodado barrio El Golf, asesinó a sus padres con arma blanca en el baño del domicilio.
Aquel día lunes el joven le había propuesto a un amigo asesinar a sus padres y que incluso le pagaría por realizar tal acción macabra, pero dicho amigo le dijo que no. Es más, la historia siempre mantuvo que este joven pensó que todo se trataba de una broma.
Pero el pensamiento perverso y fuera de sí de aquel muchacho, de 29 años, era muy serio, y esa misma noche ejecutó su plan, un parricidio que dejaría a Barranquilla consternada por mucho tiempo.
Este caso ha sido contado muchas veces en diversos medios de comunicación de nuestro Caribe colombiano y del país, pero en esta ocasión un periodista barranquillero fue mucho más allá del reporte noticioso y convirtió esta desafortunada historia en una obra literaria.
Alfonso Ricaurte Miranda, comunicador social y escritor, narró en su obra ‘Juanito, MUJER, cueste lo que cueste’ la historia de un joven que tiene que desarrollarse en una época en que la homofobia estaba tan marcada en la sociedad que tener un hijo gay en la familia era lo peor que le podía pasar a todos sus miembros. Era una vergüenza que había que ocultar por sobre todas las cosas, sin importarles en lo más mínimo el padecimiento de ese familiar que tenía que vivir su vida, con un cuerpo que iba en contravía de su real deseo y sentir sexual.
Este es el detonante que llevó a Juanito, el protagonista de la novela, a asesinar a sus padres e intentar con semejante acción, conseguir la herencia que le permitiría realizarse la operación de cambio de sexo que tanto deseaba, para liberarse de ese cuerpo masculino que le impedía vivir como la mujer que llevaba en su interior.
El autor de la obra, en diálogo con AL DÍA, sostuvo que “no estoy diciendo con esto que el fin justifica los medios, y mucho menos cuando a quien tienes que asesinar son tus propios padres, como hizo el personaje de esta historia para conseguir un objetivo. No. Lo que se plantea son las consecuencias que se pueden registrar en una sociedad que se rige por comportamientos tan retrógrados, como el de rechazar a las personas por su condición o inclinación sexual”.
El escritor también se refirió a la manera cómo interpretó la historia para llevarla a las letras: “Hablo del personaje de la historia, y la razón de hacerlo es porque no quiero que ‘Juanito, MUJER, cueste lo que cueste’, se vea como un hecho periodístico que se presenta ahora en un libro, porque no lo es. ¿Es una historia basada en un hecho real? Sí, pero novelado, recreado literariamente con hechos imaginarios que se desarrollan a lo largo de sus 13 capítulos. De hecho, los apellidos y los nombres de casi la totalidad de los personajes son distintos a los de las personas reales involucradas en el hecho”.
Al preguntarle por los motivos para querer llevar este suceso a una narración literaria, el autor indicó que en aquellos tiempos cuando ocurrieron los hechos, él era un joven estudiante y que le impresionó mucho lo ocurrido y que quería poder hablar con el protagonista y saber qué lo motivó a semejante acto tan atroz, es así como años más tarde logró tal entrevista cara a cara con Juanito, quien para la época lucía tranquilo, pero sin ningún recuerdo claro de lo ocurrido.
Ricaurte reveló que “no me considero escritor, porque no los soy. No tengo aún ese extraordinario vuelo imaginario que ellos poseen y además porque me encanta seguir sintiéndome un periodista que cuenta historias”.
La novela contiene datos muy profundos del verdadero hecho real, ejemplo de ello es que para la época no se contaba con tantos protocolos técnicos y judiciales, por lo que la casa donde ocurrieron los hechos fue lavada y arreglada y no pudieron hacer inspecciones al caso como corresponde. Eso dejó la duda de si el protagonista actuó solo o hubo más personas involucradas o cuál fue la primera persona en ser asesinada: su padre o su madre.
Otro detalle es sin duda el hecho de ser la primera declaratoria de inimputabilidad de un procesado por asesinato en el Caribe colombiano, que lo pone como una referencia obligada para estudiantes de derecho, psicología y comunicación social, entre otros sectores de la academia.
Juanito aún vive y vive no la vida que quiso vivir, sino la que él mismo encontró, según el escritor.
En un aparte del libro el protagonista le cuenta al escritor: “La noche anterior había consumido mucha droga. Me pasé horas fumando marihuana y metiendo pepas, y a eso de las 4 de la mañana regresé a casa tan drogado que no me atreví a guardar el coche en el garaje, porque cuando me bajé para abrir la reja de la casa sentía que no caminaba, sino que flotaba sobre el piso, desestabilizándome en cada paso”, este relato podría describir un poco lo sucedido aquel 30 de noviembre de 1981.
Los resultados de los exámenes practicados por los especialistas del Instituto de Medicina Legal que fueron enviados al Juzgado Quinto Superior en Barranquilla como aporte al proceso judicial fueron los siguientes: “Conclusión examinado Juan Senior Slapack dictaminamos que padece de manifestaciones clínicas psiquiátricas, de perturbaciones mentales, propias de un proceso esquizofrénico latente, que no ha brotado en forma protuberante ni florido, evidenciándose en forma de brotes aislados bizarros tales como el ocurrido en el momento de los hechos de los cuales se encuentra incriminado. Son claros, evidentes trastornos de personalidad en el aspecto de su desarrollo psicosexual y en los manejos psicopáticos”.