Los habitantes del municipio de Pivijay (Magdalena) recordaron las épocas de terror que vivieron por culpa del paramilitarismo debido a que en la tarde del martes, dentro de un pozo, fue hallado el cuerpo desmembrado de un joven que había desaparecido el sábado 5 de septiembre.
Se trata de Rafael Antonio Guerra Anaya, de 25 años, a quien sus familiares lograron identificar debido a un tatuaje en una de sus piernas y del quien no tenían información desde el pasado 5 de septiembre.
El macabro hallazgo se produjo cuando un grupo de campesinos llegaron a un predio ubicado a 1.5 kilómetros del casco urbano y se toparon con una de sus piernas a un lado de un pozo de cuatro metros de profundidad.
Aterrorizados por lo ocurrido, alertaron a las autoridades, quienes desplegaron un operativo y después de un tiempo lograron recuperar el cuerpo despedazado. El coronel Samir Pava Ávila, jefe de la Policía del Magdalena, aseguró que todavía no se tienen indicios sobre los autores materiales o los posibles móviles de este aterrador asesinato.
“La víctima fue desmembrada, tenemos que esperar a que Medicina Legal se pronuncie para conocer más causas del hecho. Hay una identificación por parte de la familia del desaparecido por un tatuaje”, aseguró el oficial.
El coronel Pava comentó que Guerra Anaya había sido capturado en 2019 en el municipio de Fundación señalado por el delito de porte, tráfico y fabricación de armas de fuego, munición y/o explosivos.
Los allegados a la víctima piden que su crimen no quede en la impunidad, mientras que la ciudadanía tiene temor por lo sucedido.