Tan solo siete minutos pudieron significar la diferencia entre la vida y la muerte para Javier Grandas Medina, el hombre cuya historia se volvió viral cuando una grabación captó como la ambulancia que lo llevaba gravemente herido fue bloqueada durante ese tiempo por un policía motorizado, que además obligó al vehículo médico a salir del carril de Transmetro.
El video fue grabado el viernes 20 de julio, poco después de que Grandas sufriera un accidente vial. Las imágenes se difundieron rápidamente por redes sociales, y de inmediato el policía se llevó tremenda ‘palera’ en redes y de paso se ganó una investigación disciplinaria.
Al otro día el coronel Engelbert Grijalba, subcomandante de la Policía Metropolitana, se pronunció y reveló un dato interesante que pasó desapercibido en medio de la indignación. El oficial explicó que el patrullero actuó así “porque sospechó” que la ambulancia se había metido por el carril del Transmetro “de forma irregular”.
Eso significa que el uniformado creyó de que el vehículo no lleva ningún paciente, ni tampoco iba a cubrir una emergencia, sino que el conductor pretendía evadir el trancón que se forma en la Murillo con 4, usando la sirena y las luces de emergencia. Grijalba agregó que en lo corrido del año la Policía de Tránsito les ha impuesto comparendos a ocho ambulancias que han ingresado al carril del Transmetro sin estar en emergencia.
SOLIDARIDAD Y BUENA FE
AL DÍA consultó a un funcionario de la Secretaria Distrital de Movilidad, quien, bajo la reserva de identidad, explicó que a nivel nacional el recorrido de las ambulancias está regulado por el Código Nacional de Tránsito, a través del Artículo 64 - Cesión de paso en la vía a vehículos de emergencia.
Todo conductor debe ceder el paso a los vehículos de ambulancias, cuerpo de bomberos, vehículos de socorro o emergencia y de la policía o ejército, orillándose al costado derecho de la calzada o carril y deteniendo el movimiento del vehículo, cuando anuncien su presencia por medio de luces, sirenas, campanas o cualquier señal óptica o audible.
En todo caso los vehículos de emergencia deben reducir la velocidad y constatar que les han cedido el derecho de paso al cruzar una intersección. Parágrafo. En calzadas de tres (3) carriles, deberá procurarse despejar, como mínimo, el carril del medio para el paso de estos vehículos. Si tiene más de tres (3), se despejará el siguiente al del carril más rápido, o por donde lo haya demarcado la autoridad de tránsito mediante señalización especial.
En todo caso se permitirá el paso. El artículo es claro y sencillo. Apela al principio de solidaridad y a la buena fe para pedirles a los ciudadanos que dejen pasar a las ambulancias cuando van en emergencia, situación que la comunidad debe percibir a través de las luces y las sirenas que llevan este tipo de vehículos.
“La ley no específica por donde pueden, o no pueden, transitar y por eso cada ente territorial puede expedir normas que complementen la ley”, explicó la fuente. Por ejemplo, en Bogotá está próximo a salir un decreto de la Secretaria de Salud para regular la circulación de las ambulancias y centralizar su movilización con el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue). En Barranquilla, sin necesidad de decreto, el tema se maneja de una forma similar: cuando una ambulancia entra en emergencia reporta la situación al Crue y este pide autorización a Transmetro para usar el carril del ‘Solo bus’.
LA LEY DEL MÁS VIVO
El incidente que ocurrió el pasado fin de semana entre los tripulantes de la ambulancia y el policía abrió nuevamente el debate sobre si es necesario regular al dedillo el tránsito de estos vehículos en Barranquilla y su Área Metropolitana. Un abogado prestigioso consultado por este medio, quien pidió no revelar su nombre para “opinar con libertad”, manifestó que el episodio es una muestra de la desconfianza que existe en nuestra sociedad por culpa de la supremacía de la ‘ley del más vivo’.
