“Este ciudadano es una persona de alta peligrosidad, proclive al delito, por lo tanto debe permanecer aislado de la sociedad”. De esta manera se refirió la Juez Cuarta Penal del Circuito con funciones de conocimiento de Valledupar, sobre Luis Eduardo Hernández Vargas, quien fue condenado a 33 años de cárcel por el homicidio del agente del CTI de la Fiscalía, Sergio Medina Vergara, ayer a las 11:30 a.m.
Hernández Vargas, de 22 años y oriundo de Maicao (La Guajira) está privado de la libertad en el Centro Penitenciario de Máxima y Mediana Seguridad de Valledupar, conocido como ‘La Tramacúa’.
El crimen de Sergio Medina ocurrió el 19 de agosto de 2017, cuando el investigador del CTI y comunicador social intentó frustrar un hurto a mano armada, del cual eran víctimas unos vecinos en el barrio Ichagua donde residía.
En su reacción disparó y al parecer hirió a los dos asaltantes, pero estos también lo impactaron en el abdomen, muriendo pocas horas después cuando recibía atención médica en una clínica al norte de Valledupar.
Las investigaciones establecieron que los autores del homicidio fueron Luis Eduardo Hernández Vargas y un joven que para la época de los hechos tenía 17 años.
Hernández Vargas fue capturado en una clínica del municipio de San Juan del Cesar (La Guajira) donde se encontraba recibiendo atención médica por una herida de bala en la pierna derecha, la cual se la habría ocasionado Sergio Medina, al intentar frustrar el atraco.
En audiencia ante un Juez de Control de Garantías, la Fiscalía le imputó los delitos de homicidio agravado, hurto calificado y porte ilegal de armas, a los cuales se allanó.
“Fue la persona que el día 19 de agosto de 2017, junto a un menor de edad, hurtaron las pertenencias a una pareja a la que intimidaron con arma de fuego, y dio muerte a Sergio Medina cuando este intentaba evitar el robo”, manifestó la Juez Cuarta Penal del Circuito con funciones de conocimiento, durante la audiencia de verificación de allanamiento e individualización y sentencia.