Las lluvias se han convertido, en algunos sectores del suroccidente de Barranquilla, en un motivo de preocupación. Solo basta con que caigan las primeras gotas de agua para que decenas de jóvenes salgan a las calles y terminen adentrados en batallas campales.
La comunidad de Siete de Abril, Conidec, Carrizal, Las Cayenas, El Pueblito, Las Gardenias, Siete de Agosto, El Bosque, Las Américas, Santo Domingo y La Sierrita, entre otros barrios, se encuentra en alerta debido a que en medio de esos enfrentamientos han pasado de agredirse con piedras a las balas.
“Acá vienen pelaos a pelear pelaos que ni son de por acá. Vienen de los barrios La Paz y Los Olivos a tirarse piedras cuando cae el aguacero. Salen de todos lados, parece que se multiplicaran”, aseguró un comerciante que cuenta con un almacén a pocos pasos del puente peatonal que divide al El Pueblito con La Pradera.
El hombre indicó, además, que este tipo de episodios se convierten en una afectación para su economía: “El problema es que algunas piedras rebotan en los vidrios del negocio y uno tiene que cerrar temprano por esa razón, así que se pierde plata”.
Los comerciantes de la zona también aseguraron que algunas pandillas han optado por citarse durante las noches para enfrentarse y así afectan la tranquilidad de las personas que se aprestan a descansar tras su jornada laboral.
“Llueva o no llueva, esos enfrentamientos es algo que se ha venido presentando desde hace un tiempo. Suelen ingresar por El Pueblito y se esperan por la zona del puente”, agregó otro ciudadano, quien pidió la reserva de su identidad.
En Las Gardenias, por su parte, la comunidad vive en una zozobra constante debido a que los enfrentamientos son protagonizados por jóvenes residentes en las distintas torres.
Acciones del Distrito
Nelson Patrón, jefe de la Oficina distrital para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, indicó que en la ciudad se ha adoptado la estrategia ‘Vuelve y juega’, con el objetivo de brindar una respuesta a los comportamientos y situaciones conflictivas que propician los grupos de jóvenes.
"Desde este espacio tratamos de orientar a los jóvenes para que aprendan a mediar sin utilizar la violencia, aprovechar su tiempo de manera productiva y puedan cambiar su comportamiento por acciones que beneficien su bienestar y el de su comunidad. Esto se hace por medio del acompañamiento de profesionales especializados en psicología, sociología, y trabajadores sociales", sostuvo el funcionario.
Resaltó, además, que dentro de la labor preventiva del programa se integra a las familias y los vecinos de la comunidad como actores fundamentales en el proceso de los jóvenes.