Una mala decisión y la falta de supervisión fue lo que les habría costado la vida a Junior Rafael Sarmiento García, 26 años; y Reinaldo Parra Ortiz, 24; quienes murieron el pasado viernes en la mañana sepultados en una zanja que ellos mismos habían cavado para introducir tubería en la empresa Agofer, una fábrica de hierro situada en el kilómetro 1 + 500 metros de la vía Malambo–Caracolí.
Los primos, contaron ayer sus familiares, cavaron el hueco y en cierto momento se sentaron a descansar un poco y resguardarse del inclemente sol cuando la tierra se les vino encima, y como no había nadie supervisándolos, afirmaron los allegados, se ahogaron. Cuando los demás trabajadores se dieron cuenta ya era muy tarde.
“Ellos estaban solos, los dejaron solos, los dejaron morir en ese trabajo y cuando se dieron cuenta de que estaban enterrados ya había pasado una hora o más”, afirmó una allegada quien no quiso identificarse. Francisco Sarmiento, hermano de Junior, lo recordó como una persona muy alegre, mamador de gallo y amante de la música salsa que le gustaba escuchar en su casa, en el barrio Viña del Rey, en Soledad.
“Nosotros vivimos cerca de Reinaldo porque somos primos, nos criamos en Venezuela y hace como tres años nos regresamos para Barranquilla, somos muy unidos y siempre conseguíamos los trabajos juntos”, afirmó Francisco.
Heberto Parra, papá de Reinaldo, recordó que los primos iban a cumplir un mes de trabajar en la empresa y se declaró muy ofendido porque no dejaron entrar a los familiares al lugar cuando se enteraron del accidente y llegaron a ver qué había pasado.
Junior Rafael Sarmiento García y Reinaldo Parra Ortiz eran naturales de Hato Viejo (Bolívar). Reinaldo era soltero y no dejo hijos; mientras que Junior deja un hijo menor.
AL DÍA buscó la versión de la empresa Agofer sobre el accidente, pero nadie se quiso pronunciarse.