VIDEO | La historia del exentrenador de estrellas del tenis que hoy en día no puede ni moverse
Para comunicarse su esposa le deletrea el abecedario mientras él hace señas con sus ojos.
Su nombre es Raúl Ordoñez, se dedicaba a entrenar a los mejores tenistas del mundo como André Agassi y Anna Kournikova, compartía cancha también con las hermanas Serena y Venus Williams, sin embargo un día una enfermedad degenerativa llegó a su vida y con ella el fin de su carrera.
Todo empezó a suceder en julio de 2004, cuando después de salir de un entrenamiento, Raúl empezó a sentir una serie de malestares que le impedían caminar con normalidad y le generaban fuertes mareos, por lo que decidió acudir a un centro médico donde los especialistas pensaron que se trataba de una intoxicación por mercurio.
Decidido a no prestarle atención a sus malestares, aceptó festejar con su familia su cumpleaños, sin saber que ese día conocería a Diana, una bailarina que se convertiría en su esposa, mientras que al mismo tiempo una grave enfermedad empezaba a asentarse en él.
Luego de una cantidad de exámenes llegó el fatídico dictamen médico, no se trataba de ninguna intoxicación, sino de una esclerosis lateral degenerativa, exactamente la misma enfermedad del genio astrofísico Stephen Hawking, con la diferencia que mientras que este duró décadas con su padecimiento, a él sólo se dieron 6 meses de vida.
“Ya no podía caminar solo, y empezó a caminar con un carrito” afirma su hoy esposa Diana Corrales, al programa Séptimo Día que dio a conocer la historia de este formador de estrellas del tenis.
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No obstante, es preciso destacar que desde el momento de ese diagnóstico, Ordóñez a superado todas las expectativas médicas y ya completa 12 años luchando contra la enfermedad degenerativa, que pese a todo, le ha quitado la movilidad en su cuerpo, por lo que sólo puede mover sus ojos, convirtiéndose estos en la manera de comunicarse, pues su esposa le va deletreando el abecedario mientras que él mueve su ojo en cada letra que necesita, para así formar las palabras para expresarse.
Con este método trabaja en la realización de un libro autobiográfico en el que espera plasmar sus memorias como entrenador de tantas estrellas, además de darle motivos de orgullo a su única hija a la que pudo concebir, pues la enfermedad no le afectó su desarrollo sexual
