Cuando Andrew Sorenson, de 20 años, desapareció, la parálisis se instaló en la capital de Estados Unidos debido a los muchos temores de leyendas urbanas que suelen circular en las grandes ciudades. Mientras en Barranquilla muchas personas pueden relacionar hechos misteriosos con la brujería, en ciudades como Washington la desaparición de un joven puede instalar la creencia en muchas personas de que hay un potencial asesino serial merodeando.
Debido a hechos perpetrados por criminales con historiales como Ted Bundy o Jeffry Dahmer, el imaginario colectivo de Estados Unidos suele relacionar crímenes con ciertas conductas a asesinatos atroces. Y aunque la desaparición de Sorenson sí acabó con el joven asesinado, había una oscura historia detrás de los hechos.
Hablar de la desaparición y posterior asesinato de Andrew Sorenson también implica hablar de John Eisenman. El hombre fue hallado responsable del caso, pero al ser interrogado por lo sucedido, aseguró que su motivación para acabar con la vida del joven fue que este había vendido a su hija a una red internacional de tráfico sexual que operaba en otra ciudad del país norteamericano: Seattle.
El padre fue detenido a un año del crimen. Cómo lo asesinó es un gran interrogante, pero lo cierto es que todo comenzó en octubre de 2020 cuando se enteró que su hija había sido vendida a la organización de tráfico sexual y que el joven habría tenido una responsabilidad en esos hechos.
Contra todo pronóstico, el padre comenzó una lucha contra viento y marea para poder recuperar a su hija y así lo logró. Ella ofreció su relato de los hechos a su padre y entonces explicó que su novio había sido el responsable de que ella tuviese que haber pasado por esa difícil experiencia. Incluso, reveló dónde se ocultaba.
Entonces comenzó el plan de venganza.
El crimen
Eisenmann fue acusado de homicidio en primer grado. Lo que se sabe es que el cuerpo fue hallado a un año de perpetrado el crimen en el baúl de un vehículo abandonado.
Allí, el joven fue encontrado con los tobillos atados, su boca vendada y rezagos de heridas con arma blanca, según se lee en los documentos oficiales.
El relato de la policía ofreció más detalles: “Durante un encuentro, Eisenman secuestró a la víctima, lo ató y lo colocó en el maletero de un vehículo. Posteriormente, Eisenman agredió a la víctima golpeándolo en la cabeza con un bloque de cemento y luego lo apuñaló repetidamente, provocando su muerte”.
“Después del homicidio, Eisenman condujo el vehículo a un área remota en el condado de North Spokane y abandonó el automóvil con el cuerpo todavía adentro”, añadió.
El hombre, de 60 años, no confesó arrepentimiento por lo sucedido.