Las estadísticas reflejan una disminución con respecto a 2019, cuando se registraron 483 casos, de los cuales 418 fueron en el género femenino, y 65 en el masculino.
Janeth Esmeral Ariza, coordinadora de la Dimensión Gestión Diferencial y Poblaciones Vulnerables, dijo que la violación y el maltrato infantil es la más extrema vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, porque transversaliza a las instancias sociales, económicas y culturales, por ser un problema multicausal que requiere acciones intersectoriales y comunitarias para su prevención.
“Una de las maneras de evitar el abuso sexual infantil, es hablar con claridad y confianza a los niños acerca de los riesgos que le rodean, estar pendientes de las salidas a parques o a las casas de los amigos, enseñar a los hijos que existen partes del cuerpo íntimas, fortalecer su autoestima, analizar los cambios de comportamiento de los menores, recalcando que todo abuso sexual infantil debe ser denunciado, es una responsabilidad de todos”, puntualizó la funcionaria.