Ver en los periódicos y noticieros de todo el país la noticia del asesinato de Cielo Payares Pava, ocurrio en un bus de servicio público el pasado lunes, le trajo malos recuerdos a Tania. Los videos que circularon en redes sociales, en los que se ve cómo Marco Fontalvo Arrieta le dispara a la mujer de 65 años, le hicieron volver al momento en que un ladrón le apuntó en la cabeza, también en un bus.
Esa noche Tania había salido del trabajo a las 7:00 y tomó la ruta de bus que siempre la llevaba a su casa. Sin embargo, según contó,
desde que puso un pie en el vehículo notó que el recorrido no era como cualquier otro.
“Seguro no me van a creer,
pero esa noche yo fui la única pasajera que se subió al bus en todo el recorrido”, relató. Había tomado asiento en la parte trasera del bus y, en un esfuerzo de ser precavida debido a otros dos atracos en buses de los que había sido víctima, mantuvo su celular guardado.
“Cuando llegamos al semáforo de la 8 con 51, una persona paró el bus y da la casualidad que en ese momento me entra una llamada. Yo contesto y cuando el tipo que paró el bus se está subiendo lo hizo con un arma en la mano y le pagó al chófer con un billete de $20.000. Ahí yo dije: ya, me van a atracar”, continuó. En cuestión de segundos, y sin el más mínimo cuidado del conductor, el hombre aborda a Tania.
“No intenté guardar el celular ni nada porque pensé que de pronto el tipo se ponía nervioso o se molestaba y me hacía algún daño. Él me pone el arma en toda la frente y me dice enseguida: ¡Dame el celular!”,
recordó.
Esa noche, en 2018, Tania se quedó sin teléfono, pero, por fortuna y a diferencia de Cielo, llegó con vida. Por eso, aunque en ese entonces tuvo rabia y dolor por lo ocurrido, cada vez que esta semana habló con alguien o se encontró con el nombre de la adulta mayor mientras navegaba en redes sociales
no tuvo más opción que sentirse afortunada.
Como Tania, hay miles de personas en Barranquilla que han sido víctimas de la falta de escrúpulos de los delincuentes que, aprovechando el estado de indefensión de los pasajeros, se suben a los buses a llevarse lo que más puedan.
No es común que una persona aborde un vehículo de transporte masivo urbano con total confianza y seguridad. De hecho
,
basta con hacer preguntas en la calle para descubrir que cada ciudadano se ha ingeniado alguna estrategia para tratar de garantizar que pueda llegar a su casa con todas sus pertenencias. Los conductores de buses no son la excepción.
Según lo que contaron varios de ellos a EL HERALDO, su principal “arma” en la defensa contra los ladrones es el palo con el que revisan las llantas cada cierto tiempo. Sin embargo, aseguraron que esta es una herramienta poco usada, pues rara vez consideran prudente oponerse a ser atracados. Sobre todo cuando los amenazan con armas de fuego, cuchillos o, incluso, machetes.
Emerson Acosta, quien lleva 23 años conduciendo buses urbanos –en los que asegura haber sido atracado más veces de las que logra recordar–, aseguró que ya él y sus compañeros tienen identificado el “estilo” de los ladrones en Barranquilla.
“Se suben como cualquier otro, bien vestidos y todo, cuando el bus está lleno. Cuando va quedando más vacío, se levantan los dos o tres bandidos y le dicen a uno: quieto, baje la velocidad. Cuando empiezan a atracar a los pasajeros, automáticamente nos inmovilizan a nosotros los conductores con un arma en la cabeza. Cuando ya hacen sus fechorías y ven las calles solas se tiran de la buseta, se van y no se ven más”, detalló Acosta.
Para el experimentado conductor, la rutina de los ladrones sigue siendo la misma, con la única, pero mortal diferencia que
la violencia en los atracos ha ido incrementando desde hace un par de años.
“Nosotros estamos totalmente desprotegidos en las calles de Barranquilla. No sabemos qué hacer, a diario nos atracan, ya no hay ni una hora fija, sino que en cualquier momento nos atracan. Estamos en una etapa de inseguridad en la que estamos luchando tanto con los bandidos como con la Policía, que suele llegar tarde al lugar”, reclamó el conductor.
Por eso, Acosta considera que ya no puede dejarse llevar por la ira como lo hizo hace un tiempo, cuando decidió enfrentarse a un ladrón, en defensa de sus pasajeros.
Se dispararon desde hace dos meses
Acosta contó que su carrera como transportador urbano lo ha llevado a varias empresas de buses en la ciudad, pero en estos momentos está adscrito a la empresa Coolitoral, donde la tasa de hurtos respalda su preocupación.
Jorge Barrios, jefe de Operaciones de Coolitoral, aseguró que tan solo
e
n agosto 20 buses adscritos a esta empresa fueron atracados
y que a corte del 16 de septiembre ya iban 74 hurtos a buses de Coolitoral en lo corrido de 2020.
