Arrastrado por las olas murió ahogado en la isla de Malta, en Europa, el administrador de empresas, oriundo del corregimiento de Zapatosa, en Tamalameque (Cesar), Pablo Muñoz, de 25 años.
El joven había viajado en junio pasado hasta ese continente con el fin de perfeccionar el inglés, pero encontró la muerte; ahora sus familiares en Colombia adelantan diligencias ante las autoridades diplomáticas para repatriar el cuerpo.
El trágico fallecimiento de Pablo Muñoz ocurrió el pasado 12 de septiembre, fecha de su cumpleaños en la que decidió ir a un paseo con dos amigos en un sector turístico del país insular.
Ángela Padilla, madre del joven indicó que “mi hijo salió de Bogotá el 16 de junio pasado a Malta (Europa) a perfeccionar el inglés, él tenía viaje de regreso el 16 de noviembre. Se había graduado hace tres años como administrador de empresas en la Universidad Popular del Cesar, se fue para la capital del país a buscar trabajo porque en Valledupar no consiguió, en Bogotá metía las hojas de vida, pero cuando le hacían las entrevistas y le preguntaban si sabía hablar inglés hasta ahí llegaba; entonces regresó y me dijo que se iba a preparar en inglés para conseguir empleo, estudió en varios sitios y como en Valledupar había una representante de la escuela en Malta, decidió irse para allá”.
Alcanzó a felicitarlo
Atendiendo la diferencia de horario, hacia las 10 de la noche del miércoles 11 de septiembre en Colombia, cuando en Malta eran aproximadamente las seis de la mañana del jueves, Ángela Padilla le envió un mensaje de felicitación a su hijo por su cumpleaños y le dedicó la canción Que Dios te bendiga, interpretada por Peter Manjarrez, luego le deseó “vida y salud” para que cumpliera sus sueños. Fue la última vez que tuvo contacto con él, pues desde las ocho de la mañana en Malta, no volvió a conectarse, y pudo saber de su hijo cuando recibió una llamada de la Embajada de Colombia en Roma informándole que su muchacho había fallecido ahogado.
Uno de los compañeros de Pablo, que logró sobrevivir al oleaje, le contó a Ángela Padilla, que ellos habían decidido ir a un sitio turístico el 12 de septiembre, era una especie de piscina natural, a la que se lanzaban para luego nadar unos 500 metros a mar abierto.
“Estaba mi hijo, otro colombiano llamado Óscar y un joven mexicano, llegaron al lugar, se tiraban a la piscina y de ahí se dispusieron a nadar los 500 metros mar adentro, menos el mexicano. Ellos se cercioraron antes que el mar estuviera tranquilo, Pablo y el otro muchacho, nadaron; el problema fue cuando llegaron a mar abierto porque las olas no los dejaron avanzar, Óscar se agarró de una roca, pero mi hijo quedó en el fondo”, relató la mujer.
Pablo Muñoz era el segundo de los cuatro hijos de Ángela Padilla que ahora solo espera el apoyo de las autoridades diplomáticas para repatriar el cadáver y darle sepultura.