A raíz de los recientes reportes de las autoridades sobre la captura de un presunto asesino serial, que además incluía supuestas prácticas satánicas como rito criminal, el común de la gente se pregunta cómo es que una mente humana llegue a tales estados de retorcimiento en su parte afectiva y en sus valores, para cometer tales actos delictivos en los que casi siempre mueren personas que les son cercanas a sus afectos.
Esta anomalía psiquiátrica es conocida como Psicopatía o Sociopatía, la cual provoca que estos individuos den importancia por encima de todo a la satisfacción de sus propios intereses, necesidades o placeres, sin importarles los efectos de sus actos sobre otras personas o los peligros que puedan conllevar.
¿Por qué existen seres así?
La mayoría de personas que padecen este trastorno de personalidad no se comportan de una forma violenta, poseen ciertos rasgos que les permiten vivir en sociedad en aparente “normalidad”.
Se suele guardar el término psicopatía cuando llegan al escandaloso extremo de maltratar violentamente o asesinar a otros, tal cual ocurre en los abominables casos recientes mencionados por las autoridades judiciales de Barranquilla.
Estudios indican que en las últimas décadas se ha incrementado el número de personas con este trastorno de personalidad antisocial, presentándose en 4 de cada 100 personas, siendo 3 veces más frecuentes en hombres que en mujeres.
Se decía antiguamente que los psicópatas padecían de “Locura moral”, para significar que son percibidos como personas sobresalientes y brillantes, pues su trastorno no afecta ninguna esfera de su intelecto, sino su parte afectiva y sobre todo lo relacionado con el respeto a acuerdos, principios y valores éticos.
Uno de los que mejor reseñó a estos siniestros personajes fue Nicolás Maquiavelo, autor del célebre clásico El Príncipe.
El autor refleja allí su concepción de que el hombre es por naturaleza perverso y egoísta.
A comienzos del siglo pasado el investigador Cesar Lombroso, creador de la Antropología Criminal, describió descarnadamente al “criminal nato”.
Este autor atribuyó la personalidad primitiva de estos antisociales a un estancamiento en la evolución de su cerebro en el momento en que se gesta en el útero materno.
En los estudios de los cerebros de reconocidos criminales de su época, Lombroso describió que el criminal nato no alcanza la maduración plena de su masa encefálica por lo que queda detenido en la etapa previa en la que se asemeja a la de nuestros antecedentes los simios.
Estas conclusiones lombrosiana han quedado confirmados por diversos estudios en el presente siglo, entre estos el efectuado por psicólogos de la Universidad de Vanderbilt, en Estados Unidos, los cuales revelaron que los psicópatas “presentan una anomalía muy concreta en el sistema de recompensa del cerebro, sobre todo en el lóbulo frontal, ya sea por malformación, enfermedad o lesión cerebral”.
De todas formas aunque es importante el componente genético como determinador de esta patología, otros estudios indican que hay poderosos factores de aprendizaje social que inciden en su comportamiento.
Por ejemplo, se insiste en que muchos de estos seres provienen de hogares en los que los padres fueron poco afectuosos y despreocupados por la formación ética de sus hijos, los cuales son testigos de sus actuaciones deshonestas con familiares y vecinos. Esto se refleja de pequeño en actuaciones agresivas y desleales en el colegio.
Caracteristicas del psicópata
Entre los rasgos más importantes que resaltan en la personalidad de un psicópata se pueden mencionar estas:
Suele ser una persona encantadora, conversadora, agradable. Caen bien por su presencia cautivante y su envolvente lenguaje. Su estrategia es ganarse la confianza de su víctima para luego atacarla.
Algunos son maltratadores físicos y psicológicos de sus parejas, hijos y hasta personas con las que trabajan. En estos casos hay que estar muy atentos a tomar medidas que defiendan su integridad y la de los suyos.
Son fríos y calculadores, incapaces de generar vínculos afectivos sinceros y a largo plazo. Se les imposibilita sentir lo que sienten los demás.
En su mayoría son impulsivos, irresponsables, carentes de escrúpulos, de remordimientos, de sentimientos de culpa o de vergüenza.
Son egoístas y narcisistas ya que piensan que el mundo gira en torno a ellos. Presentan arrogancia extrema o una sensación de superioridad.
Profesan una intensa necesidad de admiración y fuerte tendencia a la explotación de los demás. Tienden a llevar un estilo de vida parasitario y a vivir a costa de otros.
Tramposos y mitomaníacos por naturaleza. Crean una telaraña de farsas y mentiras que ellos mismos se las creen. Estos seres son camaleónicos, expertos en la teatralidad, la farsa y el fingimiento de sentimientos.
Manipuladores. Su lema preferido es “el fin justifica los medios”, en el que procuran alcanzar su objetivo no importando si esto afecta así sea a los familiares o “amigos” más cercanos.
Hábiles para detectar donde pueden aprovecharse del otro y obtener dinero fácil (sin trabajar), involucrando al otro en situaciones delictivas de las cuales ellos salen intactos y, muchas veces, sin ninguna responsabilidad.
Son tramposos y mitomaníacos por naturaleza.
¿Cómo defenderse de un psicópata?
Entre las principales precauciones que se deben tomar con una persona que posee estas características podríamos exponer:
Confíe en sus instintos en caso de que sospeche que la relación no es saludable. Identifique el grado de peligrosidad de una persona. Debe aprender a reconocer los indicios de que una persona podría ser abusiva, tanto emocional como físicamente.
Establezca y defienda los límites personales con estas personas que tienden a sobrepasarlos. No les crea todo lo que dicen y no se deje arropar por sus halagos y sus diálogos envolventes.
Procure lidiar con él de una forma tranquila y paciente, pero háblele con seguridad y firmeza si es que la situación es intolerable. En lo posible hay que retroalimentarle lo que percibe, y si detecta cierta conducta de peligroso acoso evite interactuar con él y tomar todas las precauciones para evitar ser manipulado(a) o afectado(a) en esta relación.
Manténgase alerta en las situaciones o sitios vulnerables o de alto riesgo en los que esté solo con esa persona no confiable o desconocida, en la que pueda ser blanco de un ataque. Avise a familiares en donde se encuentra. No se desconecte de sus familiares o conocidos.
Si no se siente seguro o si amenaza con lastimarle a usted o a otras personas, debe tomar medidas para defender su integridad y pedir ayuda ante familiares, personas cercanas o autoridades. Elimine todo contacto con esta persona al terminar la relación con ella.