Lo que inició como un momento de recreación, se convirtió en tragedia para la familia de un adolescente de 16 años que fue asesinado a manos de otro joven que le propinó una herida mortal con un cuchillo, en la tarde del lunes en el barrio Torices.
De acuerdo los familiares de la víctima identificada como Carlos Andrés Perdomo González, había llegado a visitar a su papá al barrio, pero también lo aprovechó el adolescente para departir un momento en compañía de sus amigos de niñez, por lo que decidieron llegar hasta la cancha a jugar un ‘picadito’ de fútbol.
No importaba el sol de las 3:00 de la tarde que golpeaba el rostro de los muchachos mientras pateaban el balón entre sonrisas. Sin embargo, no todo resultó en alegrías, pues en ese momento llegaron varios jóvenes quienes, al parecer, hacenparte de una pandilla denominada los de La 51, e ingresaron a la cancha a buscar pelea con los que estaban jugando.
“Ellos querían pelear, pero Carlos y los amiguitos de él no, por eso cuando los pelaos esos empezaron a molestar, salieron corriendo”, expresó un pariente del menor asesinado.
Mientras ellos corrían para escapar de sus perseguidores, Carlos Andrés cayó al suelo tras tropezarse y esto fue aprovechado por uno de los presuntos miembros de la pandilla, identificado por algunos testigos como El Nelsito, que le propinó una puñalada en el abdomen al adolescente y posteriormente escapó. El herido fue auxiliado por sus amigos, quienes se devolvieron al notar que él estaba tendido en el suelo y desangrándose.
Ellos lo trasladaron lo más pronto posible hasta la Clínica San José de Torices, donde a pesar del esfuerzo de los muchachos, los médicos les manifestaron que debido a la gravedad de la herida, Perdomo González había fallecido en el camino.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Cartagena inició las investigaciones para poder esclarecer lo sucedido, además de indagar sobre el paradero del presunto responsable de la muerte del joven de 16 años, quien deja un hijo y que además no podrá cumplir su sueño de ser chef profesional. El joven asesinado era recordado por sus familiares y amigos como una persona alegre, sencilla y que no se metía en líos con nadie.