“En la pandemia, especialmente en los últimos dos meses, se nos dispararon los atracos a vehículos. Nos atracan alrededor de dos o tres a diario. En septiembre ha disminuido un poco a raíz de unas capturas que se han dado por la información recopilada conjuntamente con la Policía”, explicó.
En las cuentas, indicó, las pérdidas son millonarias, pero difíciles de calcular,
pues varían dependiendo de la cantidad de dinero que lleve el conductor, dependiendo del tramo de la vía, y, por supuesto, de lo que decida hacer el ladrón.
“Por viaje que atracan se están llevando aproximadamente $80.000, pero en las pérdidas incide que nosotros tenemos caja única y pagamos viaje a viaje. Pero a lo hurtado hay que sumarle que, por temor a ser atracados, nuestros usuarios se abstienen de coger el servicio y buscan otra opción de transporte”, dijo.
Según el jefe de Operaciones
,
los hurtos les han llevado a utilizar cajas de seguridad en los buses, lo cual les ha permitido reducir la cantidad de dinero que se pierde; sin embargo, esto no evita que los sigan asaltando.
Indicó que es precisamente
por el incremento en los hurtos que han decidido implementar un sistema de cámaras de seguridad en el interior de los vehículos, pues el botón de pánico no ha dado abasto para la cantidad de veces que los “amigos de lo ajeno” intentan –y logran– atracar los buses de Coolitoral.
La estrategia de las cámaras ya ha sido implementada en otras empresas, tal es el caso de Sobusa, donde, según explicó el jefe de Operaciones, Jhon Jairo Ospina,
grabar los recorridos ha permitido reducir los hurtos desde hace dos años.
“Hace 4 años teníamos una situación crítica en cuanto a los atracos
.
Se nos estaba presentando un promedio de un atraco por día
.
De hecho, en un fin de semana llegamos a tener 12 atracos. Vimos la necesidad de instalar cámaras y botón de pánico, así como de realizar mesas de trabajo con Policía y Fiscalía”, dijo Ospina.
Explicó que
con las cámaras y el trabajo articulado con las autoridades se logró desarticular varias bandas criminales y reducir paulatinamente la cifra de atracos “exitosos” a los vehículos de esta empresa. Destacó que en lo que va del año se han registrado 5 atracos a conductores y alrededor de 7 más a pasajeros de buses de Sobusa. Todos ocurridos desde de julio.
¿Quiénes son los que atracan los buses en Barranquilla?
De acuerdo con informaciones de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en lo que va corrido de 2020 se ha registrado una disminución del 62% en los casos de hurtos a buses denunciados,
pasando de 50 casos en 2019 a 19 reportados oficialmente en los nueve meses que van de este año.
Estas cifras contrastan con las de empresas transportadoras como Coochofal, que aseguran sufrir casi que un atraco por día.
El general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Mebar, explicó que desde hace dos meses, cuando la ciudad comenzó a retomar la normalidad, se ha presentado un crecimiento en los hurtos en todas las modalidades.
“Habíamos tenido un buen comportamiento de este delito en lo que va corrido del año (...) Sin embargo, hay que reconocer que en los últimos dos meses veníamos teniendo problemas en ciertas rutas”, indicó.
Lo que sí resulta relevante son los resultados que ha dejado el trabajo operativo de la Policía, con
un total de 77 personas capturadas en el a´rea metropolitana, sindicadas de atracar buses urbanos en la ciudad.
Así mismo, informó la Policía
,
en medio de estas capturas han incautado 25 armas de fuego y se ha recuperado un amplio número de objetos robados.
“Tenemos delincuentes reconocidos que han actuado en diferentes hechos. Bandas, como tal, no las tenemos dentro de este delito
.
Creemos que son grupos de delincuentes
que han afectado ciertas rutas, tanto intermunicipales como en el interior de la ciudad”, agregó el general Alarcón.
¿Fallas en la justicia?
Para empresas transportadoras y conductores de buses urbanos,
al flagelo de los constantes hurtos se suma lo que aseguran es un bache en la justicia.
Según explicaron algunos de los conductores, cuando presionan el botón de pánico y la Policía logra llegar a tiempo para detener a los ladrones, se inicia un proceso judicial que termina a las pocas horas y con los delincuentes de nuevo en las calles.
“Entendemos que los jueces se tienen que acoger a la norma (...) Pero el problema de fondo es la Ley. La Policía no hace nada desgastándose para capturar a un tipo y por cualquier cosa se cae la captura o los dejan libres. Si hay un tipo que está siendo identificado por atracar los buses, venga y lléveselo, pero no”, expresó Jhon Jairo Ospina, de Sobusa. Aseguró que, en ese orden de ideas, el contar con cámaras de seguridad le ha dado más peso a las denuncias que han instaurado cuando son atracados los buses adscritos a esa empresa.