“Los hombres como los que él soñaba ser le quitaron la vida”
La madre de Yesid González Gutiérrez, de 20 años, asesinado el 6 de junio de 2020 en medio de un procedimiento policial, clama porque se haga justicia por el crimen de su hijo.
Él soñaba con ser uno de ellos. Idolatró desde pequeño a aquellos hombres en uniforme que salvaguardan la vida de los ciudadanos. Cuatro días restaban para formar parte de sus filas, pero un disparo que ingresó por su espalda realizó un orificio de salida por el pecho atravesando su corazón y truncó ese sueño de ser policía.
Leer más: De seis balazos asesinan a una mujer en Los Olivos
Yesid José González Gutiérrez, de 20 años, resultó muerto por un proyectil de arma de fuego el 6 de junio de 2020, en medio de un procedimiento policial en la calle 70 con carrera 1 sur, del barrio Siete de Abril, de la localidad metropolitana de Barranquilla.
Allí todo fue confuso. Policías rodeando gente, algunas personas tirando piedras en su contra; y luego estaban los “inocentes” que solo observaban lo que estaba pasando esa noche de sábado, en plena cuarentena por el covid-19.
“En la casa de la esquina de donde Yesid vivía con sus abuelos habían hecho una fiesta, pero estábamos en plena cuarentena y esto era prohibido, por lo que llamaron al cuadrante y llegaron las patrullas hasta allí. Los uniformados comenzaron a decirles que entraran, pero les hablaron de mala forma. Incluso les rompieron la casa y dañaron una moto que tenían afuera, y agredieron a los que vivían allí”, recordó Joyce Gutiérrez Yepes, madre de la víctima mortal, en dialogo con AL DÍA.
De acuerdo con el relato de la mujer, y con lo que se supo en su momento, cuatro personas más resultaron lesionadas: “A uno de ellos le partieron la cabeza y tres más recibieron heridas de bala. Los vecinos escucharon todo lo que estaba pasando y salieron a observar, incluyendo a mi hijo. Cuando la comunidad comenzó a reprochar el acto los policías se enojaron y sacaron armas amenazando a todos, uno de ellos correteó a Yesid, que no tenía nada que ver, y le hizo un disparo”.
También te puede interesar: Asesinan a dos hombres en vía Barranquilla-Tubará
Ninguno de los uniformados auxilió al joven, quien fue trasladado por varios familiares hasta el Paso Santa María, pero a mitad de camino perdió la batalla contra la muerte y no alcanzó a recibir atención médica.
“No regresó a casa con mamá”
El joven de 20 años fue criado por los abuelos en el barrio Siete de Abril, pero a los 16 años (2016) decidió mudarse con su madre, quien residía en Chía, Cundinamarca. Allí culminó su bachillerato y prestó el servicio en la Policía durante un año y seis meses.
“Yesid duró un año y seis meses prestando el servicio, quedó tan enamorado de esa profesión que había decidido presentar carpeta para quedar de manera definitiva. Él en diciembre de 2019 se fue a pasar vacaciones en Barranquilla y pues allá lo cogió la pandemia y la cuarentena, por eso se retrasó su regreso. A mi hijo lo matan el 6 y el 10 ya tenía programado un vuelo para regresar, ya que iba a presentarse a la escuela de policía, donde ya lo habían aceptado, pero no regresó a mí, lo tuve que volver a ver en un cajón”, mencionó entre lágrimas la progenitora.
Al joven su madre lo describió como una persona muy madura para su edad. “Cuando murió mi vida me cambió, yo antes salía a tomar y él era mi cuidador, siempre estaba pendiente de mí. Desde que vivió conmigo me ayudó económicamente y estaba pendiente a sus cuatro hermanos, era el mayor”.
La Fiscalía, según la mujer, no ha avanzado en la investigación. “El fiscal siempre está en audiencia y nunca le da la cara a mi abogado. Esta semana él viajó hasta Barranquilla para hablar con el fiscal, pero no lo atendió”.
Luego del lamentable suceso comenzó un complejo proceso que aún a la fecha no ha dado resultado: “Yo tuve un primer abogado, pasaron seis meses del hecho y me entregó un poder que no estaba ni autenticado, pero yo no sabía mucho del tema. Mi hijo se me manifestaba constantemente en sueños y en uno de ellos me transmitió que ese señor no estaba haciendo nada”.
Su madre, que trabajaba como guardia de seguridad para esa época en el Hospital de Chía, conoció a un hombre de leyes como si de un milagro se tratase: “Le comencé a preguntar sobre el proceso, él me dijo que iba a investigar y que si el otro abogado no estaba haciendo nada le dejara el caso en sus manos, y así fue”.
Faltan dos implicados
AL DÍA tuvo acceso a los documentos presentados ante la Fiscalía por Gutiérrez Yepes y su abogado, en los que se revelaron los 12 nombres de los uniformados que, al parecer, participaron en la “riña” de aquel mes de junio. Sin embargo, de acuerdo con la mujer “hacen falta dos nombres (Morales y Brito), porque participaron 14, porque los testigos dijeron que vieron al primero en mención accionar el arma en contra de Yesid, y entonces no entiendo por qué ninguno de los dos aparecen como implicados”.
No te puedes ir sin leer: ¿Se aleja del vallenato? Silvestre Dangond lanza nuevo tema de música trap
“A parte de eso el encargado del CAI donde estaban estos policías desestimó el caso de mi hijo en medio de los interrogatorios como si hubiesen matado un perro. Cuando le preguntaban por la muerte de Yesid mencionó que por qué no se mencionaban a los demás heridos, incluso llegó a decir que ninguno de sus hombres disparó el arma (…) mi hijo no era ningún delincuente, mi hijo quería ser como ellos”, afirmó Joice en su relato.
La progenitora mencionó que los patrulleros ya no están en el CAI Siete Bocas (Siete de Abril), y que no han sabido más nada de la persona que disparó, quien aparentemente es conocido como ‘Cara Cortada’. “Nunca apareció en la investigación y hubo otros cinco que no respondieron a las preguntas por recomendación de sus abogados”.
El reporte que la Policía Metropolitana de Barranquilla brindó en su momento difiere del relato de los testigos e indicó que la muerte de Yesid Hernández y las lesiones de civiles y policías ocurrieron en el marco de una “asonada”.
“Al llegar los uniformados les solicitaron a los presuntos infractores una requisa y uno de ellos portaba un arma de fuego tipo escopeta. Cuando los policías estaban asegurando a esta persona, aún sin identificar, varios ciudadanos comenzaron a arremeter contra los uniformados golpeándolos con objetos contundentes y le arrebataron al capturado y se dieron a la huida”.
Sin embargo, este medio intentó comunicarse con la institución armada, pero hasta esta publicación no hubo pronunciamiento.
Asimismo, se conoció por medio de Félix Rodríguez, abogado defensor del caso, que “el ente acusador se enfrascó en un conflicto de competencia entre las dos jurisdicciones, la civil y la ordinaria penal militar, pero yo digo que independientemente de quién asuma el caso, de todos modos la Fiscalía debe imputar los cargos que se requieren”.