"Nos alegraba con su mamadera de gallo": así recuerdan a hombre muerto en Ciudadela

• Robinson Eduardo Pallares Polo, de 53 años, fue encontrado sin vida por su hija en su vivienda en la Ciudadela 20 de Julio.
• La hija forzó la puerta de la casa al sospechar que algo no estaba bien y encontró a su padre colgado de una cuerda.
• Los vecinos y familiares, impactados por su muerte, describieron a Pallares Polo como una persona alegre y querida en el barrio.

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Los gritos de desesperación no permitieron a nadie conciliar el sueño en la Ciudadela 20 de Julio y los barrios circunvecinos. La caída del sol con el ocaso representó la introducción en la oscuridad para la familia de Robinson Eduardo Pallares Polo, hombre de 53 años que acabó con su vida en la tarde del miércoles 12 de junio.

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Su cuerpo fue encontrado por su propia hija quien, motivada por ese sentimiento que insinúa que algo no está bien, decidió subir hasta la vivienda de su padre, en la calle 49 # 50A - 260, para encender las luces, porque él no lo había hecho pese a estar en casa durante toda la jornada.

"La puerta estaba cerrada, pero a ella había algo que como que no le cuadraba, entonces cogió un palo y forzó la puerta", manifestó un vecino a AL DÍA, quien solicitó que su identidad fuera resguardada.

Al entrar a la vivienda, la joven encendió la luces y se derrumbó ante la imagen de su imagen suspendido en el aire y sujetado por una cuerda por el cuello. Los gritos y el llanto hicieron retumbar la zona y el dolor se apoderó de todos. 

"Inspiraba felicidad"

Son desconocidas las razones que condujeron a Pallares Polo a tomar la trágica decisión. Sin embargo, en lo que coinciden familiares y amigos es que el hombre había "nacido para mamar gallo".

Ha sido tal el impacto derivado de su muerte que para familiares y amigos todavía cuesta procesar que Robinson haya pasado a otro plano. "Es una persona muy reconocida y querida en el barrio, todavía no nos explicamos cómo pasó. No sabíamos. No podemos dimensionarlo ni entendemos por qué tomó esa decisión", señaló un conocido.

Lo vieron comprar la cuerda

Una fuente de entero crédito consultada por AL DÍA sostenía muy buena relación con el hoy occiso. Esa persona señaló que la última vez que se vio con vida al hombre fue después del mediodía del miércoles. 

Según relata, el hombre se encerró en su casa tras hacer una serie de compras en una ferretería del barrio. Quien lo vio fue su suegro, quien le bromeó porque lo vio llevar una cabuya debajo del brazo.

"¿Qué, te vas a matar?", le dijo en forma de broma, pero el hombre no respondió nada. Su suegro, sin sospechar variaciones en su conducta, lo saludó y se despidió. 

"Él se metió a la casa y ya nadie lo vio más".