En la maquinaria de guerra que han montado las bandas criminales para disputarse el control del microtráfico en Barranquilla y su Área Metropolitana, las pandillas que evolucionaron en grupos delincuenciales son carne de cañón y sus jóvenes integrantes insumos desechables.
Esta realidad quedó al descubierto luego del triple homicidio ocurrido este lunes 30 de julio en Salgar, en una humilde casa del barrio de invasión Solimar, donde fueron asesinados Jonathan Enrique Rojas Peñate, 21 años, alias Pitirri; Anderson Miguel Casas León, 27, el Mello, y Nayelis Marcela Rojas, 16, quien era hermana de ‘Pitirri’ y mujer del ‘Mello’.
El general Mariano Botero Coy, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, aseguró que ‘Pitirri’ era miembro de la banda criminal los Papalópez, y fue asesinado en retaliación por haber matado la noche del viernes 27 de julio a Lorely Ester Mosquera López, una reconocida ‘jíbara’ del barrio Montes.
Un investigador judicial, quien pidió mantener su nombre en reserva, explicó que la historia del ‘Pitirri’ y el ‘Mello’ no nació con los Papalópez, empezó hace más de 10 años en las turbulentas y convulsionadas calles de Las Nieves, San Roque y Rebolo, donde “perro come perro y por un peso te matan”, como diría Henry Fiol.
Con base en los análisis que le han realizado a las redes sociales de lasvíctimas del triple homicidio, los investigadores han descubierto que desde la adolescencia ‘Pitirri’ y ‘Mello’ integraban una pandilla conocida como los ‘Jordan 23’, que tomó su nombre del famoso basquetbolista norteamericano Michael Jordan, quien usó el dorsal 23 durante su exitosa carrera.
Con el paso del tiempo la pandilla evolucionó en un grupo delincuencial con la misma iconografía basada en la imagen del afamado deportista, la cual replican en tatuajes, dibujos y en la vestimenta de sus miembros basada en prendas de la colección Jordan, que comercializa la firma Nike. “No es bueno estigmatizar, pero algunos integrantes de los ‘Jordan 23’, que también se hace llamar ‘Lokos Jordan 23’, vienen de hogares disfuncionales, donde allegados o amigos están ligados con el microtráfico y la delincuencia. Estos pelaos crecieron y siguieron el mal camino.Ya no son pandilla, son un grupo delincuencial robustecido con el apoyo de bandas más grandes como los Papalópez”, señaló la fuente. El análisis de redes muestra que los ‘Jordan 23’ se nutren de la musical gangsta rap, que exalta la vida criminal y la droga; del reguetón y los ritmos urbanos como la champeta, son amantes de las rumbas y le profesan un amor incondicional al Junior de Barranquilla.
Su vida gira en torno a tatuajes, marihuana, pepas y ‘perico’. Todo lo anterior enmarcado en la inquietante idea del ‘no futuro’, que consumió a gran parte de la generación que vivió la guerra del Estado colombiano contra Pablo Escobar, en los 80 y principios de los 90. En sus redes los ‘Jordan’ fácilmente postean la imagen del rapero gringo Wiz Khalifa fumándose un mega porro de marihuana, suben fotos con armas, drogándose, tomando licor o luciendo un nuevo tatuaje.
También abundan frases de desengaño y desesperanza, y los memes que exaltan al Junior. “La inestabilidad emocional de estos muchachos, su baja autoestima, la falta de un proyecto de vida, de metas, de tener claro lo bueno y lo malo, de valores, su desmedido consumismo y permeabilidad para las modas y el gusto por la vida fácil, los convierten en los soldados ideales para las bandas criminales”, afirmó el investigador.
LA VIDA LOCA
Las redes también muestran como algunos familiares y allegados de ‘Pitirri’ y el ‘Mello’ conocían sus actividades delictivas y el mundo en el que estaban inmersos, lo que se conoce en el mundo del hampa como la vida loca.
En un post de Facebook publicado hace 3 semanas, la mamá de ‘Pitirri’, Rosa María Peñate De la Hoz, apodada la Gorda Nieves (gravemente herida en el atentado de Salgar) se lamenta porque su hijo está en problemas. “que paso gorda (sic)”, le pregunta un amigo. “mi hijo está en problema mi hermano/ no se q hacer/ hay manito problema con jhonatan (sic)”, responde la Gorda.
Para los investigadores esta charla haría referencia al asesinato de un adolescente de 16 años ocurrido el pasado 14 de julio, en la calle 21 con carrera 26, Rebolo. De este homicidio la Policía señalaba como autor material a ‘Pitirri’. El móvil sería una confusión, un error, ya que a la víctima le prestaron una moto de alguien que estaba ‘enculebrado’ con los Papalópez.
El 1o. de octubre del año pasado el ‘Mello’ posteó un estado lamentado el abandono de su mujer de ese momento, con quien tuvo una hija. En el mensaje ‘Mello’ le ruega a Dios por una nueva compañera. La muchacha, sin tapujos le responde a un amigo del ‘Mello’ quien aboga por él: “solo si el cambia la consigue si no no y lo sabes (sic)”.
El amigo riposta: “yose kesii lava a conseguir ay ke tener fee en dios kesii (sic)”. Y la muchacha remata: “Uff mijo eso es lo que yo no se pk asi km ba el solo aba buscar la muerte o la cárcel y lo sabes km es (sic)”.
RECLUTADOS PARA LA MUERTE
Desde hace cinco años bandolas como los ‘Jordan 23’ y otros grupos similares empezaron a ser reclutados por bandas criminales más grandes como los Papalópez y los Costeños. “Les dan un sueldito, algo de poder, unos fierros, toda la droga que se puedan meter y los convierten en sus ‘perros de guerra’”, explicó el investigador consultado por AL DÍA.
La hipótesis sobre la matanza de Salgar sería la venganza: ‘Pitirri’ y sus amigos habrían asesinado a Lorely Ester Mosquera López, quien manejaba el expendio de droga de Los Costeños en el barrio Montes. En represalía los Costeños ordenaron el asesinato de ‘Pitirri’, y en la balacera también se ‘cargaron’ al ‘Mello’, quien llevaba seis meses en domiciliaria tras haber pagado cárcel por tráfico de drogas.
Nayelis habría muerto por andar con ellos. En la balacera de Salgar quedó gravemente herida la mamá de ‘Pitirri’, Rosa María Peñate De la Hoz, apodada la Gorda Nieves; y su novio Manuel Esteban Castro Tejera, un hombre humilde quien se gana la vida trabajando en los estaderos ubicados en la playa de Salgar. Manuel es dueño de la casa de tablas donde ocurrió la balacera. Con base en testimonios de familiares y vecinos de Manuel se ha establecido que el domingo pasadas las 8:00 de la noche a su casa se presentaron ‘Pitirri’, ‘Mello’ y Nayelis a pedirle posada.
El hombre aceptó porque eran familia de su mujer y no era la primera vez que ocurría algo similar. “La realidad es que los tres llegaron a la casa de Manuel fue ‘a buscar caleta’ por el asesinato de la ‘jíbara’ de Montes, pero de alguna manera los pistoleros de los Costeños los ubicaron esa misma noche”, explicó el investigador.
A las 12:30 de noche un comando armado, integrado por seis pistoleros vestidos con prendas similares a las que usan los policías, llegó a la casa de tablas y dispararon contra todos los presentes. Los únicos que resultaron ilesos fueron los hijos de Manuel, dos varones de 8 y 5 años, y una niña de 7, a quienes los asesinos les respetaron la vida.