“En una sociedad correcta el personal de una ambulancia no usa las señales de emergencia para sacar ventajas en el tráfico, porque son conscientes de que solo las debe emplear en caso de una emergencia. Eso se llama respetar el oficio, a uno mismo y a los demás”, afirmó la fuente. Agrego: “Y un policía, a no ser que sea un hecho muy particular, tampoco se pone a parar una ambulancia que va en emergencia porque confía y supone de que se trata de una carrera contra la muerte y al retrasarla está poniendo en riesgo la vida paciente”.
De acuerdo con la fuente emitir decretos no es la solución, porque el problema real es que en Colombia prima la ley del más vivo, y por eso “desconfiamos hasta de nuestra sombra y queremos resolver todos los problemas sociales y políticos creando y creando leyes, para que nos den una sensación de seguridad, pero se transforman en letra muerta”, sentenció.
Finalmente sostuvo que posiblemente existió un mal procedimiento por parte del policía, y podría ser factible instaurar una demanda en contra de la institución. Explicó que si el uniformado tenía sospechas no debió frenar la ambulancia y sacarla del carril del Transmetro, sino escoltarla, abrirle camino, hacerle un seguimiento y verificar al llegar a la clínica si llevaba un herido, o confirmar si realmente iba a atender una emergencia.
JAVIER SE RECUPERA
Javier Grandas Medina se accidentó el viernes 20 de julio cuando transitaba en su moto por la Murillo con carrera 4. En el hecho estuvieron implicados otra moto y un camión, pero él fue el único herido.
El santandereano sufrió trauma craneoencefálico y una fractura en la muñeca derecha.Quedó consciente, pero desorientado, fue auxiliado y embarcado en una ambulancia con rumbo a Agrupasalud, donde los esperaban para prestarles los primeros auxilios y remitirlo a otra entidad de mayor complejidad.
El problema ocurrió a los pocos metros de iniciado el recorrido, cuando el policía motorizado interceptó la ambulancia porque transitaba por el carril Transmetro. Todo el suceso, que duró siete minutos, fue grabado en un celular por Jefferson Grandas, sobrino del lesionado y quien lo acompañó durante el traslado en la parte delantera de la ambulancia. “En ese momento sentí mucha angustia al ver a mi tío tan grave, tenía nervios y miedo de que le sucediera algo peor. Me dio mucha rabia lo que hizo ese policía, viendo la emergencia paró la ambulancia de esa forma afirmando que no llevaba ningún paciente, cuando mi tío iba casi moribundo”, afirmó.
Johana Murillo Medina, hermana de Javier, informó que el santandereano no recuerda nada del accidente, solo les ha dicho a sus familiares que iba en la moto y sintió el golpe. En la mañana de este martes volvió a tomar conciencia de sí mismo y se sorprendió de verse en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Vidacoop.
“Le contamos lo que ocurrió con el policía que bloqueó el paso de la ambulancia porque pensaba que no llevaban ningún herido, y nos respondió que le daba gracias a Dios por estar vivo, pero también que estaba muy molesto porque esos siete minutos pudieron haberle costado la vida”, contó Johana.
Javier sufrió fractura en la muñeca del brazo derecho, la cual todavía no le han podido operar porque no ha bajado la inflamación. En la parte posterior de la cabeza le tomaron más de 20 puntos de sutura para cerrarle una herida en forma de herradura. Hasta el momento los exámenes muestran que no sufrió lesiones cerebrales.
La tarde del accidente Javier había salido de su casa en el barrio Villa Estadio II etapa, a visitar a unos amigos con quienes iba a realizar un negocio. El accidente le ocurrió cuando regresaba a casa donde lo esperaban su esposa e hijo. Paradójicamente Javier Grandas trabaja como técnico vial, y en su tiempo libre se rebusca como mototaxista.
“El sábado tenía que ir a laboral y no pudo”, remató Johana Murillo. “Por el momento no hemos pensado en demandas, queremos que mi hermano se recupere del todo y ojalá esto no le pase a nadie más”, manifestó la muchacha.