Historias

La triste historia de Milena, la mujer que fue atacada con un hacha por su exnovio

Cuando llegó al centro asistencial presentaba trauma craneoencefálico, herida amplia en el cuero cabelludo, fractura expuesta de la muñeca izquierda con lesión en la arteria radial.

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“Yo soy una 'pela' berraca, toda la vida he estudiado, he trabajado, yo no me he portado mal, no me mere­cía que él me hiciera esto, dejándome como me dejo y con mis hi­jos pequeños”, esta es la única frase que sacó lágrimas del rostro de Milena De Alba Freyle durante la entrevista que concedió desde su camilla en la Clínica Campbell, donde permanece bajo obser­vación.

El parte médico de la joven de 21 años ha mejorado. Cuando llegó al centro asis­tencial presentaba trauma craneoence­fálico, herida amplia en el cuero cabe­lludo, fractura expuesta de la muñeca izquierda con lesión en la arteria radial. Su estado de salud es consecuencia del ataque del que fue víctima en una finca ubicada en Caracolí, Malambo el pasa­do lunes.

Ese día Jorge Morales Cuesta, su ex­pareja, blandió un hacha en contra de su humanidad en repetidas ocasiones en frente del hijo de ambos, de cinco meses de nacido.

“La psicóloga me dijo que, por el trau­ma, ciertas partes se me han olvidado”, detalló Milena sobre el momento de la agresión.

Milena De Alba y Jorge Morales vivían en el barrio Villa Esperanza de Malambo. En julio pasado se separaron, luego de un año de relación, de la que nació un hijo.

Milena listó las razones por las que no funcionó la vida de pareja entre ambos: “él no demoraba en los trabajos, discutía demasiado con mi mamá, le gustaba mu­cho el trago y las ‘maquinitas”.

Poco tiempo después de la separación, la joven comenzó a trabajar nuevamente vendiendo revistas y haciendo rifas en el barrio. Jorge la volvió a contactar en re­petidas ocasiones: “me dijo que si no vol­vía con él me mataba a mí y a mi bebé”, relata Milena.

No obstante, el hombre nunca la había tocado. “Me decía las cosas con molestia y era celoso pero nunca me había pega­do”, comenta.

Esto fue cierto hasta una semana antes de ser atacada con el hacha. Ese domin­go, 15 de octubre, Milena se encontraba en su barrio recolectando el dinero para una rifa. Según cuenta, Jorge la perse­guía con su bebé de cinco meses en sus brazos. “Llévatelo a la casa y déjame en paz”, recuerda haber dicho la joven luego de sentir una mano agarrar su cabeza y estrellarla contra una pared.

“Su hermano y hermana me trataron de ayudar pero a ellos también les pegó, estaba como loco, me encerraron en una casa al frente hasta que vino a buscarme mi familia”, detalla Milena.

Luego de este incidente decidió inter­poner el denuncio ante la Comisaría de Familia. De allí fue a Medicina Legal, donde fue valorada y recibió 10 días de incapacidad debido al fuerte golpe que sufrió en la frente.

Ante la situación, su madre, Carmen de Alba, la mandó a vivir a su hermana Nini en una finca en la vereda de Villa Herre­ra. Hasta allá la fue a buscar Jorge el lu­nes 23 de octubre.

Milena había recibido el llamado de su mamá esa mañana para comentarle que había visto a Jorge “borracho y amane­cido”. La joven continuó con su día, pen­sándose segura. Se estaba cambiando la ropa para tomar rumbo a la Fiscalía don­de presentaría el dictamen que le había ofrecido Medicina Legal cuando escuchó la voz de Jorge.

Según cuenta Milena, salió inmediata­mente con el hijo de ambos. Se le entregó a él y le dijo, “si viniste a buscar al niño aquí está. Voy para la Fiscalía, yo te de­mandé”, fueron las últimas palabras pro­nunciadas antes del ataque.

“Se acercó a mi hermana, creí que la iba a golpear pero cogió un hacha que es­taba en el rincón”, agregó la hermana de la joven quien tenía al niño de cinco me­ses cargado. Dos veces la golpeó en la ca­beza y una vez más en la mano izquierda a la altura de la muñeca.

Jorge intentó huir pero fue atrapado por miembros de la comunidad quienes lo golpearon. Milena fue transportada a la Clínica Campbell de Malambo y de allí remitida a la de Barranquilla en donde recibió atención médica. Permaneció se­dada durante casi dos días.

“Empecé a gritar y a patalear hasta que me sedaron otra vez”, así fue el pri­mer despertar de la joven luego del ata­que. Cuando abrió los ojos nuevamente estaba amarrada, y solo de esta forma pudo enterarse de lo sucedido.

Supo que Jorge tiene medida de asegu­ramiento en la Cárcel Modelo de Barran­quilla por el delito de tentativa de homici­dio agravado, que el personal médico se encuentra estudiando el estado de salud de su mano pero que aún no la ha perdi­do. “Si él sale de la cárcel me va a seguir perjudicando, porque no está bien de la cabeza, él necesita internarse en un cen­tro de rehabilitación”, asegura Milena.

Aunque su antebrazo izquierdo esté sujeto por “tornillos, tuercas y varillas”, dice que está agradecida de poder contar su historia, “todo me lo callaba, y ahora tengo esta oportunidad que no tienen to­das las que pasan por esto”.