La denuncia pública de una hija preocupada encendió las alertas sobre un posible nuevo caso de violencia intrafamiliar en Barranquilla.
“Yo me fui porque estoy estudiando los domingos. Salí con mis compañeros y como a los 15 minutos me llamaron a decirme que mi papá le había partido la cara a mi mamá”, contó a EL HERALDO la joven, de 17 años, que en la mañana de ayer llegó con su tía a la Clínica San Martín para ver qué le había pasado a su madre.
Este medio decidió reservar los nombres de la víctima y el presunto victimario para preservar la integridad física y emocional de la menor, de quien también se guarda reserva de su apellido.
Según relató la joven, mamá, de 37 años, habría sido agredida su papá, de 48 años, en su vivienda ubicada en la carrera 9N con calle 98B del barrio Siete de Agosto y, aunque hasta la noche de ayer la mujer no estaba en condiciones de trasladarse a la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, la joven decidió hacer eco a la violencia de la que habría sido víctima su mamá.
La joven relató que los hechos ocurrieron alrededor de las 8:30 de la mañana de este domingo cuando su mamá se disponía a ir al trabajo.
“En mi casa estaba mi mamá, mi papá y mis hermanos de 15, 10 y tres años. Mi papá le había dicho a mi mamá que la iba a llevar al trabajo, pero ella dijo que no porque el niño de tres años no podía quedarse solo en la casa y que la llevaría Pipe, un muchacho que siempre le hace las carreras en la moto a mi mamá. Entonces, él le dijo que iba a ir detrás de ella en la moto”, narró.
Después de eso, la joven habría salido de la vivienda rumbo a la universidad y, entonces, comenzó a subir de tono la discusión hasta llegar a los golpes.
Allí, en presencia de los tres hijos menores, el hombre habría empezado a pegarle a la que era su esposa en el rostro, estando sentada en una mecedora.
“Ella como pudo se levantó y pedía auxilio, pero por los golpes estaba desorientada y se calló. Él siguió pegándole. Luego se levantó de nuevo y alcanzó a correr hasta el baño de la cocina, pero se volvió a caer. Ahora ella me dice que ahí, en el baño, el le daba patadas”, describió contando lo que su mamá narraba en la clínica.
Para la joven, este no era un comportamiento frecuente en su casa, pero sí había ocurrido.
“La verdad, cuando estábamos pequeños sí recuerdo que él le pegaba, pero desde que tengo uso de razón esta es la primera vez que la maltrata así”, explicó.
La víctima recibió golpes en el rostro que le dejó heridas abiertas en la nariz y el pómulo, además de moretones en los brazos y el torso.
Así mismo, dijo que había llamado a su papá a preguntarle por qué lo había hecho, mientras este se mantenía escondido.
“Él me dijo que le había pegado a mi mamá por tantas humillaciones. Yo le pregunté que si a él le gustaría que le hicieran lo mismo”, relató. A mí me duele, porque él es mi papá, pero eso quedará en manos de la justicia. Eso no tiene perdón. Mi hermanito está triste, no quiere llegar a la casa, no quiere hablar tampoco”, concluyó.