En medio de reclamos de justicia se cumplió en el municipio de Plato (Magdalena), el sepelio de Gilberto Luna Parra, quien se habría quitado la vida en una celda del CTI de la Fiscalía, en Santa Marta, en donde fue recluido luego que un Juez lo cobijara con medida de aseguramiento intramural como el presunto responsable de la muerte de la niña Nataly Pérez, ocurrida la madrugada del domingo en Gaira.
El cortejo, encabezado por su esposa Elisa Navarro, sus hijos y familiares, partió desde su residencia, ubicada en la vía de Los Contenedores y terminó en el camposanto central, no sin antes cumplir con una ceremonia religiosa en la iglesia San Fernando.
Con pancartas y arengas quienes acompañaban el féretro, pedían justicia y el esclarecimiento de su muerte.
Hicieron un llamado al Procurador General de la Nación y al Ministerio de Justicia, para que investiguen qué pasó, por qué apareció muerto en la celda pese a que tenía un custodio.
Los familiares de Gilberto Luna Parra, a quien por cariño le llamaban ‘Wil’, han puesto en duda que se hubiere suicidado. Su mujer, Elisa Navarro, expresó en un comienzo que “lo mataron’.
De igual manera pidieron “aclarar el crimen de la niña. Estamos interesados en que se borre la mancha de culpa que cayó sobre Gilberto”, dijeron sus amigos.
Su mujer en repetidas veces ha dicho que su captura “fue un falso positivo de la Policía Metropolitana de Santa Marta”.
Durante el proceso judicial, Gilberto Luna fue imputado de los delitos de tráfico de estupefacientes y feminicidio agravado, cargos que no aceptó durante las audiencias concentradas.