¿No sería genial si pudiéramos tomar un medicamento para ser más inteligentes? Bueno, no exactamente para eso, pero sí algo que nos ayude a concentrarnos y a sacar provecho de nuestras habilidades en las labores que tengamos que hacer día a día. Algo que nos diera energía y nos ayudara a aprender más rápido esas lecciones que tienes que estudiar para tus exámenes finales. Suena como algo que todos compraríamos ¿o no?
Algo parecido le sucedió a Bradley Cooper interpretando a Eddie Morra en la película Limitless (Sin Límites). Eddie es un aspirante a escritos que sufre constantemente de bloqueos crónicos a la hora de escribir sus libros -digamos más bien que es un escritor fracasado-. Su vida cambia cuando su ex cuñado Vernon Gant, interpretado por Johnny Whitworth, le ofrece el NTZ, un “medicamento” revolucionario que le permitirá aprovechar su potencial cognitivo al 100%.
Lo que sucede luego de empezar a tomar la pastilla es increíble. Solo con una dosis puede recordar absolutamente todo lo que haya visto, leído o escuchado, incluso logra aprender otros idiomas con solo escucharlos, además de desarrollar habilidades físicas y mentales impresionantes y claro, concentrarse para realizar su trabajo de escribir. Mejor dicho, el “superhombre” encarnado.
Aquí el tráiler para que te hagas una idea.
Se supone que algo así ya existe, obviamente no te vas a convertir en el superhombre volumen 2, eso solo pasa en las películas. Pero sí existe una pastilla que te ayuda a estimular la memoria y la concentración.; se llama Modafinilo.
El Modafinilo es un neuroestimulante que tiene propiedades para ayudarte a estar alerta y es un tratamiento indicado para la somnolencia excesiva durante el día y la noche y para el desorden del sueño por cambio de turno laboral o ‘shift work’. No es claro exactamente cómo funciona, pero sí se conocen algunos efectos secundarios como dolores de cabeza, náuseas, ansiedad, nerviosismo, sarpullido, diarrea y fuertes dolores musculares.
El periodista de BBC Mundo, Benjamin Zand, probó las pastillas y se dio la tarea de testear esta pastilla que ha sido calificada por investigadores de las universidades de Harvard y Oxford como “la primera droga segura para la inteligencia”.
“La primera pastilla la tomé en la universidad de Cambridge como parte de una prueba cognitiva. Antes de ingerirla, los científicos examinaron mi atención visual, memoria espacial, funciones ejecutivas y memoria episódica”. Benjamin Zand.
Luego de la prueba, la concentración de Benjamin estaba en el tope del 15% - 20% para una persona de su edad. Luego estuvo entre el 5 - 10%.
“Me empecé a sentir más despierto y un poco menos dispuesto a la frustración. Pero había muchos otros factores que pudieron haber afectado los resultados. Sin embargo, mi mente se mantuvo alerta a lo largo del día. Durante las cuatro horas de vuelta a mi casa en Liverpool, no me sentí tan cansado como normalmente me pasa”.
Para la segunda dosis, las cosas empezaron a empeorar para él, se concentraba en las tareas equivocadas, como jugar videjuegos en su teléfono.
“Cuando intenté irme a la cama, no logré desconectarme hasta muy entrada la mañana. También descubrí un bulto en la parte de atrás de mi pierna que me picaba (al día siguiente apareció otro en mi brazo”.
Para la tercera dosis, ya estaba teniendo el efecto que quería en un principio -o algo así-. Benjamin estaba cada vez más deshidratado, seguía sin apetito y su aspecto era terrible por no dormir.
“Trabajé sin parar hasta las 11 p.m., editando, filmando y escribiendo; haciendo cosas que ni siquiera sabía si necesitaba hacer. Sentía que tenía que seguir trabajando, sin que necesariamente lo quisiera hacer”.
Cabe destacar que el cuerpo de cada persona reacciona diferente a las sustancias químicas y a las pastillas. Quizás sea mejor olvidarnos de ideas fantásticas -por ahora-, y ponernos a leer libros y a estudiar a la antigua. O tú que dices, ¿te le medirías a probarlas?