Durante la temporada decembrina el consumo de licor se incrementa de manera significativa en Barranquilla. Con ello también se dispara la adulteración de las bebidas alcohólicas.
Este tipo de bebidas son fabricadas con metanol, etanol o alcohol metílico, sustancias potencialmente peligrosas para el cuerpo humano. En la mayoría de los casos son creadas en condiciones rudimentarias y antihigiénicas, causando graves afectaciones a la salud.
Por esta razón la Policía Metropolitana de Barranquilla entregó una serie de recomendaciones para evitar el consumo de licor adulterado.
La capitán Natalia Moná, jefa del grupo Regional de Policía Científica y Criminalística, aconsejó que al momento de adquirir una botella de licor se debe verificar que no se encuentren restos de impurezas, sólidos, partículas en suspensión, arena, insectos o pelusas.
Otro de los consejos que entregó es que en las etiquetas y cajas no haya indicios de silicona, pegaloca o cualquier otro tipo de pegantes. Tampoco deben existir perforaciones anormales en los dosificadores o en presentaciones de cartón.
“Los ciudadanos deben desconfiar de promociones, precios exageradamente bajos y proveedores ocasionales. También tienen que asegurarse de que el volumen o cantidad corresponda con lo impreso en la etiqueta”, dijo.
También aseguró que no se debe confiar en etiquetas y estampillas con alto grado de envejecimiento, manipulación o que estén borrosas.
Por esa razón recomendó que el licor sea comprado en sitios de confianza, y posterior a eso raye o rasgue las etiquetas, destruyas las tapas y no bote las botellas vacías a la basura.
Daños en la salud
La Mebar explicó que a diferencia del alcohol etílico, cuando el metanol se encuentra en el estómago se absorbe rápidamente e ingresa al torrente sanguíneo. De ahí pasa al hígado, donde es convertido en ácido fórmico y formaldehído, sustancias que dañan la retina y el nervio óptico.
Las autoridades también sostuvieron que al interactuar con algunos carbohidratos, dichas sustancias alteran el metabolismo del organismo, originando arritmias cardiacas, insuficiencias respiratorias y finalmente, la muerte.
Decomisos
Hasta el 8 de diciembre del presente año las autoridades han incautado 10.766 litros de licor adulterado en Barranquilla, avaluados en 701 millones de pesos.
En el mismo periodo del año pasado habían sido decomisados 9.628 litros de licor en la capital del Atlántico, avaluados en $276 millones.