En 2014, Junior perdió la final ante Atlético Nacional, pero un trino falso anunció su victoria, generando efímeras celebraciones en Barranquilla.
Richard García Charris, protagonista de una icónica foto en moto, sigue siendo hincha leal de Junior y disfruta los triunfos con amigos.
La frase "Celébralo Curramba" se convirtió en un recordatorio de la ilusión fugaz generada por la información falsa.
Si tienes algo más de tiempo:
El 21 de mayo de 2014 todo parecía estar sentenciado para que Junior bordara su octava estrella en el escudo, pero el fútbol es un poema impredecible y al último minuto, el partido dio un giro abrupto.
Un cabezazo certero de Jhon Valoy al 90+3 empató la serie (2-2) que obligó a que el equipo rojiblanco y Atlético Nacional definieran la liga colombiana desde los 12 pasos. Junior no tuvo fortuna y vio como Atlético Nacional daba la vuelta en el estadio Atanasio Girardot de Medellín.
Fue una fecha amarga para los barranquilleros que se ilusionaban con gritar por octava vez “Junior campeón”.
De forma inaudita, algunos sí lo hicieron. La celebración de la estrella fugaz se apoderó de algunos hinchas que cayeron en las redes de la información falsa.
Todo empezó tras el trino publicado por la cuenta @TodoFtbol (Todo sobre fútbol), que afirmaba que la Dimayor acababa de darle el título a Junior debido a que Nacional hizo cuatro cambios y que la premiación sería a las 6 a. m., sin especificar el día.
El supuesto campeonato era solo un espejismo, una información equivocada que desvanecía la alegría efímera. AL DÍA logró captar aquellas caravanas, motos y gente a pie que celebraba una estrella fugaz.
Una de esas fotografías quedó para la historia. En una de esas motos estaba Richard García Charris, quien extendió sus brazos acompañado del conductor quien también compartía la alegría. La postal se regó como pólvora y de forma jocosa se convirtió en un icónico meme llamado: ‘celébralo Curramba’ que es usado a toda hora.
Un recuerdo para la historia
Así 10 años después, Richard recuerda aquella noche como si hubiese pasado ayer. Irónicamente el conductor (q.e.p.d.), ni siquiera era su conocido.
“Sinceramente no lo conozco. Yo me vi el partido solo, me monté con él y con el pasar de los tiempos me enteré que le decían caballito y que murió en el 2021”, dijo a este medio.
Las banderas cayeron, los cánticos se desvanecieron y las lágrimas de felicidad se tornaron en lágrimas de decepción. Así lo vivió Richard, quien tras lo sucedido, optó por alejarse de las cámaras.
“En ese tiempo yo era empleado y de hace un tiempo para acá la vida me cambió y tengo mi propio negocio de droguerías y ando muy ocupado. Ya no me veo en ese tipo de caravanas”.
Richard se alejó de aquella efusividad y ahora prefiere ver este tipo de partidos con sus amigos en algún establecimiento.
“Ahora que Junior ganó la final lo disfruté con un grupo de amigos y fue muy sano, pero no me monté en ninguna moto”.
Richard cuenta que su sentimiento por los tiburones viene desde la cuna y que por su mente nunca se le ha pasado apoyar a otro equipo.
“Desde pequeño estaba en el bulevar de la 4 y mi papá me llevaba al estadio. Yo soy de Junior desde que nací, para mí es el mejor del mundo”.
Junior, fiel a su estilo, ejecuta partidos llenos de emoción y suspenso hasta el último suspiro. Cada encuentro es un viaje emocional para sus hinchas, donde la incertidumbre y la adrenalina cobran vida en el terreno de juego. “Si no se sufre no es Junior. Somos nosotros contra toda Colombia, pero siempre tenemos mérito y aquí seguimos fieles al equipo”.
Y así fue, esta vez, no hubo nada que pudiera opacar la décima del equipo rojiblanco. La emoción regresó y no fue falsa. En Barranquilla sigue nevando. Ahora sí, ¡célebralo Curramba!
El impacto digital
La frase fue épica. “Celébralo Curramba” no fue solo utilizada para el ámbito futbolístico. Quedó instalada en la jerga de los barranquilleros que no se dejan amilanar por aquellas burlas que puedan surgir en otras partes del país. “Es de forma jocosa. Es exactamente lo que está pasando ahora con la nieve, solo que esta frase tuvo más fuerza porque fue algo que no es común que suceda”, dijo Cristian Valdez, quien en estuvo presente en aquella falsa celebración.
Pese a que no salió a correr a las calles, fue testigo de la multitud y por dentro llegó a sentir alguna ilusión: “Por mi parte yo estuve en estado de shock. Prefería ver todo desde la ventana porque se me hacía casi imposible pensar en que lo que decían de Nacional había ocurrido”.